¿Te has preguntado por qué no te alcanzan las 8 horas laborales para cumplir con tus metas del día o tus objetivos del mes? Creemos que estar muy ocupados es sinónimo de ser productivo, o que haciendo muchas reuniones es la mejor forma de coordinar un equipo de trabajo o que tener el escritorio lleno de papeles es lo que necesitamos porque “yo conozco mi desorden” y esto nos hará más productivos. Estas creencias siempre están presentes en nuestro día a día y al final nos damos cuenta que no conseguimos lo que nos habíamos propuesto.
Como organizadora de espacios y experta en productividad, sé que ser eficiente en el trabajo puede ser difícil y muchas veces no sabemos por dónde comenzar, por eso te quiero compartir cuatro mitos o mentiras que debes sacar de tu cabeza a la hora de proponerte ser más eficiente y organizado en tu trabajo.
4 mentiras que te has creído sobre ser productivo:
Ser multi-tarea (multitasking) te hace más productivo
Siempre es muy tentador hacer muchas tareas a la vez y más si éstas son pequeñas o fáciles, pero hacerlas todas al mismo tiempo no funciona.
El “multitasking” no te permite estar enfocado haciendo una sola cosa con los estándares adecuados que se necesitan. Realizar todo de forma simultánea te puede llevar a entregar unos resultados a tiempo, pero sin una calidad óptima o desarticulados de tus prioridades reales.
Los descansos son una pérdida de tiempo.
Muchos piensan que trabajar sin parar es lo más productivo porque realizamos más tareas o actividades, pero no se dan cuenta que las últimas horas de trabajo son las más agotadoras y podrían estar haciendo mal su trabajo por estar cansados física y mentalmente. Tomar pausas activas a lo largo de la jornada laboral te hará recargar energías para continuar haciendo bien tu trabajo.
Depende de mí y sólo de mí lograr una meta.
No delegar tareas en tu equipo o compañeros de trabajo puede generarte intranquilidad y estrés. Hay muchas actividades que tú puedes compartir con alguien más y no por eso eres una persona menos profesional, al contrario, estás contribuyendo a descargar tareas que, a lo mejor, no te corresponden y así puedes enfocarte en las que sí.
El tiempo es dinero.
Una de las frases más populares es “el tiempo es dinero”, puesto que se cree que entre más tiempo te dediques a trabajar más retribución económica tendrás y esto es sinónimo de invertir bien tu tiempo.
Sin embargo, el tiempo no solo es oro, también es vida, ya que organizando y manejando mejor tus horas no sólo puedes ganar dinero, sino que también mejoras tu bienestar, tu salud y tu felicidad personal y laboral, cosas que el dinero no puede comprar.
Evidentemente, ser productivo en el trabajo es un esfuerzo que hay que hacer diariamente; sin embargo, cuando tienes claro cómo priorizar tus tareas y dominas las herramientas que existen para gestionar tu tiempo y tus responsabilidades, esto se convierte en parte de tu ADN.
Vivir un día a día productivo en el trabajo repercute considerablemente en tu bienestar y salud mental; ya que disminuyes los niveles de estrés, los conflictos laborales y te da una sensación de realización