Comprobado: El corazón tiene neuronas, emociones e intuiciones, y así es como funciona.
Como te cuento siempre, me apasionan las neurociencias aplicadas; me he formado e incluso especializado como neuro-coach.
Y este tema me despertó y disparó nuevas ideas que quiero transmitirte. Gracias por leerlo.
El corazón, mucho más que un órgano vital encargado de bombear sangre por todo nuestro cuerpo, guarda secretos fascinantes en su interior.
Mientras que tradicionalmente se asocia la actividad neuronal exclusivamente al cerebro, se ha descubierto que también existen neuronas en el corazón, un sistema nervioso propio que late al ritmo de emociones, intuiciones y conexiones más profundas.
Imagínate por un momento...
¿Qué sucedería si te dijera que el corazón tiene una forma de "pensar" y "sentir" independiente del cerebro?
¿Y si te revelara que estas pequeñas y poderosas células neuronales del corazón pueden influir en nuestra toma de decisiones, nuestras respuestas emocionales e incluso en nuestro bienestar general?
El descubrimiento
Es así: existen y todos las tenemos. El neurocardiólogo J. Andrew Armour realizó un importante descubrimiento al encontrar un sistema nervioso en el corazón, compuesto por aproximadamente 40.000 neuronas.
Sorprendentemente, estas células nerviosas comparten similitudes significativas con las neuronas del cerebro, llegando a un 60% de parecido.
Además, el corazón también contiene neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. Este descubrimiento revela que el corazón tiene la capacidad de llevar a cabo funciones autónomas como aprender, recordar, procesar, sentir y percibir. También puede almacenar información tanto en la memoria de corto como en la de largo plazo.
El doctor Armour, debido a su hallazgo, acuñó el término "cerebro del corazón”. Desde la ciencia, su denominación es neuronas intracardíacas o neuronas cardíacas, y son responsables de regular la actividad eléctrica del corazón y de coordinar la contracción rítmica de sus células musculares, lo que permite que el corazón lata de manera efectiva.
Las neuritas, neuronas del corazón
Para comprenderlo mejor, existe una red de comunicación interna dentro del corazón, y desde y hacia el cerebro.
Las neuronas del corazón, también conocidas como neuritas sensoriales, forman una red de comunicación interna dentro del órgano.
Estas células especializadas en recibir y transmitir información eléctrica permiten la comunicación entre el corazón y el cerebro, influyendo en nuestras percepciones y respuestas emocionales.
Lejos de ser el órgano “bobo”, como se le llama al corazón en muchas oportunidades, podemos hablar de una inteligencia muy sofisticada, que se basa en la comunicación bi-direccional entre el cerebro y el corazón.
Este flujo de información constante permite al corazón detectar emociones y solicitar al cerebro la liberación de hormonas y neurotransmisores necesarios para enfrentar diversas situaciones y sentimientos.
¿Cómo se dan las corazonadas?
Las neuronas del corazón desempeñan un papel crucial en la percepción y el procesamiento de nuestras emociones.
Una de sus funciones es traducir las emociones en un lenguaje comprensible para el cerebro.
Lo hace así: al detectar un sentimiento o situación estresante, por ejemplo, el corazón solicita al cerebro la producción de adrenalina para enfrentar el desafío.
También almacena información, como recuerdos y aprendizajes; e incluso, percepciones. Esto significa que muchas de las decisiones que tomamos guiados por nuestra intuición, lo que habitualmente llamamos corazonadas, se respaldan por información almacenada en estas neuronas.
Así dialogan el cerebro y el corazón
Más allá de los impulsos nerviosos de ambos órganos, hay cuatro estrategias biológicas que ambos usan para conectarse:
✔ Mecanismos neurológicos:
El corazón puede inhibir neurológicamente centros receptores en el cerebro, influyendo en nuestra percepción de la realidad y, en consecuencia, en nuestras respuestas y reacciones emocionales.
✔ Mecanismos bioquímicos:
La homeostasis es el equilibrio interno del cuerpo. La atriopeptina, una molécula que contiene 28 aminoácidos liberados por el corazón, regula este equilibrio. Además de controlar la presión arterial, por ejemplo, tiene que ver con la producción de hormonas del estrés, y contribuye a estimular la producción de oxitocina, una de las asociadas con el bienestar.
✔ Mecanismos biofísicos:
os cambios en el ritmo cardíaco modulan la comunicación mediante ondas de presión enviadas al resto del cuerpo.
✔ Mecanismos electromagnéticos:
El corazón genera un campo electromagnético potente que puede variar según nuestro estado emocional. Este campo es más armónico en estados de satisfacción, pensamiento positivo, confianza y tranquilidad, y más irregular o caótico en estados de alerta, temor, frustración o peligro.
Como observas, corazón y cerebro están interconectados, y por eso no es lejano afirmar que “el corazón siente”.
4 ideas para ser más conscientes de la relación cerebro-corazón para un mayor bienestar
Si deseas explorar más la relación entre el corazón y el cerebro, y de allí, a la mente, especialmente la mente subconsciente (donde se desarrollan las emociones y los sentimientos), aquí van algunas ideas:
[1] Toma decisiones para hacerlo cada vez mejor
La relación entre el corazón y el cerebro influye en nuestra capacidad para tomar decisiones y en cómo nos enfrentamos a distintas situaciones y sentimientos.
Por ejemplo, se ha demostrado que se pueden asociar ondas cerebrales a través de emociones y pensamientos de tipo positivo, que, a su vez, llevan a un estado de consciencia inteligente y equilibrado, en el que el corazón guía las decisiones.
[2] Escuchar al corazón Intuición proactiva
La capacidad de confiar en nuestra intuición y reconocer el origen de nuestras emociones nos lleva a una mejor percepción de nuestro mundo interior, lo que a su vez nos permite tomar decisiones más acertadas.
Por ejemplo, cerrar los ojos durante algunos minutos, colocar una mano sintiendo el pulso o los latidos del corazón, relajando la mente y dejando pasar los pensamientos que se van presentando, es una de las técnicas sencillas de meditación, y también del mindfulness, para vivir más en el presente.
[3] Cultivar cualidades de cómo entendemos al corazón
Practicar la escucha activa, la paciencia, la cooperación, la tolerancia, la gratitud, la compasión y el afecto nos permitirá liberarnos de emociones negativas como el miedo, la desconfianza y la ira, y fortalecer la conexión entre el corazón y el cerebro.
[4] Adoptar una posición de observador
Aprender a adoptar una posición de observar, como testigos, en lugar de juzgador-impositivo, nos ayudará a alcanzar un estado mental dirigido desde el corazón.
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