No basta con ser bueno, hay que ser la primera opción

 


Ser la primera opción en la mente de un cliente no se consigue por accidente. Se construye. Se cultiva con intención, estrategia y, sobre todo, con autenticidad. A lo largo de mi trayectoria como empresario desde 1988 y como profesional multidisciplinario en psicología, neurociencia, sistemas y administración, he aprendido que destacar en un mundo saturado de opciones no es cuestión de gritar más fuerte, sino de conectar más profundo.

Al leer el artículo de Juan Merodio titulado “3 claves para convertirte en la primera opción de tus clientes”, recordé que ese objetivo —ser elegidos— es uno de los más complejos y valiosos en cualquier negocio. Y no hablo solo desde lo comercial, sino desde lo humano. Porque al final, las personas eligen con base en confianza, coherencia, emoción y valor real.

Desde mi experiencia, puedo afirmar que el primer gran error de quienes desean posicionarse es intentar copiar modelos ajenos. Quieren parecerse al referente, al líder del mercado, a lo que “funciona”... olvidando que lo que verdaderamente conecta es la autenticidad. Ser la primera opción no es una carrera por visibilidad, es una carrera por relevancia. Y esa relevancia se construye desde el conocimiento propio, desde la coherencia entre lo que se dice, lo que se hace y lo que se representa.

En términos psicológicos, hablamos del principio de consistencia: los seres humanos confían en aquello que se percibe como predecible y genuino. Si tu marca personal o empresarial cambia de rumbo cada semana, si tu comunicación carece de identidad o si prometes más de lo que puedes cumplir, perderás el lugar privilegiado en la mente del cliente. En cambio, si muestras solidez, compromiso, valores claros y una propuesta con propósito, te conviertes en una referencia.

Como fundador de Todo En Uno.Net y su organización empresarial, he visto de cerca cómo las empresas que logran posicionarse como la primera opción son aquellas que no temen invertir en tres aspectos fundamentales: autoconocimiento, estrategia y servicio. Y no se trata de tener grandes presupuestos, sino de tener una visión clara. Saber quién eres, a quién sirves y por qué lo haces mejor. Esa claridad genera atracción natural.

Pero también he aprendido que esta posición de liderazgo debe sostenerse con humildad. Porque ser la primera opción implica responsabilidad: la de seguir aprendiendo, evolucionando y escuchando. Como especialista en neurociencia cognitiva y del comportamiento, entiendo que el cliente cambia constantemente, y por tanto, nuestra propuesta debe estar en un estado permanente de mejora. No para parecer más, sino para ser más útil, más humano, más cercano.


¿Quieres ser la primera opción? Comienza por ser tú mismo.
Y luego trabaja cada día por demostrar, no solo lo que sabes, sino lo que haces con eso que sabes. Porque la experiencia sin propósito no transforma, y el conocimiento sin acción no impacta.

📌 ¿Quieres construir una marca personal o empresarial coherente, sólida y memorable? Podemos trabajar juntos en tu estrategia:
👉 Agenda una consultoría personalizada AQUÍ

🔗 Sígueme y sigamos creciendo juntos:

Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente