Aprenda a controlar sus gastos del primer semestre del año

A inicios de cada año se sufre con los costos y no llegan tantas alegrías para el bolsillo ¿Qué hacer entonces? Estas recomendaciones pueden ser de utilidad. 


 

Comienza el primer semestre del año y con él las facturas de los gastos del año anterior, recibos de matrículas de los hijos, las primeras cuotas del crédito de la universidad, recibos de las tarjetas de crédito, avisos de pago y hermosos recordatorios rodean las noticias: “aumentos de los precios de los seguros”, “pague con anticipación su impuesto de vehículos, predial”…y la lista sigue.

Parece ser que los inicios de cada año no traen tantas alegrías para el bolsillo, más bien replanteamientos a nivel financiero y nos preguntamos ¿y ahora de dónde voy a sacar el dinero para pagar todo esto? Aunque finalmente siempre logramos salir de éstos embrollos económicos sea financiando, pidiendo prestado a algún conocido o haciendo algunos sacrificios que implican dejar a un lado algunos proyectos que teníamos planeados ejecutar y ya estábamos a punto de hacerlos realidad (como pagar la membresía para ir al gimnasio, el viaje que tenía planeado desde hace años o iniciar por fin el curso de inglés que tanto necesito, por ejemplo)

En el ámbito de la economía del hogar y las finanzas personales el concepto de planeación parece convertirse en un ideal inaplicable. No por los teóricos quienes lo muestran como un evento necesario si se pretende cumplir con los deseos que llenan de satisfacción la vida normal de los seres humanos. Más bien en el nivel de ejecución ya que la mayoría de nosotros no encontramos la manera de llevarlo a cabo de forma efectiva y convertir la planeación financiera en parte de nuestro diario vivir.

Es importante tener presente que por encima de los gastos e ingresos que se tengan, el orden y la claridad de sus cuentas harán que tenga éxito en cualquier caso, ya que podrá lograr una consciencia en términos de “lo que tengo” y “lo que debo” realmente.

#1. Antes de iniciar con sus cuentas, verifique qué gastos son recurrentes anualmente y súmelos como un gran total: dentro de su previsión de gastos es importante tener presente que anualmente debemos pagar los impuestos, el SOAT, y gastos que parecen pequeños pero que nos vemos en aprietos para cumplir, como la compra de los útiles escolares de nuestros hijos, los uniformes y el equipamiento para empezar el año (recuerde que la ropa también se daña) y todos estos gastos finalmente resultan en eventos que año a año debemos cumplir pero que desafortunadamente solo los tenemos en nuestro radar mental una vez llegan a ser necesarios. Si los conoce un año atrás es mucho más fácil reservarlos de a poco.

#2. Estime con anticipación el monto de gastos para imprevistos que puede reservar: desafortunadamente solo contamos con fondos para destinaciones específicas cuando planeamos nuestros ahorros y olvidamos que los imprevistos suelen ser los que más recursos financieros demandan, motivo por el cual es importante tener presente un monto importante disponible para llevar a cabo en cuanto se requiera (por ejemplo una emergencia médica).

#3. No deje a un lado el monto que tiene para entretenimiento y viajes: Si contempla como un rubro de lujo y solo estima estos gastos como “lo haré solo si me sobra dinero” probablemente nunca logrará viajar, mucho menos lograr mejorar su calidad de vida realizando actividades diferentes a las que suele realizar durante el transcurso del año. Si contempla dentro de sus gastos anuales los montos que estima gastar para viajar el año próximo aumentará considerablemente las probabilidades de hacerlos realidad.

#4. Agregue a sus cuentas de “gastos mensuales” un poco más: cuando realizamos el cálculo de cuánto gastaremos en transporte por ejemplo, sumamos estrictamente la cantidad de viajes que realizamos, y ese valor lo cargamos a nuestras tarjetas de viaje. Con la alimentación tenemos en cuenta estrictamente el costo del mercado mensual, o la cuponera correspondiente a los almuerzos que consumiré durante el mes. ¿ha tenido en cuenta que quizá el bus puede vararse? ¿y si decide ir a visitar a algún familiar o amigo, ya se sale de su presupuesto? 

Es importante realizar redondeos en los montos mensuales de cada obligación que se tiene de manera tal que sea posible generar pequeñas excepciones y no nos veamos en aprietos por unos pocos centavos que nos hacen falta y nos generan el descuadre para eventos poco comunes que suceden en nuestro diario vivir.

#5. Sume los tres primeros ítems y divídalos en los 12 meses de año y guárdelos como si fueran un gasto mensual: Si ya conoce la cantidad de gastos eventuales que va a tener en el año, incluyendo imprevistos y entretenimiento y placer es posible distribuir dicho gasto en el año (esto con el fin de convertirlo en un rubro obligado a ahorrar) de ésta manera mensualmente podrá incorporar a sus gastos mensuales esa pequeña cuota de dinero que usará en determinado momento y será mucho más fácil responder a las obligaciones sin dejar de hacer lo que hace en su diario vivir.

#6. Guarde el dinero del ítem 5 en cuentas que no sean a la vista: Desafortunadamente cuando tenemos los fondos a la vista disponemos de ellos a manera de “pecadillo” y prometiéndonos siempre que los repondremos (evento que jamás sucede) volviendo nuevamente al ejercicio de desgaste anual en el cual debemos hacer sacrificios para responder a lo ya planeado. Motivo por el cual es importante reservar esa cuota de gastos anteriormente prevista en cuentas de ahorro en las cuales usted haya roto la tarjeta de retiros, tenga los fondos congelados para disponer de ellos o inclusive ubique esos recursos en entidades en las que resulte desmotivante y engorroso el retirar sus recursos. 

Esto último suena extraño pero claramente conveniente, ya que solo en el momentos que realmente se deba hacer uso del dinero tomaremos el tiempo para realizar la gestión correspondiente.

Recuerden que una correcta planeación de gastos y una claridad de los mismos desde inicio de año permitirán hacer mucho más llevaderas las obligaciones, y como consecuencia estaremos más tranquilos en los momentos en que se presentan los pagos. La culpa no la tienen las deudas o las facturas, la tenemos nosotros por dar por sentado que dichos rubros son inesperados, aun cuando sabemos que año tras año nos perseguirán sin darnos descanso alguno.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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