No se trata de hacer más, sino de hacer con alma: mi visión sobre la productividad estratégica



¿Y si el problema no es cuánto haces, sino para qué lo haces? ¿Y si la verdadera productividad no se mide en número de tareas, sino en nivel de propósito? En este mundo que aplaude la velocidad y castiga la pausa, hemos convertido la productividad en una especie de altar moderno, olvidando que el alma también necesita agenda, que el propósito también necesita espacio.

Durante décadas he caminado los senderos empresariales como ingeniero de sistemas, administrador de empresas, mentor, empresario y, sobre todo, como ser humano en transformación permanente. Y si algo me ha enseñado el tiempo es que estar ocupado no es lo mismo que estar enfocado, y que tener muchas actividades no garantiza tener dirección.

Cuando vi el modelo de productividad estratégica de Juan Merodio, me resonó una palabra que me acompaña hace muchos años: consciencia. Porque la productividad sin consciencia es solo activismo. Es llenar el día de tareas que pueden parecer urgentes, pero que no necesariamente construyen lo esencial. Y eso, para un líder, puede ser una trampa tan peligrosa como el ego o el miedo.

Mi sistema de productividad no nació en un Excel. Nació en el cansancio de mis propios errores. En los años donde creía que estar en todas era sinónimo de liderazgo, cuando confundía compromiso con saturación. Nació en esas madrugadas donde mi cuerpo decía “basta” y mi mente seguía corriendo. Nació en el silencio de una libreta donde empecé a anotar, no lo que tenía que hacer, sino lo que no podía seguir postergando: mi coherencia.

Con los años, desarrollé una forma de organizar mis días que no parte de la urgencia, sino de la intención. Mi jornada no empieza con tareas, sino con claridad. A las 3:00 a.m., mientras otros duermen, yo leo, escribo, escucho lo que la vida me quiere decir ese día. Me conecto con lo invisible antes de sumergirme en lo concreto. Y desde ahí, planifico.

No uso herramientas complejas. Uso rituales simples con profundidad. Una hoja en blanco. Un espacio de respiración. Una pregunta esencial: “¿Qué es lo más importante que debo poner al servicio hoy?” Porque la productividad real no se mide en entregables, sino en impacto. Y el impacto no se logra desde el agotamiento, sino desde el equilibrio.

Una vez, un empresario al que mentoreaba me dijo: “Julio, siento que mi agenda me devora. No tengo espacio ni para pensar.” Le respondí: “Entonces tu agenda no es tuya, es del caos”. Y diseñamos juntos un nuevo sistema que no solo organizara sus tareas, sino que protegiera su energía. Porque no se trata de hacer todo, se trata de hacer lo correcto. Y lo correcto no siempre es lo urgente. A veces es lo que llevas meses postergando: una conversación, una decisión, una pausa.

En mi experiencia, un sistema de productividad consciente debe integrar tres niveles: espiritual, estratégico y operativo. Lo espiritual te recuerda para qué haces lo que haces. Lo estratégico te ayuda a elegir lo que realmente suma. Y lo operativo te permite ejecutar sin perder el rumbo. Cuando estos tres niveles se alinean, no solo produces más: produces con sentido.

Y claro, también integro tecnología. No para depender de ella, sino para liberar mi mente. Uso herramientas digitales que me ayuden a automatizar, delegar, recordar. Pero jamás permito que una aplicación decida por mí. La tecnología debe ser brújula, no destino. Y eso lo entendí cuando vi que muchos líderes estaban dejando que sus apps organizaran su vida, sin cuestionar si eso los acercaba o los alejaba de su verdad.

Mi productividad también respeta el cuerpo. No me interesa ser un robot de eficiencia. Me interesa ser un ser humano que honra su energía, que sabe cuándo trabajar y cuándo soltar. Que incluye espacios de descanso como parte de la estrategia. Que entiende que dormir bien es una inversión, no una pérdida de tiempo.

Y, sobre todo, mi sistema de productividad tiene alma. Tiene espacio para lo impredecible, para lo humano, para lo que no se puede medir en métricas. Porque hay días donde lo más productivo es mirar a los ojos a alguien que necesita ser escuchado. Hay días donde el mayor logro es decir “no” con firmeza. Y eso también es productividad estratégica. Porque si no sabes poner límites, te acabas.

En la Organización Empresarial Todo En Uno y en nuestras consultorías, trabajamos desde esta filosofía. Ayudamos a las empresas a crear sistemas reales, vivos, adaptables. No moldes rígidos, sino estructuras que respiran con las personas. Porque una empresa productiva no es la que más factura, sino la que logra resultados sin perder su alma.

La productividad no debe ser una carrera hacia el cansancio, sino una danza con el propósito. Y para eso, necesitas algo más que un método: necesitas una visión. Una mirada que conecte lo espiritual con lo técnico, lo invisible con lo medible. Que no te obligue a elegir entre ser eficiente y ser humano.

Y si estás leyendo esto, quizás es porque ya lo intuyes. Porque sientes que tu forma actual de trabajar necesita una evolución. Porque ya no quieres correr más sin saber hacia dónde. Entonces haz una pausa. Respira. Pregúntate: “¿Estoy siendo productivo… o solo estoy ocupado?” Y desde esa pregunta, empieza a rediseñar tu camino.

Porque al final del día, lo que cuenta no es cuánto hiciste, sino cuánto sentido tuvo. Y eso, solo tú puedes definirlo.

¿Tu sistema de productividad te está acercando o alejando de tu propósito? Si algo de lo que leíste hoy te tocó, agenda una conversación conmigo. No te ofrezco más tareas, te propongo más claridad. Porque a veces, lo que necesitas no es trabajar más… sino trabajar con sentido.

Agendamiento:                     AQUÍ

Facebook:                              Julio Cesar Moreno D

Twitter:                                 Julio Cesar Moreno Duque

Linkedin:                               (28) JULIO CESAR MORENO DUQUE | LinkedIn

Youtube:                               JULIO CESAR MORENO DUQUE - YouTube

Comunidad de WhatsApp: Únete a nuestros grupos

Grupo de WhatsApp:          Unete a nuestro Grupo

Comunidad de Telegram:   Únete a nuestro canal  

Grupo de Telegram:            Unete a nuestro Grupo

Blogs:   BIENVENIDO A MI BLOG (juliocmd.blogspot.com)

AMIGO DE. Ese ser supremo en el cual crees y confias. (amigodeesegransersupremo.blogspot.com)

MENSAJES SABATINOS (escritossabatinos.blogspot.com)

 

Agenda una sesión virtual de 1 hora, donde podrás hablar libremente, encontrar claridad y recibir guía basada en experiencia y espiritualidad.

👉 “¿Quieres más tips como este? Únete al grupo exclusivo de WhatsApp o Telegram”.


Y si esto te hizo pensar en alguien que necesita rediseñar su manera de vivir y trabajar, compárteselo con cariño. Porque la verdadera productividad es la que se contagia desde el alma.

Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente