¿Crees que es tu jefe quien debe motivarte? ¿O, al contrario, eres empresario y opinas que los empleados deben venir motivados desde casa? ¿Y si la motivación debiera trabajarse por ambas partes?
En la motivación laboral parece haber una discusión ancestral sobre de quién es la responsabilidad de que la plantilla esté motivada. He oído de todo. Empresarios que creen que los empleados deben ir motivados de casa y empleados que opinan que la motivación debería correr a cargo del empresario.
Todo apuntaba a que nunca se iba a llegar a un acuerdo, sin embargo, la responsabilidad parece haber echado raíces en las personas, sean del cargo que sean, y ya se empieza a hablar de que la motivación es algo a trabajar por ambas partes, que todos deben hacerse cargo de ella y que echar la culpa a los demás no funciona.
La motivación es algo a trabajar por ambas partes, todos debemos hacernos cargo de ella ya que echar la culpa a los demás no funciona
¿Qué es más importante para conseguir motivación laboral?
¿Es más importante que los colaboradores se motiven a sí mismos o que las empresas inviertan en motivarles? Es una pregunta que se repite mucho y para que la que, me temo, no hay una respuesta cerrada.
Desde mi punto de vista tan importante es que las empresas tomen parte en el asunto, como que las personas nos ocupemos de trabajar en nuestra motivación internamente. Y, a más de uno no le va a gustar lo que voy a decir, pero por muchos esfuerzos que haga un empresario (desde fuera), es imposible motivar a alguien que no quiere ser motivado o que no sabe motivarse (desde dentro).
Creo que la raíz de la motivación es personal y debe ser lograda por los individuos, sin embargo, es fácil perderla y no querer recuperarla, si la empresa para la que trabajamos no se ocupa de su parte.
¿Quién quiere esforzarse en mantenerse motivado para trabajar en una compañía que no se preocupa por sus empleados, que no tiene valores o que no invierte en el bienestar de las personas que trabajan allí?
Me siento profundamente desmotivada, ¿qué puedo hacer?
Esta es una de las preguntas que más se plantean en torno a la motivación en el ámbito laboral, qué hacer cuando ésta ha desaparecido e ir al trabajo empieza a pesar más de la cuenta.
La motivación es personal, tan personal que las pautas generales suelen resultar demasiado superficiales, sin embargo vayamos con algunos puntos:
¿Qué ganas con tu empleo? Piensa bien en la respuesta, a menudo nos quedamos en el sueldo sin advertir que sacamos mucho más de lo que podemos imaginar.
¿Cómo te gustaría sentirte respecto a tu trabajo y qué puedes hacer para lograrlo?
¿A quién ayudas con tu actividad? ¿Qué estás aportando a la sociedad? ¿De qué manera contribuyes al mundo?
Estas son algunas preguntas que pueden encaminarte hacia la motivación, no obstante, si te has dado cuenta de que estás teniendo problemas con ello, no dejes de hablar con tu superior sobre el tema, de pedir ayuda o de reorientar tu trabajo. Todo lo que te sea posible hacer, hazlo.
Tengo personas a mi cargo, ¿qué puedo hacer para motivarlas?
Ponte en su lugar, practica la empatía, la compasión y la generosidad.
Habla con cada una de las personas que están en tu equipo y hazles saber que te preocupa su trabajo, su motivación y la forma en que su actividad afecta a su vida personal.
Si está en tu mano, solicita a la empresa que ponga a disposición de los empleados coaches, actividades, iniciativas y cualquier cosa que se te ocurra que puede ayudar a que las personas conecten con los valores de la empresa.
Sé flexible, comprende que todos somos diferentes y que lo que te funciona a ti no tiene por qué funcionar a los demás.
¿Qué pasa cuando la empresa no hace su parte?
Aunque esto está cambiando cada vez más, no me cabe la menor duda de que la realidad actual de muchas empresas es que no están haciendo todo lo que pudieran hacer por la motivación de sus equipos. Y eso se nota.
Las personas sabemos cuando nuestra empresa se está preocupando por nosotros y cuando no, cuando no hace más porque no puede o porque no quiere y, a ti empresario que me estás leyendo, confía en esto que te voy a decir: todo lo que inviertas en el bienestar de tus empleados tiene un retorno en forma de ambiente, cultura y rendimientos económicos. Merece la pena, I promise.
Todo lo que inviertas en el bienestar de tus empleados tiene un retorno en forma de ambiente, cultura y rendimientos económicos
Pues bien, si la empresa no hace su parte y eso te está afectando, lo primero que puedes hacer es coger las riendas de la situación: si ellos no te motivan, motívate tú.
Invierte en tu motivación, tu bienestar depende de ello. He oído muchas veces algo así como “¿pero cómo voy a contratar yo a un coach para algo relacionado con mi trabajo? ¡Eso debería pagarlo la empresa!”. Ciertamente, pero si la empresa no lo está haciendo y tú tampoco, lamento decirte que las consecuencias directas las pagas tú, y tu felicidad, por supuesto.
Por otro lado, estudia la posibilidad de proponer cambios. No sé de qué madera estará hecha la compañía para la que trabajas, pero cada vez están aceptando de mejor gana las propuestas, los cambios, las iniciativas sociales, incluso cuando esto les supone un gasto. En resumen, si la empresa no está haciendo nada, empieza moviéndote tú.
¿Cuál es la situación actual?
Por último, me gustaría dejarte una lista de consultas que he recibido vía Instagram, que no puedo responder porque son muchas, pero que sin duda son una buena foto de la problemática a la que nos enfrentamos.
Desmotivación general.
Rotación.
Equipos que no son equipos, sino grupos.
Motivación para lograr un primer empleo.
Cómo motivarse después de 12 años haciendo lo mismo.
Qué hacer cuando tienes un jefe tóxico o compañeros problemáticos.
De dónde saco la motivación si no me gusta mi trabajo.
Cómo mantener la motivación en proyectos largos.
Cómo no perderla ante los problemas.
Cómo me motivo si nadie hace ni el más mínimo cambio.
¿Qué te puedo decir? Cuando se trata de desmotivación, no estamos solos.
Hazte responsable de tu situación y haz todo lo que esté en tu mano. Las empresas están cambiando, pero no podemos esperar a que lo hagan si lo que está en juego es nuestro bienestar.