Hacer pequeños cambios en nuestra rutina para reducir el estrés es fundamental para que no derive en problemas graves de salud. Una dieta equilibrada, una rutina marcada de sueño y practicar ejercicio regularmente nos ayudará a conseguir estabilidad mental.
Cómo gestionar el estrés provocado por la pandemia y el teletrabajo
Se cumple más de un año desde el inicio del confinamiento en España a raíz de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19. Un confinamiento que duró casi tres meses, y que de un día para otro nos obligó a adaptarnos a nuevas rutinas y formas de relacionarnos, trabajar y, básicamente, llevar a cabo las actividades del día a día de una manera que, hasta ese momento, no habíamos contemplado.
En este sentido, nos acostumbramos a hacer ejercicio desde casa mediante clases guiadas en plataformas en línea, tuvimos que aprender a relacionarnos con nuestros seres queridos no convivientes por videollamada, olvidándonos del contacto físico, y se implantó el teletrabajo en todas aquellas empresas que no llevaban a cabo actividades relacionadas con servicios esenciales.
Concretamente y según datos de la Comisión Europea, se pasó de un 10% de empleados europeos que teletrabajaban antes de la pandemia a un 48% que confirmaron haber trabajado desde casa durante el confinamiento.
Aun así, y si bien el teletrabajo tiene ventajas innegables como el hecho de poder pasar más tiempo en casa, permitiéndonos compartir más momentos con nuestros convivientes y atender con más cercanía nuestra vida personal, lo cierto es que también ha generado una serie de inconvenientes: más tiempo de pantalla que se traduce en una vista más cansada, dolores de espalda y cervicales al adoptar malas posturas en sillas que no están hechas para trabajar o, como asegura Laura Palomares, psicóloga y directora de Avance Psicólogos, más reuniones online para compensar la falta de encuentros presenciales que se acaban convirtiendo en más horas de trabajo. “El problema es que el número y extensión de estas reuniones les reducen el tiempo para poder realizar su trabajo, por lo que al final echan horas extras”, asegura la experta.
Más cansados y estresados
Y es que estos aspectos de trabajar desde casa, sumados a la limitación en las reuniones sociales, pueden generarnos una mayor sensación de cansancio y estrés, que se dispara al sumar la incertidumbre sobre el futuro.
Este estrés, en palabras de Ana Romeo, directora de Recursos Humanos de Cigna España, “es uno de los principales factores de riesgo para la salud física y mental en el siglo XXI”. Por ello, y para evitar que acabe afectando a nuestra calidad de vida, “es clave estar más atentos que nunca a las señales de nuestro cuerpo y apostar por la prevención. Si no, estos problemas podrían dar lugar a patologías más graves como la depresión, la ansiedad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc.”, añade María Sánchez, e-Health Medical Manager de Cigna España.
Es fundamental estructurar nuestros horarios y mantenerlos, acostándonos y levantándonos a las mismas horas
Según informa Palomares, el estrés es una respuesta de nuestro organismo para afrontar las dificultades, pero cuando se mantiene en el tiempo sin que podamos controlar nuestras acciones para disminuir la sobrecarga, puede acabar derivando en problemas más serios. Es por eso por lo que es fundamental “mantener el equilibrio de nuestro reloj circadiano, ya que nos asegura el buen funcionamiento de nuestro sistema endocrino e inmunológico”.
Pero, ¿cómo podemos mejorar nuestra gestión del estrés para reducirlo y prevenirlo?
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Estructurar horarios de sueño
Cuando padecemos de estrés generamos más cortisol, una hormona que influye negativamente en nuestra calidad de vida. Por eso, una de las mejores maneras de alejarse de ese estrés es estructurar y mantener nuestras rutinas de sueño acostándonos y despertándonos a las mismas horas.
Al hacerlo, dormimos mejor y la calidad de nuestro sueño aumenta, algo fundamental para rebajar el estrés y recuperar la salud del organismo.
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Realizar ejercicio moderado
Hacer ejercicio tiene una larga lista de beneficios para nuestro organismo. Practicarlo de forma regular y de manera no muy exigente puede ser una vía de escape para desconectar del trabajo, activar nuestro metabolismo y dormir mejor por la noche. Además, sus beneficios serán todavía mayores si lo practicamos al aire libre y rodeados de naturaleza.
Eso sí: es importante no hacerlo durante las horas previas a ir a dormir, pues nos dificultaría la conciliación del sueño.
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Mantener una dieta equilibrada
Tampoco podemos olvidarnos de llevar una alimentación sana, en la que desaparezca la comida rápida y no falten nutrientes como las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales de forma equilibrada para mantenernos fuertes y saludables.
Al igual que con nuestra rutina de sueño, deberemos respetar unos horarios marcados de comida y procurar evitar las cenas más tarde de las 21.00, ya que las comidas abundantes pueden dificultar la digestión y la conciliación del sueño.
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Relaciones laborales sanas
Y si queremos reducir el estrés que nos causa el teletrabajo, no podemos olvidar cuidar nuestras relaciones laborales. Una comunicación asertiva tanto con nuestros compañeros de trabajo como con nuestra familia nos beneficiará enormemente, permitiéndonos crear relaciones más sanas que nos den estabilidad mental y favorezcan la sensación de felicidad.