Marta y la ortografía de los nombres propios

El experto Fernando Ávila resuelva esta duda idiomática en su columna Lenguaje en el tiempo. 


El primer nombre de la vicepresidenta colombiana es Marta, sin hache, en español, y no Martha, con hache, en inglés. 

Cita: “La vicepresidenta Martha Lucía Ramírez aborda en sus programas problemas sociales”. El primer nombre de la vicepresidenta colombiana es Marta, sin hache, en español, y no Martha, con hache, en inglés. En nuestro idioma no hay th, por lo que nombres ingleses como Theresa, Thomas, Nazareth, Edith, Judith, Ruth se escriben en español sin hache, Teresa, Tomás, Nazaret, Edit, Judit, Rut.

Las palabras con th que figuran en el Diccionario de la lengua española, 2014, son extranjerismos, como apartheid, ethos, ex cathedra, luthier, pathos, thriller, que tienen su lema en cursiva, como corresponde a los extranjerismos, e híbridos, como beethoveniano, goetheano, goethiano, luthería, rutherfordio, que no están en cursiva, pues no se trata de extranjerismos plenos, sino de vocablos en los que la primera parte conserva la escritura del idioma original. De hecho, un par de estas voces remiten en el mismo diccionario a sus formas españolas, que también son apropiadas, aunque menos frecuentes, ex cátedra y lutier.

El tema inmediatamente trae a cuento la famosa frase “Los nombres propios no tienen ortografía”, principio con el que se defienden las peculiaridades de la marca personal de cada quien. La mejor respuesta a ese disparo retórico es el título del capítulo 7 de la Ortografía de la lengua española, 2010, “Ortografía de los nombres propios”. Este capítulo incluye normas sobre la escritura de antropónimos sencillos, Helena y Elena, y compuestos, Juan José y Juanjosé; de sus versiones cariñosas, Lili, Lola, Santi, Juampa; de los apellidos simples, Valdivia y Baldivia, Vásquez y Vázquez, y de los compuestos, Ladrón de Guevara, García-Peña; de los alias, el Tigre, la Gata; de los históricos, san Juan Bautista, Juana de Arco, Ana Bolena; de papas y reyes, Benedicto XVI, Felipe VI, Isabel II; de los indios norteamericanos, Caballo Loco, Toro Sentado; de los de ficción, Gregorio Samsa, Harry el Sucio... En algún momento el capítulo se detiene en la cuestión de las tildes. Recuerda que deben llevar esta virgulilla nombre como Álvaro, Ángel, Paláu, y coma, cuando se invierten los términos, García Márquez, Gabriel.

Más delante vienen normas sobre la correcta escritura de los topónimos, Los Ángeles, Medellín, Bogotá. Aquí se detiene en los exónimos (traducción de nombres geográficos extranjeros), Pekín, Copenhague, Nueva Jersey, e incluso señala pautas para la escritura de derivados de nombres propios, trotskista, y de marcas, yacusi.

Varios 

“Como Raquel, en la quien confluyen ese misticismo de la religión...”. Mejor, “... en la que...”.
“Estoy súper interesado”. Mejor: “... superinteresado”.
“Cuando recién se habían establecido las primeras plantaciones”. Mejor: “Cuando apenas se habían...”.
“Implicaba darse cuenta que de esa materia...”. Mejor: “... darse cuenta de que...”.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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