Las primeras impresiones son inevitables. Es por esto que la pregunta de cómo vestirse bien termina siendo fundamental para ser exitoso.
Puedes pasar mucho tiempo tratando de convencer a otros de tus cualidades, pero esto será mucho más difícil si tu apariencia no se sincroniza con los valores y principios que deseas transmitir.
La imagen que desees proyectar a los otros es un reflejo de ti mismo, aunque también puede ocurrir lo contrario. ¿Alguna vez has escuchado el término “vístete para el puesto que quieres, no el que tienes”?
Es real, y cómo vestirse bien, es fundamental para lograrlo.
El psicólogo e investigador Jeffrey L. Magee encuestó a más de 500 empresas para evaluar el impacto de la vestimenta y de cómo vestirte bien en el lugar de trabajo.
Sus estudios llevaron a la conclusión de que el vestuario informal conduce a modales menos estrictos al igual que la productividad, que en este caso puede ser menor.
Las conclusiones de Magee no deberían ser una sorpresa. Esta la razón por la cuál cómo vestirse bien es una de las claves para ser exitoso:
Es psicología simple
Piensa en tu experiencia personal. En una mañana cualquiera cuando te despiertas con pereza y el día está gris, todavía tienes tu pijama puesta y no te dan ganas de levantarte de la cama.
Pero tómate unos minutos para arreglarte y verás el cambio. Es increíble lo que un outfit puede hacer.
Te abotonas la camisa, te pones loción y tu ánimo cambia, te sientes con más energía… Lustras tus zapatos y estás listo para lo que sea. Es psicológico.
La ropa afecta la forma el cómo te sientes.
Los tenis te incitan a ejercitarte, unos zapatos elegantes realzan tu postura y te dan una sensación de elegancia.
Un traje te motiva a trabajar y a dar lo mejor de ti. Pensarás con mayor facilidad, tomarás decisiones más rápido y asumirás un mejor comportamiento.
La imagen que proyectas es muy importante, no solo para ti, también influye a las personas que te rodean como tus compañeros de trabajo y tus clientes.
Es vital que des tu mejor impresión todos los días tanto como puedas así nadie puede tener prejuicios erróneos contra ti. No dejes que nadie se interponga en tu camino hacia el éxito.
Puede haber un balance
En las empresas deben hacerse esfuerzos para mejorar la satisfacción de los trabajadores, y si un código de vestimenta está mostrando ser un obstáculo, entonces las medidas apropiadas pueden ser tomadas para hacer las pautas más flexibles.
El truco está en tener el balance correcto ya que para que incremente la productividad la comodidad también es importante.
Pero si esto requiere un nivel más bajo, entonces ese estándar necesita ser creado con sentido para que el rendimiento no se reduzca también.
De hecho muchas empresas son modelos de un equilibrio adecuado. Es posible mantener un sentido de la individualidad dentro de las líneas del profesionalismo
La conclusión
El debate sobre si las empresas deben mantener códigos de vestimenta tradicionales o adoptar nuevas políticas casuales todavía está en curso. Pero dejando de lado todos los argumentos, la conclusión es clara: La vestimenta importa, y mucho.
Si te enfocas en cómo vestirse bien, esto influye en cómo te perciben los demás, y puede influir en la reputación de toda una compañía.
Con el objetivo adecuado en mente – de apuntar hacia la productividad óptima – un buen sentido del vestido puede mejorar la ética laboral y, en consecuencia, lograr los máximos resultados.