¿Alguna vez te has sentido sin motivación ni objetivos? Puede que hayas olvidado de trabajar primero en tus necesidades básicas
Abraham Maslow fue el impulsor de la psicología humanista y creó esta teoría que lleva su nombre
Todos hemos oído alguna vez la importancia que tiene la motivación para lograr los diferentes objetivos que nos proponemos. La motivación es, de hecho, un proceso que se genera en el cerebro a través de la dopamina, un neurotransmisor que mantiene el foco de atención sostenido en el tiempo que alimenta directamente a los aprendizajes y conocimientos en nuestra memoria.
Son muchos los autores que han hablado sobre este tema, como Herzberg o McGregor. Sin embargo, no fue hasta el siglo XX cuando, en el ámbito de la psicología, Abraham Maslow (1908-1970) introdujo una teoría sobre la jerarquía de las necesidades humanas y determinó que la motivación se basaba en esta para otorgarle a las cosas un nivel de importancia.
¿Qué es la pirámide de Maslow?
Maslow fue un referente en el campo de la psicología humanista y su teoría se plantea a través de la primicia de que el ser humano avanza en orden ascendente, y sólo buscará niveles superiores cuando tenga cubiertos los anteriores.
Esto quiere decir que, para alcanzar aspectos de orden superior, primero debemos cubrir unas necesidades básicas que se establecen en una pirámide que conocemos como la pirámide de Maslow. Esta pirámide, de cinco peldaños, incluye temas como las necesidades fisiológicas, de seguridad, de estima o afiliación, de reconocimiento y de autorrealización.
Aplicaciones prácticas y limitaciones de la teoría
Si existe un ámbito principal en el que encontraréis las aplicaciones de esta teoría es, por supuesto, en el laboral. Para emprender un camino de éxito, es necesario cubrir esas necesidades básicas para poder acceder a un mayor rendimiento. Es por eso que los elementos de esta pirámide incluyen en varios de sus apartados, el éxito, la estabilidad y la realización personal en el trabajo.
Esta pirámide también se usa, en la actualidad, para el neuromarketing y la publicidad. La venta de productos, en muchas ocasiones, se basa en estudios sobre las necesidades de la población y en cómo de cubiertas están estas en equilibrio con su demanda.
Además, esta pirámide es una de las bases de la terapia psicológica para entender las necesidades exactas de una persona y, así, orientarla mejor para ir logrando la satisfacción de cada una de las diferentes áreas. Veamos cuáles son y qué necesidades cubre cada una.
Los cinco niveles de las necesidades humanas
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Nivel 1: Necesidades fisiológicas
Las necesidades fisiológicas incluyen los aspectos más básicos de la rutina del ser humano, como el aire, el agua, la alimentación, el sueño y el refugio. Estas necesidades afectan directamente el bienestar y la supervivencia de las personas.
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Nivel 2: Necesidades de seguridad
Las necesidades de seguridad y estabilidad, como la seguridad física, la estabilidad laboral y la protección personal son la esencia de la segunda área, que nos provee tranquilidad a través de bienes como el económico o el de convivencia. La satisfacción de estas necesidades proporciona una sensación de tranquilidad y confianza.
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Nivel 3: Necesidades emocionales y de afiliación
La afiliación, la amistad, el amor y la aceptación son parte de este tercer nivel que trata las necesidades sociales y emocionales. Su importancia es debida al efecto psicológico que causa en nuestro cerebro las relaciones sociales y el sentido de pertenencia, que son fundamentales para el bienestar de cualquier individuo.
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Nivel 4: Necesidades de reconocimiento
Las necesidades de estima, que incluyen el reconocimiento, la confianza y el logro personal son posiblemente uno de los elementos del bienestar psicológico más tratados en la actualidad. El reconocimiento y el respeto son importantes para desarrollar una imagen positiva de uno mismo y son la clave de una buena autoestima.
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Nivel 5: Necesidades de autorrealización
Las necesidades de autorrealización, que implican alcanzar el potencial máximo y cumplir con metas personales, son el último peldaño que esta teoría contempla para poder sentirte plenamente desarrollado en los ámbitos básicos. Forman parte de esta el autodesarrollo, la creatividad y la búsqueda de significado.
Finalmente, es necesario tener en cuenta que los tiempos cambian y, con él, las necesidades básicas de cada individuo, y de la sociedad en general, evolucionan. Es por esto que estas cinco necesidades básicas según Maslow son un punto de partida para referirse a las condiciones básicas que debemos cubrir en nuestras vidas como individuos.
Una vez queden cubiertas, nos permitirán seguir avanzando y desarrollando al máximo nuestro potencial. Pero, sin estas áreas vitales como base bien construidas, seremos carne de cañón para la falta de motivación y la sensación de quedarnos estancados.