La gestión y aplicación del conocimiento habilita ser flexibles y adaptables para asumir desafíos actuales y futuros.
Hoy nos movemos en una sociedad que se ha desarrollado gracias al avance del conocimiento y que se estructura y determina alrededor de este. Sin el conocimiento, existe el riesgo de perdernos entre una marea de situaciones, algunas más previsibles que otras, y que reconfiguran el entorno cambiante que determina a las personas y al desarrollo de los negocios.
Nada más claro que lo vivido a raíz de la pandemia. Esta situación ejemplifica la importancia del conocimiento para tomar decisiones con certidumbre y anticiparse a las circunstancias en la gestión empresarial. Cuando hablamos de conocimiento nos referimos a ampliar la mirada, solo así es posible observar distintas realidades. Las empresas deben tener presente no solo su producción o su mercado inmediato; hay que verificar cómo los cambios demográficos impactan sus negocios en el mediano y largo plazo, de qué forma el cambio climático generará presiones sobre insumos, entre otros aspectos clave para desarrollar su estrategia.
Otra ventaja de la observación estructurada del entorno es que permite trazar estrategias de largo alcance. Momentos como el actual ponen a prueba el lineamiento estratégico como guía para responder en la incertidumbre. Hacerlo efectivamente solo es posible si abordamos de manera integral la realidad empresarial y en un contexto amplio, diverso en actores y expandido en el tiempo.
Hoy los empresarios debemos estar abiertos a escuchar, aprender y a enriquecer a nuestras organizaciones con otras miradas y mantenernos actualizados sobre cómo evolucionan tendencias globales. En varios sectores las fronteras tradicionales se han diluido y surgen nuevos competidores, dada la transformación de hábitos de consumo y la irrupción de tecnologías. Entender el entorno dejó de ser opción.
Esto no es solo de grandes empresas, a las mipymes les resulta útil identificar realidades que las circundan: estudios recientes de la CAF y la Cepal dicen que la gran mayoría no sobrevive en los primeros 5 años de operación debido a su poca adaptabilidad a condiciones cambiantes del entorno. Esto inquieta cuando la pandemia ha demostrado su relevancia para el empleo y la reactivación económica.
A partir de estas realidades, desde Suramericana surgió la necesidad de analizar el entorno para reunir un conjunto de megatendencias y fenómenos con capacidad de impacto masivo, como la hiperconectividad, la escasez de recursos y los cambios en movilidad. Tal conocimiento está a disposición de los empresarios latinoamericanos en un Centro Especializado (segurossura.com), para aportar a su visión de anticiparse y enriquezcan la toma de decisiones. Aspectos allí descritos condicionan al consumidor e implican cambios en asuntos como cadena de abastecimiento, regulación, transformaciones tecnológicas y nuevos competidores.
Hoy, el conocimiento determina cómo mantenerse vigente. La gestión y aplicación del conocimiento habilita ser flexibles y adaptables para asumir desafíos actuales y futuros. La invitación a los empresarios es integrar el conocimiento a la gestión diaria para entender mejor el entorno, allí puede estar la diferencia que garantizará la sostenibilidad de su negocio.