Tal vez les ha sucedido que inician una tarea y se demoran en materializarla, o que tienen tarea por realizar, pero la posponen indefinidamente. Muchas veces esas tareas son metas y sueños. A esa acción de posponer se le ha dado el nombre de procrastinar, el arte de iniciar y no terminar. Los que procrastinan nunca aplicaron la frase de mamá “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, más bien la entendieron al revés. Algunos dirían que la persona que procrastina es vaga o perezosa, pero otros dicen que es más un tema de muy mal manejo de las emociones que afecta la gestión del tiempo, como lo señala Tim Pychyl, un profesor de Psicología de la Universidad Carleton en Ottawa: “La procrastinación es un problema de regulación de emociones, no un problema de gestión de tiempo”.
Las emociones como el estrés, la ansiedad, la baja autoestima y la culpabilidad son causantes de la falta de consecución de las metas o tareas por realizar. El problema es que esto se convierte en un círculo vicioso, ya que al no cumplir la meta o tarea esto genera mayor estrés y ansiedad y por ende, una baja productividad. Hay dos videos muy interesantes que explican este tema de la
procrastinación de forma supremamente dinámica y divertida. El primero de ellos es una charla Ted de Tim Urban, titulada ‘En la mente de un maestro procrastinador’. En este video Tim explica qué pasa por la mente de una persona que aplaza tareas y cómo la falta de tener fecha límite genera que esto se convierta en un patrón de comportamiento. El segundo video es de Jim Kwik, que para los que no lo conocen es un gran entrenador mental, sobre todo en entrenar la memoria para poder ser más productivos.
Jim da dos recomendaciones para dejar de procrastinar: primero, procrastina la procrastinación, es decir, cada vez que desees posponer una tarea pospón esa emoción o ganas de aplazar. Segundo, parte las tareas en pequeños pedazos, cuando las tareas son muy grandes, la posibilidad de ejecutarlas es más difícil, pero si se parten en pequeños pedazos es más fácil poder ir avanzando y poder finalizar la tarea.
Finalmente, en la revista New York Times, Judson Brewer de la Universidad de Brown señala que el cerebro siempre está buscando recompensas y si no encuentra una buena recompensa para realizar la tarea o para no aplazarla, lo va a seguir haciendo hasta que encuentre una buena recompensa que motive a ponerse en acción. Esto nos lleva al tema de cambio de hábitos: si cada vez que tenemos un sueño o una meta por cumplir, la aplazamos, lo vamos a estar haciendo toda la vida, y resulta que el tiempo, queramos o no, pasa. Y a veces pareciera que la vida es larga, hasta que nos encontramos al final de ella y nos damos cuenta de todo el tiempo que perdimos posponiendo nuestra propia felicidad. Cabe recordar que la felicidad es una habilidad que se desarrolla con la práctica y en ese sentido es importante ponerla en movimiento y no en bloqueo por el aplazamiento constante.
Así que esta es una invitación a trabajar en evitar la procrastinación, analizar por qué razón lo hacemos y a trabajar en la gestión de las emociones para que estas no conduzcan la vida, sino que seamos nosotros los que direccionemos cada acción hacia esa felicidad y cumplimiento de sueños. Seguir los consejos de Jim Kwik y Judson Brewer, de esta forma cada año estaremos orgullosos de cada logro y paso que se dio para crecer y poner en movimiento esa armonía interna y felicidad.