¿A quién le hablas cuando creas contenido, productos o servicios? ¿A quién le tiendes la mano cuando diseñás una solución? ¿A quién miras con esperanza cada vez que abres tu correo o tu sistema de ventas? Tal vez, sin darte cuenta, estés dedicándole tu energía al cliente equivocado: a ese que se ve bien en redes, que tiene seguidores, que genera likes, pero que no compra, no construye, no regresa.
Tu cliente sexy no es el más llamativo. Es el más coherente. El que necesita de verdad lo que haces. El que te valora más allá del precio. El que te recomienda sin pedirlo. Ese que, como lo plantea Néstor Santos en su reflexión, no siempre es el más visible, pero sí el más vital.
En mis años como mentor y empresario, he cometido el error —más de una vez— de caer en la seducción del cliente aparente. Ese que parece una gran oportunidad. Que tiene un nombre rimbombante, que mueve cifras, que te ilusiona con una gran vitrina. Y cuando menos lo esperas, esa oportunidad se convierte en carga, en reclamo, en desequilibrio.
Porque hay clientes que compran tu producto, pero no entienden tu propósito. Que pagan tus servicios, pero no valoran tu proceso. Que se quedan con tu resultado, pero no te devuelven respeto. Y eso, con el tiempo, te erosiona. Te cansa. Te apaga.
Es por eso que hace años decidí enfocar mi energía en otro tipo de cliente. Uno que no necesita que le vendas, sino que le sirvas. Que no exige rebajas, sino coherencia. Que no mide solo lo tangible, sino lo relacional. Ese cliente existe. Y aunque no abunde, es suficiente para sostener y expandir un negocio con alma.
Recuerdo un momento clave en la historia de Todo En Uno.Net. Años atrás, estábamos a punto de cerrar un contrato con una empresa muy conocida. El trato parecía prometedor, pero algo no cuadraba. Había desconfianza, presiones, condiciones absurdas. Mi equipo quería seguir, seducidos por el prestigio de “sumarlo al portafolio de clientes”. Pero yo, con esa intuición que te regala la madurez, dije: “No.” Fue una de las mejores decisiones que tomamos.
En contraste, también recuerdo a Luz Marina, una emprendedora local, sin redes, sin logo, sin estrategia digital… pero con propósito. Contrató nuestros servicios con humildad, nos pagó puntualmente, nos refirió con honestidad y, hasta el día de hoy, sigue siendo parte de nuestra comunidad. ¿Qué cliente fue más sexy? El que nos permitió ser útiles, no solo visibles.
Hoy, en esta era de métricas vacías y seguidores que no se convierten en comunidad, es urgente redefinir la idea de lo “sexy” en el mundo empresarial. Lo sexy no es lo viral, es lo vital. No es lo llamativo, es lo que construye. No es lo masivo, es lo que permanece.
Y para encontrar ese tipo de cliente, primero hay que convertirse en ese tipo de marca. Porque los clientes que valoran desde la conciencia, solo se acercan a empresas que vibran en esa misma frecuencia. Si tu comunicación es solo seductora, atraerás curiosos. Si es auténtica, atraerás aliados.
Por eso, desde hace varios años, me esfuerzo en escribir, diseñar y enseñar desde mi verdad, no desde lo que vende más. Sí, a veces eso significa menos clics. Pero también significa más paz. Menos desgaste. Más vínculo real.
Una empresa —como una persona— también puede tener un camino de evolución. Hay negocios que nacen queriendo complacer a todos… y terminan perdiéndose a sí mismos. Otros eligen su nicho, su mensaje, su forma, y aunque crecen más lento, crecen más profundo. Yo prefiero lo segundo.
A mis 52 años, después de vivir casi todas las etapas que un emprendedor puede experimentar, te puedo decir con certeza que el éxito verdadero no es conquistar al cliente difícil. Es acompañar al cliente correcto. Aquel que se siente visto, acompañado, y que también te ve y te acompaña. Ese es el cliente sexy. El que se queda. El que construye contigo.
Este blog no es para que revises tu avatar de cliente ideal. Es para que revises tu dignidad como empresa. ¿A quién estás entregando tu energía? ¿Te están pagando con dinero… o también con respeto, reconocimiento, reciprocidad?
Porque el tiempo de tu equipo, tu visión, tu conocimiento, no es un bien de consumo. Es una extensión de tu ser. Y como tal, merece ser compartido con quienes lo honran.
¿Te has sentido agotado por clientes que no te valoran? ¿Te preguntas si vale la pena seguir así? Este es el momento de redefinir tu camino, tu cliente y tu energía.
Te invito a conversar. A revisar juntos si estás construyendo un negocio que atrae verdaderos aliados… o solo espectadores fugaces. Agenda una charla íntima y estratégica conmigo, sin compromiso. Solo tú, tu empresa, y tu cliente ideal… el de verdad.
Agendamiento: AQUÍ
Facebook: Julio Cesar Moreno D
Twitter: Julio Cesar Moreno Duque
Linkedin: (28) JULIO CESAR
MORENO DUQUE | LinkedIn
Youtube: JULIO CESAR MORENO DUQUE - YouTube
Comunidad de WhatsApp: Únete
a nuestros grupos
Grupo de WhatsApp: Unete a nuestro Grupo
Comunidad de Telegram: Únete a nuestro canal
Grupo de Telegram: Unete a nuestro Grupo
Blogs: BIENVENIDO
A MI BLOG (juliocmd.blogspot.com)
AMIGO DE. Ese ser supremo
en el cual crees y confias. (amigodeesegransersupremo.blogspot.com)
MENSAJES SABATINOS
(escritossabatinos.blogspot.com)
👉 “¿Quieres más tips como este? Únete al grupo exclusivo de WhatsApp o
Telegram”.
