¿Qué recomiendan los expertos a padres, médicos y docentes para reducir estos riesgos?
Una persona revisa las redes sociales en su celular
Los adolescentes que utilizan sus teléfonos inteligentes por largos periodos de tiempo durante el día pueden ser más propensos a la ansiedad y la depresión. Así lo dejó ver un reciente estudio realizado por la Canadian Medical Association (Asociación Médica de Canadá o CMA por sus siglas en inglés), por medio de un informe publicado en la revista de la misma institución.
El artículo, titulado 'Teléfonos inteligentes, uso de redes sociales y salud mental en jóvenes' sostiene también que quienes dedican más tiempo a estos elementos tienen más posibilidades de contar con pensamientos suicidas.
El documento, que no considera los juegos en línea, contiene una orientación sobre cómo ayudar a los adolescentes a administrar el uso de teléfonos inteligentes y redes sociales para lograr un equilibrio saludable entre las horas de sueño, el trabajo académico, las relaciones sociales y la actividad en línea.
La Dra. Elia Abi-Jaoude, autora principal del estudio, sostuvo en el mismo que no es práctico prohibir el uso de las redes sociales a los adolescentes. Sin embargo, aconsejó a médicos, padres y docentes a que incentiven límites con el fin de lograr un uso saludable de estos elementos.
“Dada la importancia de involucrar a los jóvenes en la mitigación de los daños potenciales de las redes sociales, un enfoque prohibicionista sería contraproducente. Para los adolescentes de hoy, que no han conocido un mundo sin redes sociales, las interacciones digitales son la norma", se lee en el estudio.
De acuerdo con el estudio, las redes sociales y el estar inmerso en el mundo de la tecnología puede generar conflictos en el sentido de identidad de los adolescentes, ya que se potencia la necesidad de aceptación, lo cual a largo plazo puede afectar las habilidades sociales de la persona.
A esto se suma una amplia gama de presiones, así como desinformación y coerción que genera comportamientos nocivos como las autolesiones y problemas de salud mental, principalmente ansiedad y depresión.
Pero uno de los aspectos más importantes de la investigación tiene que ver con el tiempo que los jóvenes dedican a interactuar con estas plataformas, lo cual puede causar un desequilibrio frente a otras actividades de la vida diaria, como el sueño, las actividades en familia, el deporte y el desempeño académico.
De esta forma, se pudo determinar que los adolescentes que más utilizan sus teléfonos celulares corren riesgo de dormir menos y hacer menos actividad física, lo cual deriva en problemas de salud, así como bajo desempeño académico, irritabilidad, entre otros.
Pese a eso, también se destacaron puntos positivos de la interacción con los teléfonos celulares en los más jóvenes: "Los beneficios potenciales del acceso en línea a información productiva sobre salud mental incluyen alfabetización mediática, creatividad, autoexpresión, sentido de pertenencia y compromiso cívico, así como las bajas barreras a recursos como líneas de crisis y terapias de conversación basadas en Internet".