El precio de las relaciones sanas

Estos últimos días, internamente en el equipo de Todo En Uno.NET hemos conversado un tema que nos ha movido el piso emocionalmente muchas veces: Nuestras relaciones.

Queremos regalarte algunas reflexiones y conclusiones a las que llegamos, porque al igual que nosotros seguramente tú también tienes relaciones (pareja, familia o amigos) que te gustarían que fueran más estables, que te regalen mayor paz y se vuelvan más fuertes y sanas.

Comenzamos:

1. Hazte las preguntas necesarias, aunque sean incómodas. Por ejemplo: ¿las personas que hoy pasan más tiempo conmigo me están aportando paz mental o me la están robando?, ¿me siento feliz con mi círculo social hoy?

2. Ocupa el lugar que te corresponde en la relación. Tú no puedes ser la mamá o papá de tu pareja, no nos toca ser el papá o mamá de nuestros propios padres. A esto le llamamos orden en una relación, toma tu lugar.

3. Nada es permanente; nosotros cambiamos, las relaciones cambian. Sólo quienes están dispuestos a reinventarse y a adaptar nuevas formas de verse y procurarse pueden sostener una relación sana y estable a través del tiempo.

4. Es importante que en una relación la energía circule en ambas direcciones. Comunícate, sé honest@, busca que sea recíproco.

5. Sé un buen compañero de vida. Guarda los secretos que te cuentan, llega a tiempo, sé confiable. Honra la confianza que los demás ponen en ti.

6. Respeta los procesos de la gente cercana a ti, entiende que ellos viven su vida como lo han decidido. No te agobies por algo que no puedes (ni deberías) controlar.

7. #FraseDeLaTribu sobre las relaciones: “Para mí lo primero es preguntarme y tener muy claro qué me apasiona y qué quiero, después preguntarme si eso lo quiero vivir y compartir con alguien. Creo que lo estable y sano es que cada parte de la relación pueda vivir su vida lo más plenamente posible siendo fiel a sí mismo.”

Y lo más importante,

8. No puedes pedirle al otro que te dé lo que tú no te das.

Imagínate que hiciéramos una lista de todo lo que soñamos recibir de nuestra pareja, familia o amigos. Por ejemplo: ser escuchad@, reconocid@, valorad@, aceptad@, amad@, tratad@ con respeto, con generosidad, con detalles, que yo sea una prioridad, que me dediquen tiempo, que me recuerden que soy suficiente, que nada me falta y nada me sobra, que merezco lo mejor… Y después se tratara de revisar si esa lista que pides, tú te la das a ti mismo.

Te imaginas las sorpresa cuando ese rayo revelador te mostrara que imploras que los demás te tomen en serio porque tú no lo haces? Que exiges que te den el tiempo que tú no te das, que te recuerden lo mucho que vales porque tú te criticas constantemente…

Revelador, ¿verdad?


Y porque tú también eres parte de esta conversación, queremos escucharte. Cuéntanos:

• ¿Qué tuviste que vivir para aprender a relacionarte sanamente?

Deseamos que este espacio de reflexión lo lleves a un siguiente nivel.



Con cariño,



Julioc
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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