¿Cuándo fue la última vez que pasaste un día sin pensar en tu negocio?
¿Eres capaz de recordarlo?
Probablemente no, porque tu negocio es como un hijo hambriento. Siempre necesita más de ti.
Estresante ¿Verdad?
Y el estrés es como un león sigiloso, acechando en la hierba. Cuando ataca, ataca fuerte, y tu salud es la primera en la lista de víctimas.
No te estoy diciendo esto para que te sientas mal. Yo estuve allí, cuando estaba preso de mis propios negocios.
Tus días se vuelven un desfile interminable de deberes, emergencias y entregas. No hay tiempo para lo que realmente importa.
¿Familia?
¿Amigos?
¿Unas vacaciones?
¿Con qué se come eso?
Ah pero espera, que no se detiene ahí. Cuanto más creces, más te atrapas ¿Por qué? Porque todo depende de ti. Tu presencia es tan importante que sin ella, tu negocio es un castillo de arena con el mar encima.
Ahora hablemos de la seguridad financiera a largo plazo...
¿Seguridad? Si el negocio no puede funcionar sin ti, no tienes un negocio; tienes un trabajo autoimpuesto de alto riesgo lo que es igual a cero seguridad.
Pero puedes cambiar todo esto. Puedes pasar de ser el recurso más sobreexplotado en tu negocio a ser el activo más valioso. De ser el cuello de botella del crecimiento a ser el catalizador.
¿Cómo?
Aplicar estas estrategias en tu negocio cambiará el juego por completo. De lo contrario, puedes despedirte de la libertad que tanto deseas.