No vamos a negar que emprender da un poco de vértigo.
Si bien yo soy el primero que te cuenta las cosas buenas de este estilo de vida, hay que decir que los primeros pasos pueden ser muy duros.
Esto echa para atrás a más de uno y es normal, porque dejas atrás muchas cosas.
Entre ellas la seguridad es la que más importancia tiene por lo general.
Si bien no hay nada seguro en esta vida lo que tienes que tener muy claro es que para emprender hay que saber gestionar la incertidumbre.
Va a pasar un tiempo hasta que conozcas a tu cliente ideal.
Va a pasar un tiempo hasta que alcances un grado razonable de visibilidad.
Va a pasar un tiempo hasta que la gente confíe en tu oferta.
Va a pasar un tiempo hasta que tus ingresos sean estables.
Todo eso da miedo y lo entiendo, porque yo lo he vivido.
Por eso mismo es indispensable que aquello que hagas sea tu propósito de vida y que te mueva más allá de cosas como la libertad o el dinero, porque si no abandonarás.
Siempre cuento que en mi caso fui muy impulsivo y no supe preparar bien mi plan de escapada.
Di un paso en el mundo emprendedor a lo loco
Sin un duro prácticamente…
Sin un mentor ni ninguna guía…
Sin los materiales necesarios…
Sin las personas apropiadas a mi alrededor…
Pero a pesar de las montañas rusas no ha ido tan mal.
Entonces, ¿si yo con mis dificultades he podido qué te hace pensar que tu no podrás?