Aprenda a encontrar la palabra que cambiará su vida

Decimos que las palabras tienen poder, eso es cierto porque forma parte de la programación que ponemos en la mente. Por eso, elegir palabras hace parte de lo que hacemos y vivimos la vida. 

 

No se desanime si todavía no ha cumplido sus propósitos de este año. No necesita esperar a que se acabe para poder volver a empezar. Cada mes, incluso cada día es una oportunidad distinta.


Mire qué está haciendo mal. Porque si se tornó un mal hábito dejar para después las cosas o procrastinar seguirá repitiendo ese comportamiento quién sabe hasta cuándo. Por eso, sus deudas no van a disminuir, seguirá haciendo avances con sus tarjetas y a lo mejor, volverá a pedir prestado a sus familiares, quienes seguramente sabrán de sus malos hábitos y no le darán más dinero. 

En vez de eso, existe un método mejor. Es escoger la palabra que cada año le cambiará su vida. La escritora Minda Zetlin, coautora de The Geek Gap y colaboradora de Inc.com, reveló una sencilla y poderosa técnica que tiene para cambiar cada año con una sola palabra. Ella dice que este proceso lo aprendió del libro ‘Una palabra que puede cambiar tu vida’, escrito por Dan Britton, Jimmy Page y Jon Gordon. 

“Es un libro corto sorprendente, escrito para ser leído en una hora. Explica cómo los autores descubrieron que elegir una palabra que te guíe durante todo un año es mucho más efectivo y es más duradero que hacer un listado de resoluciones de nuevo año que probablemente ya serán olvidadas en abril. “Nosotros nunca olvidamos nuestra palabra”, escriben los autores”, afirma Zetlin. 

Lo que hizo Zetlin tiene mucho que ver con tener fortaleza mental y comprometerse con la técnica. Usted también puede hacerlo si sigue las recomendaciones que ella da. Pero primero le contamos cuál es la técnica que ella usa. Resulta que cada año se relee el libro de una hora, con lo cual llega a un estado mental para iniciar el proceso, el resto ya se lo contamos. 

#1. Desconéctese de la rutina diaria

Como todo tema importante, hay que estar tranquilo y ‘metido en el cuento’ para empezar este proceso de concentración. Encontrar esta palabra es un proceso contemplativo. Requiere de buscar un espacio y alejarse de todas las preocupaciones para poder sumergirse en sus propios deseos, pensamientos, temores y esperanzas. 

No será posible encontrar su palabra cuando está frente a su escritorio, con un computador al frente y delante de correos electrónicos para los que tiene que elaborar urgente una respuesta. Zetlin prefiere ir sola y buscar una mesa y un pocillo de café. O entrar en un espacio al aire libre, en contacto con la naturaleza es también una opción. Ni siquiera tenga el teléfono a la mano o desconéctese de él. Una vez esté desconectado del mundo, será más fácil escuchar con claridad sus pensamientos. 

#2. Hágase estas tres preguntas

¿Qué necesito? (Pero no es un deseo, es una necesidad)

¿Qué tengo en mi camino? 

¿Dónde tengo que ir?

Estas preguntas son esenciales, especialmente si en la primera identifica lo que es un deseo (ser millonario, querer conquistar al mundo), de lo que usted necesita, que es algo un poco menos ambicioso pero mucho más esencial. Mantener esa diferencia en mente hace que este proceso sea tan poderoso. 

#3. Abra su corazón y deje que la palabra llegue a usted

Para esto, Zetlin recomienda tener a la mano una libreta o una hoja cuando vuelva a conectarse con el mundo real y escriba debajo las respuestas a las preguntas. Cuando las escriba, la palabra o elección de palabras brotarán a la superficie. 

#4. Mantenga su palabra adelante y al frente

Una vez haya escogido la palabra, póngala en un sitio donde sea visible todos los días. Los autores de ‘Una palabra…’ recomiendan hacer un letrero o ponerla de protector de pantalla del monitor del computador. A Zetlin le funciona mandar a hacer una pulsera con la palabra escrita de cada año para llevarla consigo siempre. 

Esto tiene que ver en gran parte de que el proceso funcione, esa palabra le recordará todo el tiempo a actuar en esa dirección. Le ayudará a ver las oportunidades que todo el tiempo estarán alrededor suyo, así como cuando al comprar algún modelo de carro, usted se asegura de estar viendo ese modelo de carro en todos lados.

Zetlin dice que la primera vez que usó esta técnica fue en 2016. En ese año era una persona ambiciosa (todavía lo es) y buscaba tener grandes logros en su carrera. Pero cuando se preguntó qué quería y qué había en su camino, lo que escribió ‘soledad y aislamiento’. Su esposo había sido trasladado a otro estado del país y ella necesitaba encontrar compañía en su nueva ubicación. En ese año, la palabra que encontró fue ‘Conectar’. Así comenzó a tener nuevos conocidos y amigos.

En 2017 repitió el ejercicio y ese año hubo duelo por la pérdida de un amigo que había sido muy cercano por décadas. Después de seis meses sintió que toda la alegría había sido arrebatada, así que escogió la palabra ‘alegría’. Pero como escriben los autores de ‘Una palabra’, cuando se sumergió en sus pensamientos, una nueva e inesperada palabra surgió: ‘Ahora’. Esa se convirtió en un recordatorio que la vida es muy corta y que lo importante es vivir el momento, que hay que dejar de poner a un lado las cosas que son importantes. 

Ahora es una palabra de más nivel que conectar, narra Zetlin. Para este año ella siente que el futuro no se ve tan despejado, ya que su compañero tuvo un ataque al corazón en noviembre de 2017. Estuvo muy mal y aunque espera que puedan pasar muchos años juntos, eso no parecía ser así en octubre. Por un tiempo, creyó que la palabra sería ‘Sí’. Pero esa palabra era un problema porque parece una ilusión. Lo que realmente necesitaba era aceptar la situación, Abrirse al amor y al mal del corazón, a las nuevas experiencias. Así que la palabra llegó: “Abrir”. 

“Hubo muchas sorpresas especialmente en los últimos años, algunas de ellas desagradables. Y eso está bien, porque hará lo mejor para mantenerme abierta a todo”, agregó Zetlin.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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