6 formas de ahorrar energía en casa

Frenar el cambio climático y ahorrar en nuestras facturas a final de mes es posible. ¿A qué estamos esperando para frenar nuestro consumo energético?


Nos encontramos en un momento donde prácticamente todos somos conscientes de la emergencia climática que estamos viviendo. Frenar el cambio climático y luchar contra él es responsabilidad de todos, y hay que saber que gran parte del problema está relacionado con el derroche y malbaratamiento de energía, electricidad y agua.

Existen muchos pequeños gestos que, sin saberlo, conllevan que este derroche se siga perpetuando. Pero, ¿y si nos dijeran que cambiando algunos hábitos de nuestras rutinas no solo podríamos combatir el cambio climático, sino aprovechar para ahorrar en nuestras facturas a final de mes?

Ahorrar energía en casa es posible, y al hacerlo contribuiremos no solamente en el cuidado del medioambiente, sino también en un ahorro en nuestra factura energética.

Estas son algunas sencillas maneras de ahorrar energía desde casa:

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Consumo de luz

El primer paso para evitar un consumo exagerado y no deseado de energía es aprovechar la luz natural. Colocar el escritorio delante de una ventana favorecerá no solo la salud ocular (la luz natural es mejor para los ojos que la artificial), sino que permitirá un ahorro de energía. Siempre que entre suficiente luz natural en nuestra estancia, por tanto, es recomendable mantener las luces apagadas. Pasa igual si vamos de una habitación a otra: si estábamos en la cocina y vamos a estar un rato en el salón, recordemos apagar la luz de la cocina.

En caso de que la luz natural sea insuficiente y especialmente en los meses de invierno en los que oscurece antes, es recomendable usar luces LED, con un consumo de energía mucho menor.

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Cocinado

El cocinado es una de las tareas que conlleva un mayor gasto energético, pero existen maneras de que ese consumo sea mucho menor: en primer lugar y siempre que pongamos una sartén u olla a calentar (especialmente si usamos vitrocerámica), es recomendable taparlas. Si lo hacemos se calentarán más rápido y, por tanto, consumirán menos energía.

Asimismo, cuando necesitemos descongelar algún alimento, siempre será preferible que lo dejemos descongelar naturalmente. El microondas, en la medida de lo posible, solamente para calentar, y no para descongelar.

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Electrodomésticos

Si tenemos pensado adquirir un lavavajillas, secadora, lavadora o electrodoméstico similar, siempre será mejor comprarlos de la categoría A, ya que normalmente se trata de aparatos más eficientes y que generan un menor consumo. En Europa todos los electrodomésticos cuentan con una etiqueta que indica su categoría, por lo que no será difícil encontrarlos de este tipo.

En caso de que queramos gastar menos energía con los electrodomésticos que ya tenemos en casa, estos son algunos consejos:
Poner el lavavajillas, lavadora u otro electrodoméstico similar por la noche o a primera hora de la mañana (las llamadas "hora Valle"), pues se genera un menor derroche que durante el resto del día.
En la medida de lo posible, evitar usar secadora. Siempre que podamos, dejar secar la ropa en un tendedero.
Evitar dejar abiertas las puertas de nevera o congelador.
Para otro tipo de aparatos electrónicos o digitales como los cargadores, siempre es recomendable desenchufarlos cuando no se estén usando: aunque estén apagados o no estén funcionando consumen energía, así que siempre es mejor desconectarlos al terminar de usarlos.

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Ahorrar agua

El ahorro del agua también es algo importante y que debe tenerse en cuenta no solo para cuidar el medioambiente, sino también para ver un ahorro en nuestras facturas. 

Para hacerlo es tan fácil como ducharse en vez que bañarse, lavarse las manos con agua fría y, si se lavan los platos a mano después de usarlos, hacerlo en un recipiente y enjuagándolos, también, con agua fría.

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Aprovechar el calor residual


En tareas que requieran de calor como el planchado o el cocinado, es importante saber que se puede aprovechar el calor residual que todavía se desprende al apagar el aparato.

En el caso del planchado de ropa podemos empezar por planchar las prendas más anchas y desenchufar la plancha antes de hacerlo con las prendas más pequeñas, ya que el calor residual será suficiente.

Pasa lo mismo con el cocinado: podemos apagar la vitrocerámica o el horno unos minutos antes y dejar que la comida termine de cocinarse con el calor residual.

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Calefacción y aire acondicionado

Para evitar sorpresas no deseadas en nuestra factura energética también hay que mantener controlada la temperatura del hogar. En invierno, es importante mantener las puertas y ventanas bien cerradas para que no se escape el calor de la calefacción y la pongamos más alta. Y es que, por encima de los 20 grados, cada grado que sube encarece la factura eléctrica en un 7%. Reducir la temperatura en uno o dos grados nos permitirá ahorrar a final de mes.

Por ello también es importante apagar la calefacción una hora antes de acostarse o al salir de casa.

Y pasa lo mismo en verano: es recomendable usar persianas y cortinas para evitar el sobrecalentamiento en nuestra vivienda y que debamos usar más potencia en el aire acondicionado, y también deberemos recordar apagarlo antes de salir de casa o cuando no lo necesitemos.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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