Seguramente ya estás preparado para el Black Friday (y tu cartera también), has estado esperando bastante tiempo para pillar esa ofertaza y así llevarte eso que tanto esperabas a un precio de escándalo.
No hay nada de malo en aprovechar la oportunidad de algo si de verdad lo necesitas.
Pero ahí está la dificultad...
Saber distinguir si aquello que compras es por un deseo interno real, algo necesario y que te dará plenitud en tu vida o simplemente porque te has dejado influenciar por el entorno.
Date cuenta que vivimos en un sistema que se alimenta del consumo constante y muchas empresas crean tendencias en el mercado con el único fin de crear necesidades no reales en ti.
A estas empresas las llamo el ente sin alma.
Curiosamente este ente no puede sobrevivir sin ti, ya que cada uno de nosotros somos el proveedor de alimento para su supervivencia.
Por esa razón utiliza formas muy sutiles para manipularte y dirigirte hacia sus propios objetivos e intereses.
Si te soy honesto con este blog no tengo la intención de darte un discurso en contra del consumismo, para nada... porque yo mismo soy propietario de una empresa y vendo mis productos y servicios.
Simplemente quiero abrirte los ojos para que seas TÚ quien elija y no sea otro que lo haga a través de ti.
Yo en la medida de lo posible intento llevar una vida minimalista, es decir, que lo que tenga sea realmente lo que necesito y me haga feliz.
Para eso muchas veces he de frenar mis impulsos ante una compra y dejar pasar unos días para ver si realmente lo necesito.
Hace un tiempo publiqué un vídeo-artículo en donde resumo las prácticas que yo utilizo y la manera en que intento pensar para no caer en la trampa que te he mencionado.
Vida minimalista: Siéntete rico con lo necesario
Vivimos en un mundo cada vez más complejo en el que nos vemos desbordados por la cantidad de información, posesiones materiales y personas que forman parte de nuestra vida (después dicen que no hay abundancia).
Lo curioso es que eso produce en muchos de nosotros un empacho, un exceso que recuerda a cómo te sientes tras varios días de comidas copiosas en navidad.
A raíz de la necesidad de tener una vida más simple y de estar menos apegado a todo lo que nos rodea nació el minimalismo, por lo general podría definirse como menos es más, de ahí el auge de los estilos de vida minimalista.
Sin embargo, como siempre, me gusta pensar y reflexionar sobre las nuevas tendencias de entender la vida, ponerlas en tela de juicio y ver si realmente es útil para mi o si necesita de mi toque personal para que encaje en mi estilo de vida.
Me gusta entender el minimalismo como:
Ese estilo de vida en donde haces tuyo aquello que de verdad necesitas y trae consigo un mayor abundancia y felicidad.
Así de simple.
Como verás a continuación no se trata de ser un ruin, miserable o tacaño. ¡Nada de eso! porque la esencia del minimalismo desde mi punto de vista no es menos, sino mejor.
A continuación, voy a detallarte cómo entiendo yo este concepto y de qué manera lo aplico en diferentes áreas de mi vida.
Minimalismo en lo material
Mira a tu alrededor y observa las cosas que tienes, tus posesiones.
¿Necesitas todas ellas?
¿Forman parte de tu día a día?
¿Son imprescindibles?
¿Para qué tienes lo que tienes?
Simplemente quiero hacerte reflexionar ya que muy posiblemente gran parte de lo que tengas basándonos en lo que que es minimalismo para mi…
No lo necesitas y además tampoco te trae más felicidad y abundancia.
Quizá esta sea la temática que más aborda la vida minimalista el de las cosas materiales, así que me gustaría darte algunos ejemplos personales para que entiendas el enfoque.
Actualmente estoy viviendo en la bonita ciudad medieval de Cracovia, alojada en Polonia.
Cuando estaba viviendo en España tenía un coche, porque en Mallorca que es de donde procedo pues sin un automovil estás muy limitado, es algo que notas y que ademas afecta a la calidad de tu vida.
Curiosamente desde que vivo en Polonia nunca he sentido la necesidad de tener que utilizar un coche para tener que desplazarme a otro lado de la ciudad (a pesar de que es mucho más grande), dado que los transportes públicos son acojonantes.
Tener un coche en esta ciudad sería una carga en todos los aspectos y sobretodo para mis bolsillos. La comunicación con las principales atracciones del país también es exquisita, incluso para las principales ciudades europeas.
¿Tiene sentido entonces tener un coche?
No.
¿Es algo que necesito?
No.
¿Aportaría mayor felicidad y abundancia a mi vida?
La verdad es que… No.
Todo lo contrario, supondría una carga.
¿Y qué ocurre si me veo un día en la necesidad de ir a algún lugar en el que el transporte publico no llega en ninguna de las maneras?
Pues me alquilo un coche para ese día.
Creo que pillas lo que quiero dar a entender
También por otra parte, cuando empecé a querer a mejorar la calidad de mis entrevistas y mis cursos tuve que pensar en hacerme con un micro de calidad, de los buenos.
Siguiendo el estilo de vida minimalista tenía que ser suficiente para darme la libertad de cubrir todo lo que necesitase hacer, pero tampoco necesitaba algo ostentoso con mi funcionalidades. ¿Para qué?
Así que lo que hice fue comprarme este micro para tener una calidad profesional, existían otros micros que son de condensador como el que compré pero más populares y tenían más funcionalidades, pero honestamente no iban a brindarme más abundancia y felicidad.
La conclusión es que no se trata de tener menos, ni tampoco de tener más, se trata de tener lo mejor y que sea justo lo que necesitas.
Minimalismo en los objetivos
Quizá en este aspecto no sabemos llevar con tanta facilidad una vida minimalista ya que no es tan visible.
El principio sigue siendo el mismo:
¿Los objetivos que me estoy poniendo realmente son necesarios?
¿Aportan más felicidad y abundancia a mi vida?
Sino es así… deberás hacer un ejercicio de limpieza.
Me gustaría matizar que no se trata de no tener casi objetivos ni tampoco de tener muchos, tan malo es lo excesivamente poco como lo mucho.
De nada te va a servir plantearte un montón de objetivos para lograr a día de hoy, este mes o incluso este año, si de verdad no es algo que está alineado contigo y tampoco sientes que vaya a cubrir algo que de necesitas de corazón.
Por otra parte, no planificarte nada tampoco es la panacea, porque seguramente habrá objetivos que necesitarías llevar a cabo, que cubrirían necesidades reales que tienes y además te brindarían abundancia y felicidad.
En mi caso siempre suelo revisar qué objetivos me propongo para quedarme con lo esencial, lo que de verdad siento que necesito desarrollar y que sé que va a sumar notablemente en mis días.
Minimalismo en el pensamiento
Es hora de prestar atención a tus pensamiento, tanto a la cantidad como la calidad de ellos.
Fíjate que en este punto, quizá, voy a ser un poco polémico.
No por nada, sino simplemente porque ha día de hoy hay una tendencia a dar por hecho que hay que pensar poco, estar presente y vivir en el ahora.
Y entiéndeme, yo soy el primero que aplico el estilo de vida Mindfulness. ¡Me encanta! Pero lo uso cuando lo necesito
Te voy a poner un ejemplo muy sencillo y seguro que lo vas a entender.
Muchas veces tengo la costumbre de irme a pasear, simplemente para reflexionar y pensar. Es exactamente lo que necesito en ese momento y por lo general suele ser un bombardeo de ideas, creatividad y ocurrencias perfectas que me hacen sentir más abundante y feliz.
¿De verdad es el Mindfulness lo que necesito en ese momento?
¿Honestamente necesito reducir la cantidad de mis pensamientos?
¿Tengo que estar presente en el ahora?
Sinceramente no.
Si estuviese en el Mindfulness seguramente estaría enfocado en mi cuerpo, mis pisadas del momento en las hojas del parque, la brisa del aire golpeteando mi cara, mi respiración haciéndome sentir este único momento existente.
¡Todo eso está genial! Créeme que para la vida tan ajetreada que todos solemos llevar es fantástico, yo mismo lo aplico pero por qué debería ser una constante?
Por otra parte, te aseguro que hay veces que lo que necesito y me da más felicidad y abundancia es estar en este momento conectado, presente, sintiendo mi respiración, mi presencia y ser uno con todo.
Nuevamente: Menos no es siempre lo que necesitas.
Minimalismo en las personas
Este apartado me encanta porque además solemos aplicar el minimalismo de manera muy superficial y seguramente la mayoría pensará que ser minimalista en este aspecto es únicamente quedarte con amigos calidad.
Vamos, que gane la calidad por la cantidad.
Y en parte es cierto, yo lo he dicho en un montón de mis artículos, pero ¿qué ocurre? Que por lo general empezamos a desechar y realmente gente de calidad y que valga la pena apenas tenemos.
Así nos damos cuenta de que a lo mejor nos hemos quedado con una o dos personas y curiosamente nuestra vida social se ve muy reducida.
Sí, lo sé, quizá Paco y Lucía son unos amigos fantásticos pero obviamente tienen sus vidas y no pueden ofrecerte 24 horas al día su atención y tu a ellos tampoco, por lo que realmente reducir tu círculo social no necesariamente te ha hecho más feliz y abundante.
Con esto no estoy diciendo que tengas por tener, pero no siempre menos es mejor (que es la moraleja de este artículo).
Tal vez mantener el contacto con tu amigo Antonio para ir unas horas a la semana al gimnasio en donde os entendéis a la perfección en ese aspecto pues sea exactamente lo que necesitas o simplemente a ese grupo que todos los sábados ves para cenar y en el que habláis de cosas banales (que también se necesita).
Lo que quiero decir es que no te quedes con lo mínimo, sino con lo mejor en base a lo que necesitas.
Ese es un movimiento inteligente.
Como podrás imaginarte el escenario más común es ver a gente que tiene un montón de círculos sociales y relaciones con distintas personas que no le aportan absolutamente nada y que lo hacen únicamente para sentir algo en sus vidas al estar totalmente vacías.
Mi recomendación es: Elige bien, elige lo mejor.
Dos recursos interesantes para el minimalismo
El principio de Pareto
vida minimalista: cómoser minimalista
Este principio dice básicamente que el 20% de tus esfuerzos te ofrecen el 80% de los resultados y sinceramente creo que para la línea de minimalismo que estamos abordando en este artículo es simplemente genial.
Te voy a proponer algo:
Aplicar este principio en cada una de las áreas anteriores que hemos tratado.
Por ejemplo:
¿Cuales son el 20% de las personas que me traen más felicidad y abundancia?
¿Cuales serían el 20% de los objetivos que realmente necesito?
¿Qué 20% de las cosas materiales que tengo me traen el 80% de mi satisfacción?
Todo en uno
Este principio no es que alguien me lo haya enseñado, sino que es una forma lógica que utilicé para ser más eficiente y que todo ocupase menos espacio y tiempo.
Básicamente lo interesante de esta forma de actuar es que intenta unificar en un mismo punto diferentes cosas, de manera que si quería hacer 3 cosas (o las que sean) me permita hacerlo de una vez.
Por ejemplo:
Uno de mis objetivos era aprender inglés y esté me ocupaba un tiempo, a su vez quería socializar para ampliar mis círculos y también me interesaba ligar y conocer chicas nuevas.
Así que lo que decidí es ir a eventos de intercambio de idiomas en donde, aprendía inglés, socializaba con gente nueva (tanto nativos como extranjeros) y podía ligar con chicas en algunas ocasiones
Fue fantástico porque estaba haciendo 3 cosas que de verdad quería hacer pero en un mismo momento, sinceramente era una gozada.
De la misma manera que cuando quise aprender a hablar en público, me apunté a un club en donde se daban charlas en inglés, socializaba y a su vez me permitía mejorar mis habilidades de hablar en público.
Yo te animo a que intentes aplicar este principio a todo (si es necesario) ya que es una de las formas en que da la sensación de que abarcas muchísimas cosas pero realmente está muy condensado y es tremendamente efectivo.
Pues hasta aquí el artículo de hoy.
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