En este momento en Colombia estamos en pleno periodo electoral, estamos en proceso de elegir un nuevo Presidente o Presidenta y de estos debates encontramos una lección de ventas y negociación que si la ponen en practica les va a permitir ganar dinero.
¿Mucho? Es probable.
Hace 8 días me vi completo el primer debate electoral después de que terminaron las consultas, 3 candidatos, cada uno con tendencias políticas supuestamente diferentes.
A pesar de que uno de los candidatos es mujer, me voy referir a ellos de forma genérica en masculino, no por que yo sea machista, quienes me conocen saben que de eso no tengo nada, simplemente lo hago porque el objetivo no es debatir de los candidatos, es aprender de ellos y utilizarlo en nuestros negocios.
Dos de ellos pasionales, se nota que viven y creen en sus posturas políticas, no digo que sean unos ejemplos de moral, ética y honestidad, pero se les nota claramente que están identificados con su postura.
Tampoco importa que digan cosas absurdas y sin sentido, las dicen con convicción, con emoción, están convencidos de lo que dicen y hacen que muchos de los electores se convenzan de la misma manera.
Generan amores y odios, lo cual se veía claramente en los comentarios de la transmisión que estaba siguiendo por Youtube.
El tercero totalmente plano, sin ritmo, me atrevería a decir aburrido, de bostezar.
Pero, ¿saben una cosa? si analizamos desde el punto de vista racional lo que este tercer candidato afirmaba, podría decir que existía mucha coherencia y verdad en lo que afirmaba.
Así que miraba las estadísticas de intención de voto que nos iba mostrando la transmisión.
Los 2 primeros se movían entre el 46% y 49%. El tercero 1%.
Aquí la gran lección:
“Para vender o negociar no es necesario simplemente tener el mejor producto o servicio, debes generar emociones al momento de comunicarlo, debes generar conexión”.
El 95% de las veces en las que tomamos una decisión de compra, de afiliación o simplemente de seguir a alguien, están basadas en emociones y después las racionalizamos para justificar nuestra decisión…
¿Y entonces?,¿Cómo arrancar?
Lo primero siempre es hablar de la emoción, no contándola, haciéndola vivencial.
Un ejemplo:
Es pasar de decir: “En mi gobierno voy a mejorar la seguridad en las ciudades.”
A:
“Vas a poder usar tu teléfono celular para comunicarte cuando estés en un transporte público, incluso en tu bicicleta, nunca más será un problema en tu ciudad. Estamos listos para crear espacios y ambientes totalmente seguros para ti y toda tu familia.”
Hagan el ejercicio, yo ya lo hice, la mayoría de las campañas de las empresas para captación y fidelización de clientes son aburridas, de bostezo, por eso no conectamos y si no conectamos, no compramos.
Y el bostezo llega además cuando nos comunican para vender algo y no para solucionarnos algo.
No entienden lo que nos duele...Somos sus ciudadanos, sus clientes, ¿acaso no lo saben? De pronto sí, pero el discurso parte desde la solución, no parte desde la necesidad, desde el beneficio que podríamos tener si tomamos la decisión de comprar, de votar.
Creo que es más simple de lo que pensamos, lo clave es cambiar el chip de cómo lo comunicamos.
Algo similar sucede cuando confundimos, cuando tratamos de adornar lo que decimos y lo que hacemos finalmente es terminar perdiendo a potenciales clientes que quieren que alguien los mueva. ¡Lo simple es mejor!
Pensemos en emocionar, dediquémonos a emocionar.
Mejoremos nuestro porcentaje de aceptación o conversión, no sea que nuestro número sea ese 1%, y terminemos responsabilizando al mercado, a la inversión pública, al clima, al dólar, o a la contienda electoral que por ahí he escuchado, dicen, nos paraliza el país.
Así que si quieres y te gustaría entender qué te falta a nivel personal o en tu empresa para conseguir resultados en ventas, envíame un mensaje y reserva un espacio de 30 minutos sin costo.
Es muy probable que encuentres un camino y de paso los resultados que buscas.
Un abrazo,
JULIOC
3104507737
«Me paro al lado de dueños y gerentes de empresas de negocios B2B a lograr resultados y crecimientos sostenibles, sin esos planes de acción y capacitaciones eternas que nadie ejecuta, creando aprendizaje en la ejecución para su empresa, que respaldan su gestión de ventas»