Si me conoces un poco sabes que no creo en las técnicas mágicas ni en las formulas solucionalotodo super chachis...
Pero hace un año me leí un libro que, sin explicar nada nuevo, me impactó mucho y que expresaba un concepto que realmente sí que creo que es clave para la felicidad.
Lo que más me impacto fue la forma de expresarlo y lo fresco que era el contenido.
El libro se llama "El sutil arte de que (casi todo) te importe una mierda" de Mark Manson.
Sí, no estoy de broma.
Ese es el título y si te interesa saber más puedes echar un vistazo en Amazon.
Yo lo leí en su versión inglesa y no sé cómo habrá sido la traducción al español, pero lo recomiendo encarecidamente.
En resumidas cuentas, el concepto que se trata es el hecho de que la mayoría de las cosas deberían importarte más bien poco.
Cuando le das mucha importancia a cosas que no la tienen, como por ejemplo:
- Quedarte sin conexión de Internet media hora.
- El Peso de más que te han cobrado en la cesta de la compra.
- El agujero que se te ha hecho en tus pantalones nuevos.
- La comida insípida que te han servido en el restaurante.
Etc, etc, etc...
Esto es un síntoma de que le das demasiada importancia a las cosas, cuando en realidad si le preguntases a un anciano en sus últimos días de vida pues...
Le importaría más bien nada.
Curiosamente cuando dejamos de darle tanta importancia a las estupideces uno vive más liviano y libre de carga (y consigue más cosas).
Eres más tú mismo y actúas/expresas con coherencia en la vida cotidiana a pesar de las consecuencias.
De repente...
- Le cantas las cuarenta a esa persona toca pelotas y resulta que te respeta más.
- Le dices a tu jefe que te sube el sueldo o te marchas y consigues un aumento.
- Le dices algo a ese hombre/mujer que no conoces, y que tanto te gusta, y al final empezáis un romance.
¿A qué has visto situaciones así a lo largo de tu vida?
Seguro que sí, o si no por lo menos lo habrás visto reflejado en otros.
En esencia esto no es que te invite a que todo te de igual, más bien es una invitación a darle poca importancia a la mayoría de las cosas y a estar cómodo con lo que venga.
A NO DRAMATIZAR.
Así cosas como el fracaso y el rechazo pierden gran parte de su fuerza.
Y lo que consigues es que tu atención y fuerza (que son limitadas) van a parar a las cosas que SÍ importan.
Realmente esta actitud es un síntoma de maduración y que además te va a traer un montón de calma y bienestar.
Si te apetece me puedes contestar con tu opinión.
Por lo demás, disfruta de tu día.
Un fuerte abrazo,