¡Ya no te amo!
¡Déjame por favor en paz!
De una vez por todas: ¡esto se ha terminado!
Necesito una pausa y tiempo para estar sola.
Me gustas mucho pero por el momento no quiero tener una relación.
Hay alguien más.
No tenemos nada en común.
Estas declaraciones expresan claramente el deseo de tu pareja por libertad y aceptación. Y en muchas ocasiones no significan precisamente que todo haya terminado.
La separación tampoco es fácil. Muy frecuentemente guarda sentimientos por ti, aun cuando quiera disimular lo contrario. Pero al final de cuentas, quiere evitar que estos sentimientos se vuelvan un obstáculo en su camino.
Con estas declaraciones, tu pareja está creándose una barrera de protección con la que quiere darte a entender que necesita espacio libre. Necesita reflexionar, quiere imaginarse cómo sería vivir sin ti y sobretodo, quiere despejar su mente.
En esta situación tienes exactamente 3 formas de comportarte, de las cuales dos no son recomendables. Puedes renunciar a tu pareja y dejarla para siempre, puedes contactarla seguido para que no te olvide, o bien puedes darle el espacio que tanto desea.
La última es la correcta. Deja a tu pareja tranquila por un tiempo y trata de minimizar el contacto o eliminarlo por completo. sobre cómo puedes, en los próximos días y semanas, trabajar en tí mismo y en tu vida, también sobre cuándo puedes volver a contactarla, cómo coquetear correctamente y cómo despertar lenta y constantemente el amor de tu pareja otra vez.
El miedo al compromiso es el responsable de muchas separaciones. Tu pareja no está (todavía) segura de que seas el hombre correcto para ella. Como consecuencia, decide separarse de ti. Frases como "necesito tiempo", "no estoy segura de lo que quiero", "no quiero nada serio por el momento", son típicas señales del miedo al compromiso.
Pero, ¿qué puedes hacer para combatir el miedo al compromiso de tu pareja? Estos miedos tienen su origen, en la mayoría de los casos, en la infancia o en una relación anterior, en la que sufrió una mala experiencia. Alguien que en el pasado, ya sea en la infancia o en una relación previa, haya sido lastimado, tiende a protegerse instintivamente. Una persona así se abre muy lentamente y reacciona demoradamente, a veces hasta un tanto grosera, cada vez que tratas de acercarte.
Uno de los peores errores que puedes cometer en una situación como esta es presionarla preguntándole constantemente si quiere volver o peor aun, amenazándola con salir con otra mujer. No, con eso sólo justificará su miedo al compromiso.
Por el contrario, debes ir despacio y con mucho cuidado con este asunto. Tienes que ayudarla a convencerse de sí misma y de sus sentimientos. Este caso necesita tiempo, muchas experiencias positivas contigo y en general, contar con un buen comportamiento de tu parte. Con el tiempo, el amor por ti comenzará a crecer en el corazón de tu pareja de tal forma que rebasará su miedo al compromiso. A partir de este momento, ella comenzará a abrir su corazón lentamente. Cuando llegues a este punto podrás llevar una relación pasional y muy feliz, pues precisamente las personas con miedo al compromiso tienden a enamorarse profundamente e invierten toda su energía en una relación a la cual lograron abrirse.