El verdadero valor de las cosas: una reflexión para la Navidad

Julio Cesar Moreno Duque -
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La Navidad es una época que invita a la reflexión y al encuentro con lo que realmente importa en la vida. Muchas veces, el bullicio de las compras, los compromisos sociales y la prisa por cumplir con las expectativas nos desvían de lo esencial: el verdadero valor de las cosas. Este relato, ambientado en un contexto de compras navideñas, nos transporta a un momento de pureza y humanidad que todos necesitamos recordar.

El Relato:

Sólo faltaban cinco días para la Navidad. Aún no me había atrapado el espíritu de estas fiestas. Los estacionamientos llenos, y dentro de las tiendas el caos era mayor. No se podía ni caminar por los pasillos. ¿Por qué vine hoy? Me pregunté. Me dolían los pies lo mismo que mi cabeza. En mi lista estaban los nombres de personas que decían no querer nada, pero yo sabía que si no les compraba algo se resentirían. Llené rápidamente mi carrito con compras de último minuto y me dirigí a las colas de las cajas registradoras. Escogí la más corta, calculé que serían por lo menos 20 minutos de espera.

Frente a mí había dos niños, un niño de 10 años y su hermana de 5 años. Él estaba mal vestido con un abrigo raído, zapatos deportivos muy grandes, a lo mejor tres tallas más grandes. Los jeans le quedaban cortos. Llevaba en sus sucias manos unos cuantos billetes arrugados. Su hermana lucía como él, sólo que su pelo estaba enredado. Ella llevaba un par de zapatos de mujer dorados y resplandecientes.

Los villancicos navideños resonaban por toda la tienda y yo podía escuchar a la niñita tararearlos. Al llegar a la caja registradora, la niña le dio los zapatos cuidadosamente a la cajera, como si se tratara de un tesoro. La cajera les entregó el recibo y dijo:

—Son $6.09.

El niño le entregó sus billetes arrugados y empezó a rebuscarse los bolsillos. Finalmente contó $3.12 y dijo:

—Bueno, pienso que tendremos que devolverlos, volveremos otro día y los compraremos.

Ante esto, la niña hizo un puchero en su rostro y dijo:

—Pero a Jesús le hubieran encantado estos zapatos.

—Volveremos a casa, trabajaremos un poco más y regresaremos por ellos. No llores, vamos a volver.

Sin tardar, yo le completé los tres pesos que faltaban a la cajera. Ellos habían estado esperando en la cola por largo tiempo y, después de todo, era Navidad. En eso, un par de bracitos me rodearon con un tierno abrazo y una voz me dijo:

—Muchas gracias señora.

Aproveché la oportunidad para preguntarle qué había querido decir cuando dijo que a Jesús le encantarían esos zapatos. Y la niña con sus grandes ojos redondos me respondió:

—Mi mamá está enferma y yéndose al cielo. Mi papá nos dijo que se iría antes de Navidad para estar con Jesús. Mi maestra dice que las calles del cielo son de oro reluciente, tal como estos zapatos. ¡Creo que mi mamá se verá hermosa caminando por esas calles con estos zapatos! ¿No lo cree usted?

Mis ojos se inundaron al ver una lágrima bajar por su rostro radiante:

—Por supuesto que sí, le respondí.

En silencio, le di gracias a Dios por usar a estos niños para hacerme recordar el verdadero valor de las cosas.

Reflexión: el verdadero significado de la Navidad

Este relato conmovedor no solo nos lleva a reflexionar sobre el significado de los actos pequeños, sino también sobre el profundo impacto de la generosidad. En el contexto de la psicología, nos recuerda cómo los valores como la compasión y la empatía son fundamentales para construir una sociedad más humana.

Desde una perspectiva empresarial, la historia invita a reflexionar sobre el propósito que guía nuestras decisiones y nuestras acciones. Como líderes, debemos valorar a las personas por encima de las cosas, priorizando siempre las conexiones humanas.

Conclusión: una lección para la vida

La niña, al expresar que "a Jesús le hubieran encantado estos zapatos", nos enseña una verdad fundamental: el verdadero valor de las cosas no reside en su precio, sino en el propósito que tienen en nuestras vidas. En esta Navidad, invito a todos a detenerse un momento, reflexionar y mirar más allá de lo material. El amor, la fe y la generosidad son los regalos más valiosos que podemos ofrecer y recibir.

¿Quieres seguir reflexionando sobre el verdadero valor de las cosas y aprender cómo aplicar estas lecciones en tu vida personal y profesional? Te invito a ser parte de nuestra comunidad y explorar más contenidos que transformen tu perspectiva.

Que esta Navidad ilumine tu corazón con amor y gratitud.

Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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