El director del Inalde indicó que cada peso invertido en capacidades directivas, tiene siete veces más retorno en el agro
En un mundo cada vez más globalizado, el sector agropecuario colombiano debe enfrentar retos apremiantes para volverse más competitivo a nivel internacional. En Inside LR, Alejandro Moreno Salamanca, director general del Inalde, explicó cuál es el camino a seguir para que los productores sobrevivan a esta nueva realidad.
¿Cuál debe ser el aporte de la academia para mejorar la competitividad agroindustrial?
La universidad está detrás del desarrollo científico. En el agro, la tecnología es cada vez más importante y el rol que juega la academia en ese desarrollo de la competitividad es clave. Por supuesto en el caso nuestro, que es una Business School, no es tanto la tecnología sino el desarrollo de capacidades directivas que sin duda es un pilar del desarrollo empresarial de cualquier nación.
¿Por qué es importante que el sector y las empresas inviertan más en el capital humano?
Cada peso invertido en capacidades directivas, según varios estudios, tiene siete veces más retornos en el agro, que ese mismo peso invertido por ejemplo en tecnología. Entonces el empresario agroindustrial tiene un enorme frente de competitividad si aprende a pensar más con mentalidad empresarial y menos desde la finca.
¿Cómo mejorar entonces la competitividad agroindustrial de Colombia?
En Inalde lo que pretendemos es ayudar a plantear una política de largo plazo, pero desde el punto de vista de la empresa, qué necesita un empresario para que realmente pueda ser competitivo, porque al final cada vez más somos conscientes todos de que en el mundo solo los empresarios que son capaces de competir en el exterior, son los que están llamados a sobrevivir.
¿En qué consiste la propuesta de cambiar la vocación del suelo hacia el mercado?
Hemos documentado casos exitosos de empresarios que han entendido que no pueden estar sembrando lo que la finca produce, sino que se han ido a identificar en el mercado cuáles son los gaps, cuáles son los productos para los cuales hay demandas, para los cuales las condiciones climáticas de Colombia pueden ser favorables, y han empezado a producir, pero con el ánimo de competir en el mercado internacional surtiendo una demanda que paga precios competitivos.
Es dejar la vocación del suelo, no empezar por ahí, y pasar a la vocación del mercado, dónde hay escasez de oferta y dónde hay buenos precios y salir a producir y suplir esos mercados internacionales.
¿Cómo ayudar a los empresarios a perder ese miedo a exportar?
El mundo está globalizado, los empresarios que logren entender esto, son los que van a subsistir, los demás o se transforman o tendrán dificultades.
Desde la academia no es ir a ver los casos de otros países, sino entender que en Colombia hay casos exitosos de empresarios que son tremendamente valientes, porque si hay algo que es difícil, es hacer empresa en el agro en donde hay tantas condiciones de inseguridad complejas. La verdadera paz de Colombia pasa por el agro.
¿Qué papel juegan en este proceso las cadenas productivas y los procesos asociativos?
Eso es muy importante porque para poder ser competitivos, hay que tener unos mínimos de volumen. Es importante trabajar en modelos de asociatividad, porque no es lo mismo llenar tractomulas, que llenar pequeños camiones. Las economías de escala se conciben para la competitividad en la medida en que haya buenos volúmenes. Ahora, esto no quiere decir que debe haber solo latifundios, de hecho, los modelos lindos de países competitivos son cuando la propiedad de la tierra está distribuida pero cuando las técnicas de producción son las mismas.
¿Cómo analizan desde Inalde la problemática del alza en los precios de los agroinsumos?
Incluso en agricultura bajo techo se pueden conseguir diez veces más tomates por metro cuadrado que en los grandes invernaderos a los que estamos acostumbrados, eso se logra con insumos de alta calidad y permitiendo que este país traiga mecanismos de producción y temas biosanitarios que permitan que la productividad se aumente y en esa medida lo que hay que entender es que en Colombia hay que abrirnos al mundo, la agricultura ya no es lo que solía hacer, ahora es tecnología.
“El campo colombiano tiene unas exportaciones y un PIB con una participación mayor que la que tienen los demás países miembros de la Alianza del Pacífico”.
¿Por qué desde el Inalde le piden al Gobierno una reestructuración del ICA?
Uno de los temas importantes para el mundo empresarial es el gobierno corporativo y nosotros creemos que en estas entidades hay oportunidades de mejora en esta materia, en la continuidad de quienes hacen cabeza, pero también en la continuidad de quienes desde la Junta Directiva que es el Gobierno, plantean políticas públicas. Una de las carteras donde mayor rotación hay es en la de agroindustria. El planteamiento que tenemos desde el Inalde, es que en el ICA debemos tratar que la conformación del Gobierno sea menos política y un poco más técnica de tal manera que se puedan permear políticas que tardan tiempo en el agro, porque si no hay una continuidad jurídica sobre las reglas de juego, habrá retos difíciles de encarar.
¿Cómo revertir la informalidad laboral en el campo?
Parte de la informalidad es por los altos costos de la formalidad. La reforma laboral es uno de los temas que Colombia necesita y no solo para el agro.
EL PERFIL
Tiene un doctorado en Management de Iese Business School, es Executive MBA de Inalde Business School, es Cidenal por la Escuela Superior de Guerra, especialista en Gerencia de Mercadeo y Administrador de Empresas de la Universidad del Rosario. También cursó estudios especializados en la enseñanza para directivos en Harvard Business School.