Cómo preparar una oposición y no morir en el intento

Preparar una oposición es una carrera de fondo en la que la ansiedad y el estrés suelen ir creciendo a medida que se acercan las fechas de las pruebas. Encontrar el equilibrio entre la multitud de pensamientos y emociones que pueden llegar a experimentar los opositores no es tarea sencilla, pero tampoco imposible.

Cómo preparar una oposición y no morir en el intento

Las oposiciones son un proceso muy complicado para quien se presenta. No solo porque a veces se puede estar años estudiando sin saber cuándo es la convocatoria, sino por la mezcla de emociones que esto puede suponer y cómo pueden influir en el proceso si no se gestionan adecuadamente.

Las emociones inciden directamente en los resultados de la oposición que preparas durante varios meses o años. Cómo te hablas (el tono), cómo te tratas (las palabras que utilizas para relacionarte contigo misma) y cómo gestionas el conjunto de ese relato determinará en gran medida tus resultados.


Si tú misma estás preparando oposiciones o conoces a alguien que se esté habilitando, es posible que se te haya pasado por la cabeza alguna de las siguientes reflexiones:Has pensado en tirar la toalla porque el proyecto que tienes delante es monumental y el objetivo de aprobar la oposición o incluso conseguir plaza es gigantesco.

Crees que no sirves para estudiar tantas horas durante tanto tiempo. Ya no tienes veinte años, o treinta, y notas cómo tu cerebro no responde de la misma manera a la necesidad de estar muy concentrado durante mucho tiempo.

Afirmas que hagas lo que hagas le darán la plaza a otra persona porque crees que estás compitiendo con personas que saben mucho más que tú o que conseguirán mejores resultados.

Estos pensamientos negativos e intrusivos provocarán irregularidades en tu rendimiento, cambios de humor, ansiedad, estrés y un malestar general que puede desembocar en insomnio y problemas de concentración, que a su vez provocarán más cambios de humor y mayor ansiedad, entrando en una espiral negativa en la que incluso podrías poner en duda tu autoestima.

La constancia es más importante que la intensidad

David Fuentes, fundador de Formación Ninja, considera que a la hora de preparar una oposición es siempre mucho más importante la constancia que la intensidad: “Más valen 4 horas todos los días que meterse un atracón de 8 cuando quedan dos meses para el examen. La plaza se gana con antelación, estudiando cuando aún no ha salido la convocatoria".

Muchos opositores estudian los domingos o cuando tocan vacaciones por miedo a que otros opositores les adelanten, lo que les lleva a una espiral de donde no pueden salir. A largo plazo, Fuentes afirma que siempre es mejor descansar cuando toca y tomarse días libres de vez en cuando. Eso les hará mejorar su nivel de manera constante y llegar al examen con energía y salud, que serán muy importantes para rendir al 100%.

David cuenta que fue siempre un estudiante mediocre, pero que esa realidad cambió cuando decidió opositar. Tras cuatro años de preparación se dio cuenta de que no sabía estudiar. Así, el CEO de Formación Ninja empezó a instruirse por su cuenta, y con el paso del tiempo aprendió y perfeccionó técnicas de estudio que, junto con diferentes herramientas de gestión emocional, le ha permitido crear una metodología propia para ayudar a otras personas que en la actualidad también atraviesan procesos de oposición.

Estudiar oposiciones requiere horas de dedicación, pero la constancia es crucial para salir airoso. No hay que relajarse. Hay que empezar poco a poco, pero hay que empezar ya. Para empezar despacio se puede dedicar una hora al día durante una semana, para ir subiendo el ritmo progresivamente. La segunda semana, por ejemplo, se puede estudiar dos horas diarias, la tercera semana, tres. De esta manera puedes alcanzar una velocidad de crucero que sea suficiente para mejorar tu nivel, pero no demasiado intenso como para quemarte (y evitar así el temido burn out).
Cómo gestionar las emociones cuando se oposita

La gestión emocional requerirá tu dedicación total y consciente, ya que las emociones no se gestionan solas, tú eres la responsable de esa gestión. Te recomendamos que incluyas en tu rutina diaria un espacio para trabajarlas. Recuerda que las emociones no te definen. Tampoco las negativas. Aceptarlas te permitirá aceptarte a ti misma.

Imagina que dentro de pocas semanas tienes una prueba de exposición oral de un temario concreto ante un tribunal simulado. Es posible que el miedo (que es una emoción) ante este pensamiento te genere ansiedad, que a su vez termine desembocando en un bloqueo que te impida superar la prueba.

Aunque cada persona es un mundo y habrá herramientas que le funcionen mejor que otras, algunas de las mejores técnicas para gestionar las emociones y que pueden aprenderse con facilidad son: Mindfulness
Autodiálogo positivo.
Hacerse una pregunta esencial: “¿Qué es lo peor que puede ocurrir?”
Tratarse con amabilidad y respeto

Técnicas de memorización y gestión del estrés: ¿por qué son tan importantes?

Cuando estudias para un examen de la universidad, sabes que el estrés y las emociones asociadas a esa prueba terminarán pronto. En un centro universitario vas consiguiendo créditos y sientes que vas avanzando, porque obtienes pequeños porcentajes de la carrera cada cuatrimestre.

David Fuentes recuerda que es muy importante tener presente que “en una oposición te la juegas todo a una: has preparado un examen durante años y en un día concreto te juntas con miles de personas para competir por una plaza”.

Es común entre opositores sufrir un mayor nivel de ansiedad que el resto de personas, precisamente por las características que plantea este reto. Por esta razón, es recomendable dedicar unos minutos cada día a la gestión mental. Cinco minutos diarios de meditación ayudarán a calmar la mente y, en combinación con las adecuadas técnicas de memorización, permitirán a la gran mayoría de opositores asimilar mejor los temarios.

Fuentes recomienda tres técnicas de memorización que pueden ser interesantes para ayudar a los opositores a posicionarse mejor: Subrayado con jerarquía de colores. Subrayas el temario con diferentes colores siguiendo una jerarquía de importancia (morado súper importante, azul muy importante, verde importante, naranja medio y amarillo poco importante). Eso te permite identificar muy rápidamente qué datos debes memorizar sí o sí cuando das vueltas a una página.

Preguntas oficiales. Esta técnica es muy sencilla. Basta con apuntar en tu temario las preguntas oficiales de exámenes anteriores. Cuando lo hagas descubrirás qué apartados de tu temario son los más preguntados.

Mapa mental. Los mapas mentales son una técnica que te permite hacerte una composición del tema al completo. Apunta en un folio los datos más importantes del tema y podrás ver de un vistazo toda la información relevante.

El 75% de los opositores se sienten solos. Opositar es un proceso largo y, aunque te demandará mucha dedicación y gran parte de tu tiempo, es importante que no te aísles de la realidad. Dedica unas horas a la semana a ver a tus amigos y familiares. Y, sobre todo, practica mindfullnes y otras técnicas para manejar el estrés y la ansiedad y que no se acumulen las emociones negativas.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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