No sé tú, pero yo estoy cansada de ver muertos vivientes caminando por las calles conectados al piloto automático, sin motivación, corriendo contra el tiempo para sobrevivir…
Porque hay que pagar facturas, porque hay que protegerse del virus que está inundando al planeta, porque ‘tienen que’ seguir unas normas...
Son miles los ejemplos de esclavitud en pleno siglo 21, cuando se supone que ya no existe...
Y esa justamente es la razón por la que todavía no logras el bienestar que tanto sueñas.
Porque estás manipulado y probablemente tú eres uno de esos esclavos camuflados.
Ya me estoy imaginando tu cara de indignación y lo que estás diciendo;
Ay por favor, ¿yo…? Es imposible, si yo puedo hacer lo que quiera con mi vida, a mí nadie me manipula...
Pero aquí estoy para decirte la verdad y quitarte el velo que te ha hecho creer que eres libre. Así que antes de que dejes de leer, déjame contarte rápidamente de qué se trata.
Fíjate bien…
Nuestra crianza ha sido el resultado de la información que pasa de generación en generación. Nuestros padres hicieron lo que mejor pudieron con lo que tenían;
Nos castigaban y obligaban a hacer lo que ellos decían, porque creían que así nos daban el fundamento necesario para afrontar la vida…
Como si por ser niños no supiéramos decidir y como si tuviéramos que sobrevivir en lugar de vivir plenamente felices.
Pero ojo que no estoy renegando del rol de mis padres conmigo. Al contrario, les agradezco cada cosa que hicieron, porque su crianza fue mi impulso para hacer las cosas diferentes…
Y una de las razones por la que hoy estoy aquí transformando el mundo contigo.
Además, la información que ellos tenían provenía de una manipulación más grande, la de los orígenes de la historia de la humanidad…
Cuando algunos se empeñaron en hacernos creer que;
Somos insuficientes y que debemos nuestras vidas a alguien más (un Dios, una religión, un padre o cualquier ‘autoridad’) para vivir como esclavos, creyendo que no lo somos.
Hemos vivido como niños obedientes sometiéndonos ante la autoridad, viviendo con miedo por esa manipulación que nos hizo creer que no somos suficientes.
Así que...
Es hora de liberarte, de vivir sin pedir permiso, sin esfuerzo y con la conciencia de que cada paso que das, te hace completamente feliz.
Y aquí estoy para ayudarte a lograrlo:
Toma conciencia de todo lo que ocurre en tu día a día y relaciónalo con situaciones del pasado similares. Revisa si existe algún patrón que repitas.
Fíjate (sin juzgar lo que pasó) para qué está pasando en tu vida, qué te está mostrando. Prueba pasando 24 horas sin reprochar absolutamente NADA.
Deja de ser un esclavo y escribe tu propia historia, la que se ajusta a lo que quieres, la que te recuerda que en lugar de venir a sobrevivir, viniste a ser plenamente feliz.
Porque hay que pagar facturas, porque hay que protegerse del virus que está inundando al planeta, porque ‘tienen que’ seguir unas normas...
Son miles los ejemplos de esclavitud en pleno siglo 21, cuando se supone que ya no existe...
Y esa justamente es la razón por la que todavía no logras el bienestar que tanto sueñas.
Porque estás manipulado y probablemente tú eres uno de esos esclavos camuflados.
Ya me estoy imaginando tu cara de indignación y lo que estás diciendo;
Ay por favor, ¿yo…? Es imposible, si yo puedo hacer lo que quiera con mi vida, a mí nadie me manipula...
Pero aquí estoy para decirte la verdad y quitarte el velo que te ha hecho creer que eres libre. Así que antes de que dejes de leer, déjame contarte rápidamente de qué se trata.
Fíjate bien…
Nuestra crianza ha sido el resultado de la información que pasa de generación en generación. Nuestros padres hicieron lo que mejor pudieron con lo que tenían;
Nos castigaban y obligaban a hacer lo que ellos decían, porque creían que así nos daban el fundamento necesario para afrontar la vida…
Como si por ser niños no supiéramos decidir y como si tuviéramos que sobrevivir en lugar de vivir plenamente felices.
Pero ojo que no estoy renegando del rol de mis padres conmigo. Al contrario, les agradezco cada cosa que hicieron, porque su crianza fue mi impulso para hacer las cosas diferentes…
Y una de las razones por la que hoy estoy aquí transformando el mundo contigo.
Además, la información que ellos tenían provenía de una manipulación más grande, la de los orígenes de la historia de la humanidad…
Cuando algunos se empeñaron en hacernos creer que;
Somos insuficientes y que debemos nuestras vidas a alguien más (un Dios, una religión, un padre o cualquier ‘autoridad’) para vivir como esclavos, creyendo que no lo somos.
Hemos vivido como niños obedientes sometiéndonos ante la autoridad, viviendo con miedo por esa manipulación que nos hizo creer que no somos suficientes.
Así que...
Es hora de liberarte, de vivir sin pedir permiso, sin esfuerzo y con la conciencia de que cada paso que das, te hace completamente feliz.
Y aquí estoy para ayudarte a lograrlo:
Toma conciencia de todo lo que ocurre en tu día a día y relaciónalo con situaciones del pasado similares. Revisa si existe algún patrón que repitas.
Fíjate (sin juzgar lo que pasó) para qué está pasando en tu vida, qué te está mostrando. Prueba pasando 24 horas sin reprochar absolutamente NADA.
Deja de ser un esclavo y escribe tu propia historia, la que se ajusta a lo que quieres, la que te recuerda que en lugar de venir a sobrevivir, viniste a ser plenamente feliz.