En un mundo donde las festividades navideñas suelen estar marcadas por la abundancia material y el consumismo, "La Vela de Navidad" nos recuerda que el verdadero espíritu de estas fechas se encuentra en los gestos de amor, esperanza y generosidad. Este relato nos transporta a la antigua ciudad de Reims, donde una pequeña luz y un gran corazón transformaron vidas.
La Vela de Navidad
En la víspera de Navidad, una multitud de personas alegres circulaba por las cercanías de la Catedral de Reims, una de las más antiguas de Francia. Niños reían y corrían, grupos juveniles cantaban villancicos y rostros dichosos iluminaban las calles. Sin embargo, lejos del bullicio, en una modesta vivienda junto a un desagüe maloliente, vivían tres corazones tristes: la condesa Marie de Malincourt y sus hijos, Louis y Jeanne.
La familia había sido despojada de su castillo y posesiones debido a la guerra. En medio de la pobreza, su único refugio era una pequeña casa, escasamente amueblada pero limpia y ordenada. Su recuerdo de mejores tiempos era un escudo que el pequeño Louis había rescatado durante su huida.
Esa noche, Jeanne colocó una vela en la ventana como símbolo de esperanza. Aunque tenían poco, su acto fue un faro para un chico solitario, desamparado y hambriento que vagaba por las calles de Reims. El joven, atraído por la luz, llamó a la puerta y encontró en la familia Malincourt calor, comida y consuelo. Pero este niño no era un chico cualquiera.
Minutos después de compartir su cena con él, una extraña luz llenó la sala. El chico, ahora radiante, les dijo: "Con su pequeña vela, han iluminado al Niño Dios en su camino al Cielo. Esta noche, sus ruegos más sentidos serán respondidos". Con esas palabras, desapareció en la oscuridad.
Al terminar la oración de agradecimiento de Marie, la puerta se abrió de nuevo. Esta vez, era su esposo, liberado de prisión gracias a la guía del misterioso joven. Desde entonces, cada Nochebuena, la familia Malincourt dejó una vela encendida junto a la ventana como recordatorio del milagro.
Reflexión
El relato de la vela de Navidad nos enseña que, incluso en los momentos más oscuros, un pequeño gesto puede iluminar el camino de otros. En un mundo tan necesitado de bondad y empatía, este relato nos invita a ser portadores de luz y esperanza. La historia de los Malincourt es una metáfora de cómo los actos de generosidad no solo impactan a quienes los reciben, sino que también transforman a quienes los realizan.
Únete a la Luz de la Navidad
Te invitamos a que este 25 de diciembre enciendas tu propia "vela de Navidad". Puede ser un gesto de bondad hacia alguien que lo necesite, un momento de reflexión personal o una acción que inspire esperanza.
Síguenos y comparte tus pensamientos:
Agendamiento: AQUÍ
Facebook: Julio Cesar Moreno D
Twitter: Julio Cesar Moreno Duque
Linkedin: (28) JULIO CESAR MORENO DUQUE | LinkedIn
Youtube: JULIO CESAR MORENO DUQUE - YouTube
Comunidad de WhatsApp: Únete a nuestros grupos
Grupo de WhatsApp: Unete a nuestro Grupo
Comunidad de Telegram: Únete a nuestro canal
Grupo de Telegram: Unete a nuestro Grupo
¡Celebremos juntos el verdadero significado de la Navidad!