Trabajar virtualmente o en un espacio colaborativo no son opciones contrapuestas; es en ese modelo híbrido donde está la clave del futuro laboral
En estos meses de pandemia todos nos hemos vuelto expertos en comunicarnos con los demás a través de la virtualidad. Fue ese mismo formato el que eligieron Claudio Hidalgo, head de WeWork Latinoamérica, y David Díaz, head de Zoom Latinoamérica, para conversar acerca de los nuevos hábitos que dejó el COVID-19 en el universo laboral. La reconocida periodista Susana Sáenz moderó este evento en el que se reflexionó acerca del pasado, el presente y el futuro de los hábitos en el mundo del trabajo.
“El primer espacio de oficina que tuvo la humanidad fue creado hacia el año 1700, con la aparición de la Revolución Industrial. En esa oficina los empleados trabajaban ocho horas diarias, los cinco días a la semana en un mismo lugar.” disparó Sáenz al abrir el evento. ¿Suena familiar? Hasta febrero del 2020 ese seguía siendo el modelo predominante en prácticamente todos los rubros y en todo el mundo. Pero el COVID-19 irrumpió este hábito y los cambios que trajo nos hacen cuestionarnos hasta qué punto ese modelo sigue funcionando para la humanidad de hoy, que tantos cambios y avances tecnológicos ha experimentado en los últimos siglos.
Herramientas conocidas, hábitos nuevos
Tanto Zoom como WeWork ya venían apostando a la innovación en lo que respecta al universo laboral. Por eso es que, cuando llegó la pandemia, ambas compañías se encontraron con bases sólidas que constituirían los pilares de aquello que se necesitaba para seguir trabajando a pesar del COVID-19. “A medida que iban pasando los días, que iban pasando las semanas,” contó Hidalgo “nos íbamos dando cuenta de que los espacios que nosotros teníamos estaban preparados para esa flexibilidad”.
Claro que nadie estuvo exento de la necesidad de adaptación que golpeó al mundo entero. En el caso de WeWork, los primeros esfuerzos estuvieron enfocados en la seguridad de los miembros y para ello se reforzaron los protocolos de higiene y se implementaron nuevas medidas de sanitización. Pero una vez que las condiciones estaban dadas para recibir nuevamente a los miembros, fue una grata sorpresa descubrir que el mercado se estaba ampliando. Después del furor del trabajo desde las casas, el péndulo empezó a estabilizarse en el medio, en la búsqueda de un modelo más híbrido que era justamente lo que WeWork tenía para ofrecer. “Empezamos a ver que nuestros clientes en lugar de ir a un solo edificio empezaron a ir a más de uno, el que les quedaba más cerca de sus casas. Y eso empezó a reactivar las visitas a nuestras ubicaciones.” contó Hidalgo. En WeWork las empresas encontraron la solución para brindarles a sus colaboradores un espacio de trabajo alineado con las normas de seguridad e higiene y equipado con las herramientas necesarias (como la tecnología, y los espacios ágiles y productivos) para llevar adelante la jornada laboral. “Cada vez que uno pone un pie en una de nuestras ubicaciones es que se enamora.” sostuvo Hidalgo.
Por su parte, Díaz compartió cómo fue el crecimiento de Zoom durante la pandemia. “Cerca de mil empleados se incorporaron a la firma en estos meses y no conocen las oficinas físicas ni a sus jefes”. Por esta razón ellos, de primera mano, experimentaron lo que es trabajar completamente de manera virtual, sus beneficios y sus necesidades. Saben entonces la importancia de incorporar funcionalidades colaborativas, dinámicas y creativas en sus productos y acompañar a sus clientes en sus experiencias virtuales de la mejor manera posible. Gracias a Zoom, empresas de distintas industrias pudieron seguir trabajando y, a través de sus nuevas implementaciones, lograron darle apoyo también a la cultura o comunidad de las compañías.
El futuro es híbrido
Tanto Hidalgo como Díaz coincidieron en que las habilidades que se desarrollaron durante la pandemia llegaron para quedarse, porque mejoraron la calidad de vida y nos ayudaron a optimizar nuestro tiempo. “La forma en que las personas trabajan ha cambiado para siempre” sostuvo Díaz. Pero más allá de lo que empresas como Zoom y WeWork puedan ofrecer, lo que será determinante para el futuro del trabajo, según Hidalgo, serán las decisiones de liderazgo que se tomen desde las organizaciones en relación a cómo quieren que sus colaboradores trabajen.
Para ambos ejecutivos no caben dudas: en el futuro se adoptará un modelo híbrido. Esto significa desarrollar nuevas formas de trabajo que permitan a los empleados moverse entre el trabajo en la oficina y el trabajo remoto, sin desatender la necesidad de conexión humana. Si bien con herramientas como Zoom quedó en evidencia que podemos estar conectados con cualquiera en cualquier momento, el espacio ofrece, según Díaz, un elemento que la experiencia virtual no puede suplantar.
En la misma línea, cuando Sáenz propuso pensar cómo será el futuro laboral de acá a diez años, Hidalgo sostuvo que el trabajo en sí se va a poder hacer desde cualquier lado. Lo único que va a seguir estando cien por ciento presente es la conexión entre las personas: la comunidad, la interacción, la relación interpersonal, que es lo que da lugar a la creatividad, el brainstorming, la innovación, y que impulsa la productividad de los colaboradores. Esto no significa, sin embargo, que las personas que trabajan en una misma empresa deban estar sí o sí juntas en un mismo edificio. Las interacciones con personas de otras organizaciones, que es uno de los beneficios que tiene WeWork, también pueden ayudarnos a impulsar el propio negocio.
Nada se pierde, todo se transforma
Antes la gente “tenía” que ir a trabajar a un lugar físico y ahora “quiere” hacerlo. El trabajo desde la casa no es sostenible en el tiempo, pero el destinar varias horas del día solo para el traslado a un espacio de trabajo, tampoco. Dos empresas que podrían parecer a simple vista contrapuestas, porque una impulsa la virtualidad (Zoom) y la otra el trabajo presencial colaborativo (WeWork), en realidad constituyen una sinergia. El futuro laboral necesita de ambos elementos para poder seguir adelante, más allá del COVID-19.
Muchas empresas crecieron gracias a que pudieron conectarse con sus clientes de manera virtual, según sostuvo Díaz hacia el final del encuentro. Y eso será parte de la nueva normalidad. Para seguir facilitando este modelo híbrido será necesario seguir invirtiendo en tecnología de punta.
Pero no hay que proyectar demasiado para saber cómo va a ser el futuro laboral “Nos tiene muy entusiasmados que estamos preparados,” sostuvo Hidalgo “El futuro del trabajo lo tenemos hoy día presente en nuestros espacios de WeWork y podemos empezar a disfrutarlo desde ya. Disfrutar de todo lo positivo que nos ha significado la pandemia. No tenemos que esperar, existe hoy día, lo podemos aprovechar.” Sin embargo, con lo que existe solo no alcanza “Necesitamos modificar rápidamente la legislación laboral para abrir las puertas a la flexibilidad, y contar con herramientas para cambiar la historia del trabajo para siempre”, concluyó.