¿Alguna vez te has sentido ocupado todo el día, pero al final no sabes realmente qué hiciste con tu tiempo… ni con tu energía?
No es solo una sensación: es una herida profunda, una fuga invisible. Y lo más grave no es que nos roben el tiempo. Lo que nos están robando es la presencia, la paz interior y, muchas veces, hasta el sentido de nuestro propósito.
Vivimos tiempos donde el tiempo —valga la paradoja— se volvió más valioso que nunca y, sin embargo, lo regalamos a lo que menos importa. Nos dejamos seducir por una lógica productivista que nos llena de tareas, pero nos vacía el alma. Creamos listas interminables, automatizamos respuestas, corremos de reunión en reunión, pero perdemos el foco, el aliento, la dirección. Y así, entre pantallas, notificaciones y reuniones sin alma, nos vamos disolviendo lentamente.
Hace poco leí un artículo titulado “El asalto silencioso”, que describe con lucidez lo que muchos estamos sintiendo: hay ladrones del tiempo que no llevan pasamontañas, sino que se presentan como herramientas de trabajo, hábitos “eficientes” o urgencias disfrazadas de importancia. Son formas de distracción que se filtran sutilmente: la revisión compulsiva del correo, el miedo a no contestar rápido un mensaje, las horas en redes sociales que disfrazamos como “investigación”, las reuniones innecesarias, el perfeccionismo que paraliza, y sobre todo, la incapacidad de decir “no”.
Yo mismo, que llevo más de 35 años emprendiendo y acompañando a líderes, he caído en sus trampas. No me excluyo, ni pretendo hablar desde una torre de cristal. Este blog no nace del juicio, sino de la experiencia.
Desde muy joven entendí que el tiempo es el recurso más democrático y, a la vez, el más espiritual que tenemos. Todos recibimos 24 horas cada día. Pero no todos aprendemos a honrarlo.
En mi recorrido como empresario, ingeniero y mentor, he descubierto que la relación que tienes con tu tiempo dice mucho de tu relación contigo mismo, con tus valores, con tu alma. Y cuando el tiempo se vuelve caótico, muchas veces es porque dentro de nosotros también hay caos no resuelto.
El verdadero “asalto” no es que nos interrumpan. Es que nos desconectamos de lo esencial.
Nos desconectamos del presente, del silencio, de la capacidad de priorizar desde la conciencia. Vivimos desde el piloto automático: reaccionando en lugar de eligiendo. Respondiendo en lugar de creando. Acumulando tareas en lugar de sembrar propósito.
El tiempo, cuando se honra, se convierte en un espejo del alma.
Cuando se malgasta, se vuelve un pantano donde se hunde la identidad.
Hoy más que nunca, necesitamos una reforma del liderazgo, una revolución de la conciencia productiva, donde el foco no esté en hacer más, sino en hacer lo correcto, en el momento justo, desde el lugar interno adecuado.
Y eso no se logra con aplicaciones nuevas, ni con metodologías de moda. Se logra con presencia, con una escucha profunda de ti mismo, con el coraje de simplificar lo complejo.
Recuerdo una conversación con un joven emprendedor a quien acompaño. Estaba agotado. Tenía metas claras, herramientas, un producto excelente, pero vivía al borde del colapso. Le pregunté:
“¿A qué estás renunciando cada vez que dices que sí a todo?”
Se quedó en silencio. Ese silencio fue su primer acto de sanación. Entendió que estaba regalando su energía a lo que no lo nutría, a lo que no lo hacía crecer.
Esa conversación marcó su renacer. Empezó a poner límites, a estructurar mejor su semana, a dedicar tiempo al pensamiento estratégico, al descanso real, a la lectura espiritual. Hoy, su negocio crece más, pero él no se ha perdido en el camino.
No se trata de hacer menos, sino de hacer con sentido.
No se trata de trabajar más duro, sino más sabio.
No se trata de rendir cuentas a un sistema que mide en horas, sino a una vida que se mide en propósito, en legado, en paz.
Quienes caminamos desde la espiritualidad no lo hacemos para aislarnos del mundo, sino para regresar más conscientes a él.
No vine a este plano a ser esclavo de una agenda, ni mucho menos de algoritmos disfrazados de productividad. Vine a servir, a transformar, a crear. Y eso requiere recuperar el dominio sagrado del tiempo.
Hay días donde lo urgente nos aplasta. Pero incluso ahí, siempre hay una pausa posible, un instante para respirar y recordar quién soy.
Yo llamo a esos instantes “anclas de presencia”. Esas pequeñas decisiones que lo cambian todo: cerrar los ojos un minuto, apagar el celular una hora, almorzar sin pantallas, mirar al cielo y agradecer, preguntarme cada mañana:
¿Lo que haré hoy me acerca a quien deseo ser… o me aleja?
La vida se nos va en pequeños robos consentidos.
Pero también se nos reconstruye en pequeños actos de conciencia.
Y si llegaste hasta aquí, leyendo palabra por palabra, quiero decirte algo: no es tarde.
Puedes recuperar tu tiempo, y con él, tu vida.
Puedes diseñar una forma de trabajar que te devuelva energía, en lugar de agotártela.
Puedes construir una productividad con alma, con compasión, con enfoque.
Puedes ser ejemplo para los que vienen detrás, demostrando que no todo está perdido, que hay otra forma de liderar, de emprender, de vivir.
Yo lo he comprobado: el tiempo, cuando se alinea con tu propósito, se vuelve eterno.
Y el alma, cuando se honra en cada acción, brilla más allá de cualquier reloj.
Si este mensaje resonó contigo, si sientes que algo dentro pide reordenarse, estás invitado a tener una conversación real conmigo.
No te ofreceré fórmulas mágicas, pero sí un espacio sincero para repensar tu tiempo, tu vida y tu propósito.
Te invito a leer mis libros
el tiempo no me gasta yo lo transformo
No naci para entretener curiosos
O Agenda tu encuentro aquí 👉 AQUÍ
Y si conoces a alguien que necesita leer esto hoy… compárteselo. A veces, un texto como este puede devolvernos la brújula.
Con todo el respeto, la presencia y la gratitud,
Julio César Moreno Duque
Agendamiento: AQUÍ
Facebook: Julio Cesar Moreno D
Twitter: Julio Cesar Moreno Duque
Linkedin: (28) JULIO CESAR
MORENO DUQUE | LinkedIn
Youtube: JULIO CESAR MORENO DUQUE - YouTube
Comunidad de WhatsApp: Únete
a nuestros grupos
Grupo de WhatsApp: Unete a nuestro Grupo
Comunidad de Telegram: Únete a nuestro canal
Grupo de Telegram: Unete a nuestro Grupo
Blogs: BIENVENIDO
A MI BLOG (juliocmd.blogspot.com)
AMIGO DE. Ese ser supremo
en el cual crees y confias. (amigodeesegransersupremo.blogspot.com)
MENSAJES SABATINOS
(escritossabatinos.blogspot.com)
👉 “¿Quieres más tips como este? Únete al grupo exclusivo de WhatsApp o
Telegram”.