Motivación y tecnología a la hora de trabajar en medio de un año de virtualidad

El desafío dejó de girar en torno a cómo incrementar la productividad a través de las herramientas digitales, para concentrarse en cómo utilizarlas para preservar la identidad corporativa

Sharita Bustamante

El transcurrir de la presente pandemia ha desmentido más de un falso imaginario; la tecnología como amenaza inminente del mercado laboral, es uno de esos. Hoy, tras poco menos de un año desde que llegó el virus al país, es incuestionable el papel que ha jugado la digitalización en la continuidad de los negocios, el sostenimiento de los empleos, la transformación del comercio y, en general, la sobrevivencia de todo el aparato productivo nacional.

En el caso de los equipos de recursos humanos, que por años tuvieron que hacer pedagogía frente al temor cinematográfico de ver robots reemplazando al talento humano, el desafío dejó de girar en torno a cómo incrementar la productividad a través de las herramientas digitales, para concentrarse en cómo utilizarlas para preservar la identidad corporativa, la cultura organizacional y el bienestar del trabajador.

Es un hecho -ampliamente demostrado a lo largo de los últimos meses- que medidas como el teletrabajo, lejos de ser un obstáculo para la operación de la gran mayoría de empresas, son un fuerte impulso al rendimiento de los equipos de trabajo. Sin embargo, el parámetro para evaluar la solidez de una empresa no puede estar determinado, exclusivamente, por los niveles de productividad; factores como la motivación, el liderazgo, el disfrute de las actividades y el sentido de pertenencia son variables que no se pueden dejar de lado, pues, en últimas, son la vía hacia la excelencia de los negocios.

Por eso, si se tiene en cuenta que el teletrabajo en Colombia pasó de un 11% de aplicación previo a la pandemia, a un 98% en los primeros meses de cuarentena y que, según algunos sondeos, se mantendría entre el 30% y el 70% una vez se concluya la emergencia, resulta evidente que los retos que plantea este esquema para la gestión de las personas no tienen nada de transitorios.

Así mismo, si se considera que una de las principales consecuencias de la consolidación de esta modalidad tiene que ver con la extensión de las jornadas laborales -que, de acuerdo con cifras de NordVPN, en algunos países alcanzó a ser de hasta el 40%-, es necesario que la infraestructura digital hacia la que están migrando miles de empresas en estos momentos contemple la importancia del factor humano, ya que, de lo contrario, es inviable sostener la operación empresarial en el tiempo.

En ese sentido, además optimizar el trabajo, la tecnología abre la oportunidad para seguir cultivando los valores organizacionales de manera remota, incluso, desde los mismos procesos de reclutamiento. En el caso de Comdata, por poner un ejemplo local, por medio de la iniciativa "RRHH sin fronteras", que incorpora innovaciones como la Inteligencia Artificial, los chatbots, los reportes en línea y las herramientas de analíticas avanzadas, la compañía logró reducir los tiempos y las fases de selección, lo que, a su vez, permitió la incorporación de nuevos talentos con expectativas más alineadas a las de la empresa.

Por todo esto, y dado que aún existen algunos interrogantes en torno al desenlace de la pandemia, es esencial que las organizaciones trabajen por ser tan productivas como humanas. En la medida en que la digitalización sea el mismo camino para acercarse a la eficiencia y al bienestar, el sector privado no solo estará en una mejor posición para contribuir a la reactivación económica del país, estará en posición de acercar a la población a una Colombia más próspera.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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