Mucho deseo, poca conciencia: una mirada más allá del sexo en tiempos de escasez emocional


¿Qué está pasando con nosotros como sociedad cuando tenemos más ganas que sentido, más acceso que conexión, más cuerpos disponibles que corazones dispuestos?

Leer el artículo de El Tiempo, titulado “Ganas hay muchas, condones pocos”, me tocó profundamente. No solo por la evidente problemática de salud pública que revela, sino por la huella cultural y espiritual que deja entrever. No es solo la escasez de preservativos lo que debería alarmarnos… es la escasez de educación emocional, de relaciones conscientes, de humanidad en los vínculos que llamamos “sexo”.

Desde hace más de tres décadas acompaño jóvenes, líderes, padres, empresarios, parejas. He escuchado de todo: confesiones de amor, rupturas amargas, búsquedas desesperadas de placer como anestesia del vacío. Y hay un patrón que me sigue resonando: cada vez hay más personas buscando llenar con el cuerpo lo que no han logrado sanar con el alma. El sexo, que debería ser una expresión de la intimidad más profunda, se ha convertido muchas veces en un acto desesperado por sentir algo, lo que sea, aunque dure poco y no construya nada.

Cuando vi que se estaban agotando los condones en muchas regiones de Colombia, mi primer pensamiento no fue técnico ni logístico. Fue humano: ¿Estamos creando ciudadanos con acceso al cuerpo pero sin dirección del alma?
Porque más allá del condón como objeto, lo que escasea hoy es una conversación profunda sobre la responsabilidad, el cuidado mutuo, el amor propio y la sacralidad del encuentro íntimo.
No, no hablo desde un dogma. Hablo desde la vida. Desde el respeto a la energía más poderosa que habita en el ser humano: la capacidad de crear vida, de transformar emociones, de fundirse en otro sin perderse. Pero eso, mis queridos lectores, no se enseña ni en campañas de prevención ni en videos de TikTok. Se forma desde el hogar, desde la palabra, desde el ejemplo.

Recuerdo una conversación con un joven al que asesoré hace años. Tenía 19, era brillante, inquieto, lleno de ideas, y también de impulsos. Me dijo: “Profe, me encanta una chica, pero me da miedo que solo me use para olvidarse de su ex. ¿Y si yo también la estoy usando sin darme cuenta?”
Esa pregunta fue más madura que muchas otras que he escuchado de adultos con décadas encima. Lo invité a sentarse, respirar y preguntarse: “¿Desde dónde deseo? ¿Desde el vacío o desde la plenitud?”
El problema no es desear. Es no saber qué está realmente detrás de ese deseo.

Vivimos en una cultura que ha mercantilizado el cuerpo, que ha confundido libertad con desenfreno y que ha glorificado el sexo como una especie de droga emocional. Y sí, hay ganas. Y sí, hay juventud. Pero también hay heridas, traumas, desconexión, rabia no resuelta. ¿Cómo esperamos que una juventud que no ha recibido educación afectiva, que creció con modelos de relaciones basados en la posesión y el abandono, pueda sostener relaciones sanas, responsables y conscientes?

Desde mi visión integradora, que une tecnología, empresa, espiritualidad y cultura, no puedo dejar de pensar que esto también es un síntoma de algo más profundo. Una sociedad que busca performance más que presencia. Una generación hiperconectada pero sola. Jóvenes que pueden abrir 15 pestañas de contenido en un segundo pero no saben abrir una conversación incómoda con su pareja. Padres que hablan de valores, pero no se sientan a hablar de amor propio, de deseo, de consentimiento, de erotismo sano.

A veces me preguntan: “Julio, ¿y qué tiene que ver esto con empresa, con liderazgo, con productividad?”
Tiene todo que ver. Porque un líder desconectado de su cuerpo es un líder que también desconoce los límites, que explota sin darse cuenta, que confunde control con poder. Porque un empresario que no ha sanado sus vínculos afectivos, repite esos patrones en sus relaciones laborales. Porque la calidad de nuestras relaciones, íntimas o profesionales, nace del mismo centro: el de nuestra conciencia.

Hoy, como sociedad, estamos llamados no solo a repartir condones. Estamos llamados a formar seres humanos con capacidad de amar. A enseñar que el sexo no es solo prevención, sino también presencia. Que el placer no es pecado, pero tampoco es un parche para el dolor. Que la libertad sexual se honra cuando viene acompañada de una responsabilidad emocional.

Y que necesitamos líderes, maestros, padres y madres que se atrevan a hablar desde el alma, sin tabúes, sin moralismos, sin miedo, pero también sin irresponsabilidad.

Quiero decir algo más: si hoy tú eres joven, si estás experimentando, buscando, sintiendo… no te juzgues. Pero tampoco te desconectes. Tu cuerpo no es una herramienta para probar tu valor. No necesitas demostrar nada. El verdadero acto de madurez no es tener más sexo. Es poder decir “no hoy”, “no así”, “no sin amor”.

Y si eres adulto, padre, madre, líder… es momento de dejar de callar. Habla. Comparte tus errores, tus dudas, tus aprendizajes. Nadie necesita un adulto perfecto. Necesitamos adultos presentes.

Porque no solo faltan condones. Faltan conversaciones. Faltan abrazos sin segundas intenciones. Faltan jóvenes que se sientan amados por lo que son y no por lo que dan. Faltan hombres y mujeres que comprendan que el sexo es también un lenguaje… y que cada lenguaje puede construir o destruir.

He dedicado mi vida a formar líderes con alma. Hoy, más que nunca, necesitamos una revolución silenciosa: la de los vínculos conscientes. La de los cuerpos que se encuentran no por carencia, sino por elección. La de las relaciones que no solo se protegen con látex, sino con conciencia, ternura y verdad..

Si este mensaje resonó contigo, no lo dejes solo en la lectura. Transfórmalo en palabra, en diálogo, en presencia. Habla con tus hijos, con tus estudiantes, contigo mismo. Y si deseas construir relaciones más conscientes, más humanas, más verdaderas… hablemos. No desde el juicio. Desde la experiencia.

🧭 Agenda una charla privada aquí:

Agendamiento:                     AQUÍ

Facebook:                              Julio Cesar Moreno D

Twitter:                                 Julio Cesar Moreno Duque

Linkedin:                               (28) JULIO CESAR MORENO DUQUE | LinkedIn

Youtube:                               JULIO CESAR MORENO DUQUE - YouTube

Comunidad de WhatsApp: Únete a nuestros grupos

Grupo de WhatsApp:          Unete a nuestro Grupo

Comunidad de Telegram:   Únete a nuestro canal  

Grupo de Telegram:            Unete a nuestro Grupo

Blogs:   BIENVENIDO A MI BLOG (juliocmd.blogspot.com)

AMIGO DE. Ese ser supremo en el cual crees y confias. (amigodeesegransersupremo.blogspot.com)

MENSAJES SABATINOS (escritossabatinos.blogspot.com)

👉 “¿Quieres más tips como este? Únete al grupo exclusivo de WhatsApp o Telegram”.

¿Quieres que sigamos profundizando en estos temas con visión humana y transformadora?

Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente