¿Sabías que muchas personas incluyendo médicos cuestionan a las vacunas? Así es. A pesar de que las vacunas son, sin lugar a duda, uno de los mayores avances de la salud mundial, las mismas han sido fuertemente criticadas. ¿Por qué? ¿Tienen alguna consecuencia que no conocemos? ¿Quiénes son los antivacunas? Estas y otras interrogantes serán respondidas para ti en las siguientes líneas, ¡sigue leyendo!
¿Quiénes son los antivacunas?
Los colectivos antivacunas son una minoría a nivel mundial. Sin embargo, se tratan de padres y médicos que están en contra de la vacunación de los niños. Cada vez son mayores las iniciativas que apoyan esta forma de proceder. Sin embargo, dentro de este grupo de personas hay distintas opiniones y diversos motivos por los cuales toman esta postura.
El caso es que, la inmunización no es obligatoria en varios países. No es de extrañar entonces, que la misma sea rechazada o invalidada, tampoco vacunar a los hijos es gratuito en todo el mundo; de hecho, en la mayoría de los países es pago. Ya sea por ignorancia, creencias o carencia económica es una realidad que muchos padres no vacunan a sus hijos.
En la mayoría de los casos, los antivacunas son padres o médicos que no consideran correcto el uso de estas medidas. Puesto que, piensan que existen otras alternativas para sus hijos. Es bueno destacar que, las vacunas han permitido la erradicación de muchas enfermedades que causaban la muerte de miles de niños día a día. Gracias a ellas, las tazas de mortalidad infantil han disminuido y las enfermedades han desparecido. Esto en general, hace que las personas olviden la posibilidad de adquirir enfermedades que se creen han sido erradicadas totalmente.
¿Cuáles son los motivos más comunes que mueven a los antivacunas?
Hoy en día, son diversas las causas que hacen que un padre tome la decisión de no vacunar a sus hijos, muchas de ellas no tienen nada que ver con carencias económicas. De hecho, los colectivos antivacunas, por lo general son personas de clase media que tienen acceso a la educación y cuyos recursos económicos permitirían pagar cualquier clase de vacunas. Entonces, ¿qué lleva a un padre a no querer vacunar a su hijo y poner en riesgo su vida? A continuación, explicamos los diferentes motivos que hacen que los antivacunas decidan no optar por la vacunación, ¡presta mucha atención!
¡Esas enfermedades ya no existen!
Como mencionábamos anteriormente, las vacunas han permitido desde su origen la erradicación de múltiples enfermedades, las cuales, hoy en día parecieran haber desaparecido totalmente. Muchas personas conciben a estas enfermedades como casos raros de otras épocas de la historia; la verdad no es tan radical. Resulta que, estas enfermedades pueden volver a propagarse si se da algún tipo de brote o foco infeccioso, enfermedades que se han vuelto infrecuentes justamente gracias a las vacunas. En la actualidad hemos olvidado la gravedad de estos males y sobre todo que son causantes de muerte infantil: enfermedades como la polio, la hepatitis B, la rubeola congénita, la difteria son solo algunas de ellas. Inclusive, en países pobres y subdesarrollados donde no hay un acceso a la salud estas enfermedades siguen causando estragos.
“El niño debe inmunizarse solo”
Se trata de una creencia popular muy común entre los colectivos antivacunas, consiste en pensar que la naturaleza es sabia y el cuerpo humano está diseñado para lograr combatir y superar a cualquier enfermedad. Bajo esta premisa, el no administrar las vacunas adecuadas permite que los niños adquieran inmunidad naturalmente. Esto, definitivamente sí es posible, el cuerpo humano gracias al sistema inmunológico puede hacerle frente a las enfermedades y superarlas.
Sin embargo, no todos los casos son exitosos. Además, existen enfermedades como el tétano que aunque se padezcan no generan inmunidad en el organismo y pueden volver a padecerse. Aunado a esto, existen otras enfermedades como la poliomielitis que pueden producir la muerte o dejar secuelas irreversibles en quien la padece.
“Mi religión no lo permite”
Muchos grupos religiosos debido a sus creencias, rechazan la vacunación en los niños. El credo determina ciertas reglas que el creyente debe hacer cumplir y de esta forma, no existe una opción para aquellos que pertenecen a una religión que prohíba las vacunas. De la misma forma, existen religiones que vedan tajantemente las trasfusiones de sangre y otras que solo acceden al tratamiento de enfermedades a través de medios naturales y alternativos.
Vacunar a los niños SÍ es necesario
Aunque la mayoría de los padres antivacunas han investigado y leído mucho sobre el tema, al final simplemente están mal informados. No vacunar a un niño no solo lo perjudica a él sino también a su familia y a quienes los rodean en general. Las vacunas ayudan al sistema inmunológico a tener herramientas para luchar contra las enfermedades, se tratan de un refuerzo muy beneficioso para mantener la salud.
La vacunación es tan importante que existen gobiernos, como el australiano, que han optado por quitar las ayudas económicas y los beneficios sociales a los colectivos y padres antivacunas, esto como medida que obligue a los padres a tomar conciencia y vacunar a sus hijos. Resulta que, la no vacunación no solo es competencia de la familia, también del estado, pues este último debe velar por el bienestar colectivo y por lo tanto, es imprescindible evitar cualquier clase de brote, foco de infección o proliferación de enfermedades que pueden evitarse a través del uso de vacunas. Lo importante es ir superando los miedos alrededor de este tema.