Dile adiós a los clichés: las poses y actitud que te harán destacar como un profesional auténtico en tus fotos corporativas.


Con una mano en el corazón: ¿a quién le gusta hacerse fotos profesionales? Excepto que seas alguien que vive de la imagen o una figura pública, el 99% de los ejecutivos y profesionales que conozco detestan tomarse fotos corporativas.
Se ponen duros, tensos, ansiosos y la mayoría de las veces les tocan algunos fotógrafos inexpertos que no saben cómo descontracturarlos para encontrar su mejor ángulo y poder tener una edición de, digamos, diez tomas aceptables para distintas aplicaciones. 

Te guste o no, cuando desempeñas posiciones profesionales o ejecutivas, y más aún cuando tienes visibilidad pública, en algún momento te tocará hacer fotos profesionales.

Se trata de una serie de imágenes producidas previamente, en las que interviene el fotógrafo, iluminación profesional, algunos cambios de vestuario y fondos según la ocasión -neutros, con y sin logotipo de tu empresa- o en situaciones informales de trabajo. Incluso puede ser necesario maquillaje.

Ahora bien: por favor, no cruces más los brazos al ser retratado con fines profesionales. Esas fotos típicas de profesionales posando a tres cuartos perfil, mirando a cámara y con los brazos cruzados sobre el pecho no van más; al menos con esas poses de sonrisas fingidas y hasta de enojo, con los hombros subidos y la ropa arrugada.

Lo que dice tu cuerpo

Para quien no te conoce, el primer impacto que recibe al ver tu fotografía en un medio periodístico, en la web, un video o en una red social, es determinante de la imagen que se forjará acerca de tu valor profesional. Es crudo y duro, aunque es así.
Los voceros inexpertos y faltos de entrenamiento profesional cometen una y otra vez el error de confiarse en que con lo que saben o lo que tienen para decir es suficiente… cuando en verdad, al público le importa muy poco lo que él piense: cuenta la imagen que les proyecta.

Por ejemplo, en situaciones de oratoria y al hablar en público la cosa cambia, puesto que tendrás hasta los 20 segundos iniciales para ganarte la confianza.
La comunicación no es solamente palabras, ya que del 100% del total, un 90% o más son los gestos, y el resto, el mensaje.
Hay una polémica que a los científicos de comunicación no verbal les pone los pelos de punta, postulada por Albert Mehrabian, que indica que de ese 100% el 55% son gestos, el 38% el tono de voz y apenas del 7% las palabras.

“Todo depende de los contextos”, sentencian los científicos. Y así es: si una persona te conoce de antemano, tendrá un impacto distinto de tu imagen a aquella que por primera vez se choca con tu foto.

En cualquier caso, los gestos adquieren una importancia fundamental a la hora de transmitir lo que quieres denotar en tu imagen profesional. Veamos una síntesis:

Hoy, los brazos cruzados dejarían ver en el imaginario del que recibe el mensaje a alguien frío, distante, cerrado, egocéntrico, obstinado, a la defensiva y terco (atributos discordantes con el rol actual del liderazgo). Pero también esa pose de foto deja intuir a alguien con poder, fortaleza interna, seguridad, auto confianza y determinación (atributos positivos en sí mismos)

En una época, sobre todo en retratos de la era post industrial, marcaban poderío, cierta arrogancia y era un símbolo de estatus. De ahí que muchas fotos grupales de un equipo de trabajo ejecutivo sean alineados, divididos en dos, y todos de 3-4 perfil mirando a cámara.
Entonces, ¿dónde pongo las manos?

Hablamos de brazos y de manos, y aquí van otras opciones para tus próximas tomas:

Los brazos a los costados cayendo libremente,
O las manos levemente apoyadas una sobre otra sobre un escritorio;
O bien, las manos delante en posición neutral y de ojiva a la altura del ombligo si estás de pie,
También puede utilizarse algún elemento propio del trabajo (por favor, ¡tampoco van más las lapiceras simulando escribir algo!)
Incluso si cruzas los brazos, procura que ambas manos estén a la vista (simboliza transparencia; si bien al hacer la pose es bastante antinatural, en cámara da bien).



Estas son algunas de las opciones más amables y que simbolizan apertura, conexión, disposición al diálogo, cercanía, empatía; es decir, atributos más positivos, sin perder autoridad o dejar de marcar la autoridad -si eso es lo que se desea transmitir.

Antes de seguir, preparé algunos SÍ y NO (y TAL VEZ), para tus fotos profesionales, como una síntesis de conceptos como experto en comunicación, que te pueden ser de utilidad:









La opinión de fotógrafos especialistas en retratos corporativos

Es interesante también la mirada de los fotógrafos profesionales. Nicolás Pérez, que trabaja para grandes empresas y también para el diario El Cronista, lo explica desde una perspectiva técnica:

“Una postura 3/4 perfil y los hombros y cadera en esa posición, estiliza la figura. Respecto a los brazos cruzados, es una pose donde la gente se siente cómoda; y no tiene por qué ser seria si es acompañada por una sonrisa franca, e incluso, por ejemplo, apoyados sobre una ventana o pared.

No creo que marquen que el vocero tome distancia ni indica poder. Además, en fotos con brazos estirados obliga a abrir el plano para no cortar las manos, y entonces el rostro deja de tener tanto protagonismo. Por algo es una pose clásica que se sigue viendo en medios vanguardistas.”

Marca Personal alineada con el marketing corporativo

Cada vez se habla más del personal branding, la huella indeleble que deja tu hacer en el mundo y el posicionamiento y reputación ligado al desempeño profesional. Si bien está en auge como transmito en mis artículos y libros, la mayoría de los profesionales y ejecutivos se resisten a trabajar su imagen.

Es importante entender los retratos corporativos como parte de los elementos de comunicación visual del management de una empresa. Por lo tanto, también forman parte de su marketing personal.

“Cada una diseña un perfil de ejecutivos bajo ciertas líneas de marketing. Nunca fue necesario que los retratos de los directivos sean 3/4 perfil y de manos cruzadas, pero la realidad es que la mayoría lo hacía de esta manera porque es una forma simple, cómoda, fácil de ejecutar y hace sentir al vocero/modelo más empoderado con su imagen”, señala el fotógrafo corporativo Fabián Malavolta

Y revela un dato interesante: “Este tipo de pose de brazos cruzados se popularizó durante la era los Yuppies, la burbuja de Internet y el surgimiento de millones de nuevas startup. Por entonces, la energía y corta edad de los directivos, fotografiados por profesionales también de corta edad y experiencia, querían lograr pictures más descontracturados y cubrir su falta de sabiduría o experiencia en negocios con atributos a mostrar, como la fuerza; pero lo único que lograba es una postura más dura, inexpresiva y carente de contenido. Pero era efectiva en esa época.”

Hoy el panorama es completamente distinto; hay mayor conocimiento de las emociones, lo no verbal, el valor de la buena comunicación y la información circula a la velocidad de la luz vía Internet. Por lo tanto, todos estamos más expuestos dentro y fuera de las fronteras donde actuamos profesionalmente.

Hacia dónde van los retratos de ejecutivos

Definitivamente todo cambia. La tendencia actual es un retrato más espontáneo, donde el ejecutivo en su ámbito de trabajo y pueda mostrar distintas facetas en esas fotos corporativas.

Para quienes somos profesionales de la comunicación, sabemos que no siempre los medios de prensa u organizadores de congresos y eventos disponen de medios para tomar fotos ilustrativas. A veces la velocidad obliga a pedir a los voceros buenas imágenes profesionales. De allí que es esencial disponer de fotografías de calidad para que puedas disponerlas en cualquier momento.

Nicolás Pérez comenta que el cambio es más un conjunto de elementos más que la pose.

“Es importante la vestimenta, el fondo, los colores y, por supuesto, la luz. La iluminación es clave en la estética que se busca lograr. Los ejecutivos quieren verse modernos, relajados y más humanos. Como hoy muchas empresas tienen oficinas lindas, modernas y con espacios de relax, está bueno hacer retratos mostrando esos espacios”.

Y como detalle, agrega que los fotos infinitos -una estética que proviene de la fotografía de moda- se empiezan a utilizar cada vez más en retratos corporativos “con poses que pueden ser manos en la cintura, tanto parados como en banquetas altas. Incluso manos en los bolsillos, hombres sin chaqueta e incluso, arremangados; o sentados en sillones con manos hacia adelante. Siempre relajados y sonrientes.”
Los fotógrafos comentan que incluso se hacen retratos corporativos con vestimenta informal del vocero, en situaciones más reales respecto a su vida personal; buscando conectar esos dos mundos que, para muchas culturas corporativas, necesitan empezar a funcionar sincronizadamente. Esto tiene su lógica: somos una sola persona asumiendo diversos roles.

“¿La tendencia actual? Se va hacia un retrato más puro, con buena lectura y rápida de la imagen. También se busca hacerlo en locaciones naturales con todo lo que este mensaje aporta a la coyuntura o temas que comunica la empresa, generando así un ambiente más descontracturado”, comenta Fabián Malavolta.

“Sugiero hacer muchas tomas para tener más material para elegir; variar entre poses frontales, ambos perfiles, de pie y sentados, look formal e informal. Y algo esencial: lograr mucha transparencia en la mirada; sonrisas auténticas y medias sonrisas; e incluso en algunos casos, usar el blanco y negro, con el triángulo de Rembrandt (medio rostro iluminado, y el resto, sombras) para situaciones muy especiales, por ejemplo, un primer plano con mucho carácter”, agrega.

Como vemos, los valores actuales distan mucho de los de antes de la era de brazos cruzados: hoy se busca que el retratado transmita solvencia, carisma, empatía, conocimiento, transparencia, honestidad y solvencia en su rol.

En lo que sí coinciden todos es en una búsqueda permanente de mayor naturalidad, espontaneidad, solvencia y soltura a la hora de posar ante cámara para hacer tus fotos profesionales o corporativas.

Consejos de experto

10 tips para saber cómo prepararte con tus fotos corporativas y profesionales:

1) Siempre ten listo un pack de 5 fotos, de las mejores que puedas seleccionar.

2) No elijas tú sólo las imágenes: busca ayuda entre los profesionales de imagen y de comunicación.

3) Fotos variadas en vestuario, fondos y locaciones.

4) Archivos bien titulados con nombre y apellido, empresa y si es posible, el cargo.

5) Para fotos de mucho peso: conviene subirlas a un link en el servidor corporativo, y tenerlo listo allí junto con una breve biografía del vocero (no más de dos o tres párrafos cortos) con todos los datos de contacto.

6) Contrata e invierte en buenos profesionales para hacer un pack de diez o más fotos corporativas: no improvises. Actualiza las fotos una vez al año.

7) Revisa las fotos de tus perfiles en redes sociales, y elige una única imagen que utilizarás en todos.

8) Aprovecha eventos, conferencias y otras situaciones donde haya fotógrafos para hacer fotos de escena más espontáneas.

9) Cuidado con el excesivo Photoshop.

10) Tener siempre tarjetas personales encima para entregar a cualquier fotógrafo que te retrate en un evento o situación pública, al igual que a un reportero: ayudará a que escriban bien tus datos.
Aunque a muchas personas este le parezca un tema menor, no lo es: porque cuando llegue el momento, si no estás con la preparación adecuada, sólo tendrás dolores de cabeza. Recuerda: todo comunica en este mundo cambiante; y las fotos, también.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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