Siempre digo, que tu negocio es un reflejo de tu propia evolución y crecimiento personal. La persona que tú eres, es la que te lleva a hacer lo que haces y eso que haces es lo que te da lo que tienes. No hay más.
Sin embargo, solemos poner el foco en el HACER y el TENER olvidándonos incluso de quiénes somos realmente. Es entonces cuando NO FLUYES y tienes una sensación continua y agotadora de tener que estar empujando todo el rato para que las cosas sucedan.
¿Te has sentido así alguna vez?
Te aseguro que yo sí, especialmente en los 2 últimos años, hasta que caí rendido por el estrés y por los más de 20 kg de peso que le eché encima a mi cuerpo sin darme cuenta. El entorno nos da señales cuando no vamos por buen camino, pero el cuerpo grita.
Cuando paré para ver lo que estaba haciendo, me di cuenta de 2 grandes errores que estaba cometiendo:
✔ Llevaba demasiado tiempo trabajando exclusivamente detrás de una pantalla y me estaba aislando, dejando de hacer otras cosas que siempre me han gustado, como el networking o la formación presencial y que siempre habían formado parte de mi estrategia comercial.
✔ En mi afán por estar siempre al tanto de las novedades del mercado y formarme en todo aquello que me ayude a avanzar tanto a mí como a mis clientes, me estaba desviando de mi verdadero talento, el que me sale sin esfuerzo y el que más aporta a quienes ayudo a crecer personal y profesionalmente: ser la luz al final del túnel que les va guiando.
Que conste que esto no lo digo yo, es lo que me dicen la mayoría de mis clientes.
¿Por qué te cuento todo esto?
Porque si no estás fluyendo, si todo te cuesta una barbaridad, sólo puede ser por dos motivos:
✔ No estás diseñando ni el modelo de negocio ni la vida que realmente quieres vivir, esa que va con tu manera de ser y con tus deseos más profundos.
✔ Tienes miedos que te bloquean y no consigues superar para dar el siguiente paso.
Puede ser una mezcla de ambas cosas y de hecho, a veces, cierto miedo te lleva a encaminarte a proyectos o formas de hacer que crees que te van a evitar incomodidades cuando es justo lo contrario. Por ejemplo, el miedo a vender, te puede llevar a intentar otras cosas porque piensas que tu negocio no sirve y por eso no vendes, cuando en realidad no vendes porque no sales a vender. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Dicho esto y gracias al feedback recibido, quiero poner el foco en 2 áreas principales:
✔ Superar las creencias y miedos que te mantienen en un punto de estancamiento.
✔ Descubrir tus talentos y abrirte todo el abanico de estrategias para que implementes aquellas que más vayan contigo, porque sólo esas te acabarán funcionando.
En las últimas semanas he estado trabajando en el nuevo enfoque de mi web y en toda la artillería con la que ayudarte a alcanzar tus metas y vivir la vida que quieres, a saber:
✔ Nuevos contenidos del blog que volverás a recibir a partir de la semana que viene, con la dosis de inspiración necesaria para que sigas creciendo personal y profesionalmente.
✔ Nuevos programas 1 a 1 con los que conseguirás convertirte en el creador del tipo de vida que realmente quieres vivir.
✔ Cursos que iré impartiendo de manera virtual a lo largo del próximo año y que te haré llegar poco a poco.