Mira a tu alrededor un momento.
Eso es lo que hay.
Ni más, ni menos, ni menos, ni más.
Ayer hablaba con una amiga de su relación.
La comparaba con una relación anterior.
Y la comparaba con cosas que había sentido y que ahora no sentía.
No se puede solucionar una situación así.
Lo que hay es lo que hay.
Puedes aceptarlo y seguir en esa situación.
O puedes aceptarlo y cambiar esa situación.
Pero…
Lo que hay sigue siendo lo que hay.
Es como ir a la nevera, ver que tienes cinco limones, recordar el último verano y lo que te gustan las sandías y entonces querer tener tres sandías en lugar de los cinco limones que tienes.
Suena extraño…
Pero es que la mayoría de los seres humanos acabamos gritándole a los limones que sean un poco más sandías…
Podría alargarme, pero es que tengo poco más que decir.
Si ves que lo de gritar a los limones no te ha funcionado,
Si ves que lo de aceptar que lo que tienes son limones te cuesta,
Si ves que no tienes ni limones ni sandías y no te sientes muy en paz con la nevera vacía,
Y si tienes limones y sandías y ves que la situación parece más un potaje que una macedonia dulcita,
necesitas ayuda...