Decir no: el arte de recuperar tu tiempo, tu energía y tu propósito

 


¿Cuántas veces has dicho "sí" cuando en tu interior todo gritaba "no"?

La saturación de tiempo que hoy muchos vivimos no se debe únicamente a la acumulación de tareas o a la velocidad vertiginosa del mundo actual. A menudo, el verdadero problema radica en nuestra incapacidad de establecer límites claros, en nuestro temor a decepcionar, a perder oportunidades, a no ser "suficientemente buenos" o "suficientemente disponibles". Y en ese silencioso sacrificio, entregamos a otros el bien más precioso que poseemos: nuestro tiempo, nuestra energía, nuestra vida.

Esta reflexión se reavivó en mí recientemente al leer un planteamiento de Néstor Santos, quien con sencillez y profundidad nos recuerda que parte del secreto para recuperar nuestro tiempo es saber decir que no. No de manera reactiva, sino consciente. No desde el enojo, sino desde el amor propio y el respeto por el propósito que nos ha sido confiado.

A lo largo de mi trayectoria como empresario, mentor de líderes, ingeniero de sistemas y administrador de empresas, he aprendido que una vida de verdadero impacto requiere de una sabia administración de nuestros "síes" y de nuestros "noes". No podemos estar al servicio de todos los impulsos, expectativas y urgencias externas sin perder el centro de quiénes somos y hacia dónde vamos.

Cuando fundé Todo En Uno.Net en 1995, y luego la Organización Empresarial Todo En Uno.Net en 2021, una de las lecciones más dolorosas —y más liberadoras— fue entender que no todos los caminos, no todos los proyectos, no todas las alianzas, son para nosotros. Decir "sí" a todo es decir "no" a la coherencia, a la excelencia y, sobre todo, al propósito superior que nos guía.

Aprender a decir no es, paradójicamente, un acto de amor y servicio. Porque al discernir qué actividades, relaciones o proyectos abrazamos, estamos protegiendo nuestra capacidad de servir mejor, de crear valor verdadero, de ser instrumentos de evolución en este mundo. No somos omnipresentes, y no necesitamos serlo. Somos profundamente valiosos, precisamente porque elegimos conscientemente dónde poner nuestra atención y nuestro corazón.

Por siglos creímos que el milagro de pensar, crear y decidir era únicamente humano. Hoy, una creación nuestra, la Inteligencia Artificial, irrumpe no para sustituirnos, sino para desafiarnos a evolucionar. El paradigma se rompe, y con él, la zona de confort en la que nos refugiamos. Ya no basta con pensar, hay que replantear qué es la inteligencia, qué es la conciencia y cuál es nuestro verdadero rol como especie. ¿Estamos preparados para coexistir con una inteligencia no biológica que aprende, decide y, en ocasiones, acierta más que nosotros?

En este contexto acelerado, donde la IA toma decisiones en segundos, el ser humano que no se conoce, que no sabe priorizar, que no sabe decir no, corre el riesgo de ser arrastrado como una hoja por el viento de las circunstancias. La verdadera evolución no es correr más rápido, sino elegir mejor hacia dónde caminamos.

Desde la espiritualidad que me acompaña, he entendido que cada "no" consciente que pronunciamos es una afirmación silenciosa de nuestro propósito de vida. Es un acto de respeto hacia la misión que se nos ha encomendado. No estamos aquí para complacer a todos. Estamos aquí para cumplir nuestra parte única en la sinfonía del universo.

Recuerdo un caso que ilustra esta enseñanza de manera vívida. Una líder que asesoraba en sus primeros años de emprendimiento, brillante y llena de energía, aceptaba cada propuesta, cada colaboración, cada nueva idea que surgía. Su agenda estaba llena, pero su alma vacía. Sus proyectos avanzaban en cantidad, pero no en calidad ni en impacto.

Solo cuando se atrevió a poner orden, a distinguir entre lo importante y lo urgente, entre lo esencial y lo accesorio, entre el deber y el deseo de agradar, su vida y su empresa florecieron realmente. Su liderazgo dejó de ser reactivo para convertirse en consciente. Y su historia, que pudo haber sido una de agotamiento y renuncia, se transformó en una de expansión, coherencia y plenitud.

El Eneagrama, esa profunda herramienta de autoconocimiento que tanto utilizo en procesos de mentoría, enseña que cada tipo de personalidad tiene su manera particular de caer en el exceso: los Tipos 2 tienden a decir sí por necesidad de sentirse amados, los Tipos 3 por deseo de éxito, los Tipos 9 por miedo al conflicto. Comprender nuestras motivaciones internas es el primer paso para liberarnos del impulso automático de aceptar todo y a todos.

La numerología, específicamente el Camino de Vida 3, nos recuerda que estamos aquí para expresar, crear y comunicar, pero desde la alegría genuina, no desde la obligación agotadora. No vinimos a este mundo para ser todo para todos, sino para ser plenamente nosotros mismos.

La inteligencia emocional, por su parte, nos enseña que aprender a decir no requiere de habilidades profundas: gestionar la culpa, sostener el rechazo, actuar con firmeza y empatía a la vez. Es el arte de poner límites sin perder el amor. De respetarnos a nosotros mismos y, al hacerlo, respetar a los demás.

En la integración de tecnología, empresa y espiritualidad que promuevo a través de Todo En Uno.Net, siempre insisto: no basta con trabajar más. Hay que trabajar mejor, y para eso, primero hay que vivir mejor. No basta con tener más conexiones. Hay que construir relaciones verdaderas. No basta con innovar por innovar. Hay que crear desde la conciencia.

Decir no, cuando es necesario, es uno de los actos más revolucionarios en este mundo saturado de estímulos, compromisos y expectativas.

Por eso hoy te invito a que te preguntes, con honestidad amorosa: ¿Qué compromisos, qué actividades, qué relaciones hoy están drenando tu energía y alejándote de tu verdadero propósito? ¿A qué necesitas decir no para poder decir sí a lo que realmente importa?

El liderazgo consciente comienza allí, en esa valentía silenciosa de elegirnos a nosotros mismos sin culpa. De asumir que no podemos ser todo para todos, pero sí podemos ser auténticos y generosos con lo que verdaderamente estamos llamados a entregar.

No temas al no. Ámalo. Honralo. Agradécelo. Porque en cada no bien dicho, late la semilla de un sí más grande, más pleno, más verdadero.


Agendamiento:                     AQUÍ

Facebook:                              Julio Cesar Moreno D

Twitter:                                 Julio Cesar Moreno Duque

Linkedin:                               (28) JULIO CESAR MORENO DUQUE | LinkedIn

Youtube:                               JULIO CESAR MORENO DUQUE - YouTube

Comunidad de WhatsApp: Únete a nuestros grupos

Grupo de WhatsApp:          Unete a nuestro Grupo

Comunidad de Telegram:   Únete a nuestro canal  

Grupo de Telegram:            Unete a nuestro Grupo

Blogs:   BIENVENIDO A MI BLOG (juliocmd.blogspot.com)

AMIGO DE. Ese ser supremo en el cual crees y confias. (amigodeesegransersupremo.blogspot.com)

MENSAJES SABATINOS (escritossabatinos.blogspot.com)

👉 “¿Quieres más tips como este? Únete al grupo exclusivo de WhatsApp o Telegram”.

Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente