Sentir desmotivación es parte natural de la vida.
A diferencia de lo que nos gustaría, siempre habrán momentos en los que perderemos la motivación.
De alguna forma, es una etapa de transición que nos ayuda a reconectar con lo que es importante y nos prepara para nuestro próximo paso.
Sin embargo, creo que es importante contar con algunas herramientas que nos permitan elevar la probabilidad de superar esa fase.
Una de esas herramientas es el lenguaje. Es decir, las palabras que utilizamos al expresarnos en nuestro día a día.
Personalmente, he encontrado cuatro palabras o frases que nos desmotivan:
Debí
Antes
Tengo que
Y si
¿Las has dicho alguna vez?
"Debí haber tenido más cuidado"
"Antes tenía más energía"
"Tengo que ir a trabajar"
"¿Y si me sale mal?"
Cuando utilizamos estas palabras le damos pase al arrepentimiento, la sensación de obligación y el temor. Todas ellas reducen nuestra motivación.
¿Por qué palabras podemos reemplazarlas?
Por las siguientes:
Aprendí
Ahora
Quiero
Si es que
Nuestro lenguaje luciría así:
"Aprendí qué es lo que más me funciona"
"Ahora tengo más experiencia"
"Quiero destacar para seguir creciendo"
"Si es que sale mal lo volveré a intentar"
Al incluir estas palabras en nuestro vocabulario emocional experimentaremos mayor satisfacción, sensación de libertad y valentía.
Estas emociones nos empoderan, nos motivan.
Te invito a utilizarlas más seguido.