Qué nos hace ser más felices?

Ser feliz ya no suena a tópico. En un momento marcado por la Covid-19, muchas personas se preguntan: ¿Somos más felices que antes? ¿Qué es la felicidad?


Abrimos el cajón de la felicidad. Con él, el de aquellos momentos libres y desinteresados que nos mantienen vivos y tenaces. Pero hablar de felicidad es actualmente y, en tiempos de pandemia, casi un bien privilegiado. La crisis social, sumada a otras que ya veníamos acumulando como la política, la económica o la ambiental, está dejando sin duda numerosas consecuencias en nuestra salud mental.

Lo que, desde luego, y a pesar de las restricciones en materia de higiene y distanciamiento social, no implica renunciar a nuestro bienestar. ¿Y qué es en sí misma la felicidad? ¿Somos menos felices que antes?

Muchas personas se preguntan si realmente son felices, si lo son ahora más que otros años o cuáles son sus motivos para serlo. Estas son algunas de las cuestiones que la compañía de investigación de mercados y de opinión, Ipsos ha planteado en su estudio Global Happiness 2020. Un informe anual que este año adquiere aún más relevancia por el impacto de la pandemia del Covid-19 en todo el mundo.

El estudio pone de relieve la pregunta del millón: ¿Somos felices? Para muchas personas, la felicidad es un fin. Un objetivo al que aspirar que pasa por cada una de las decisiones que tomamos durante nuestra vida. Estar bien con uno mismo, con tu pareja, en el ámbito laboral... Esa fuerza vigorosa que nos hace sentir que estamos aquí por algo. Para, como mínimo, escribir nuestra propia historia sobre unas paredes ya habitadas. Según Friedrich Nietzsche:

"El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices".

Es curioso observar cómo cada persona tiene su propia definición sobre qué es la felicidad. Para la escritora ucraniana-brasileña, Clarice Lispector, se trata de una "felicidad clandestina". Un término que menciona en algunos de sus relatos, publicados en 'Todos los cuentos', en los que ahonda en cómo crear "los obstáculos más falsos para esa cosa clandestina que era la felicidad".

Esto demuestra, según la autora, cómo uno mismo puede ser el artífice de su propio bienestar. Demorarse en algo para, más tarde, valorarlo con toda su intensidad. Como cuando compramos un libro y esperamos hasta ese momento en el que, desde casa y con una vela prendida, abrimos la primera página y leemos de una manera insaciable y placentera.

"A veces me sentaba en la hamaca para balancearme con el libro abierto en el regazo, sin tocarlo, en un éxtasis purísimo", escribe sincera Lispector. Pero lo cierto es que, aunque tengamos próxima la definición de qué es la satisfacción y sus variantes, según el estudio Global Happiness 2020;

España es el país con el mayor porcentaje de población que afirma no ser feliz en absoluto, con un 13%.

Según el estudio, sólo el 38% de los españoles afirma ser feliz. Si hacemos acopio de la situación en la que se encuentran otros países, observamos cómo entre los 27 países analizados, 6 de cada 10 encuestados se definen como ‘muy’ o ‘bastante’ felices, siendo China y los Países Bajos los países más felices (93% y 87% respectivamente) seguidos de Arabia Saudí (80%), Francia (78%) y Canadá (78%).

En el extremo opuesto encontramos a Perú como el país más infeliz del mundo, donde tan solo el 32% de su población afirma ser feliz. Le sigue Chile con un 35%, España (38%), Argentina (43%) y Hungría (45%). Es decir que España es el tercer país a nivel mundial más infeliz. Unos datos que nos llevan a preguntarnos: ¿Siempre ha sido así? ¿Ha influido la situación de crisis provocada por la Covid-19?

En comparación con 2019 y a pesar del fuerte impacto de la pandemia en todo el planeta, la felicidad a nivel mundial se ha mantenido casi sin cambios (63% en 2020 y 64% en 2019). Si lo analizamos por países vemos como en China, Rusia, Malasia y Argentina incluso ha aumentado en 5 puntos o más el porcentaje de personas que se declaran felices.

Pero en el caso de España, la felicidad ha disminuido de un año para otro en un total de 8 puntos. En 2019 un 46% de los españoles afirmaban ser felices, frente al 38% que mantiene esta afirmación en el 2020. También encontramos este efecto en otros países donde la felicidad ha disminuido en 5 puntos o más, destacando regiones como Perú, donde vemos el cambio más drástico (-26 puntos), seguido de Chile (-15 puntos), México (-13 puntos) e India (-11 puntos).

¿Qué nos hace felices?

A nivel general, el estudio muestra que las principales fuentes de felicidad tienden a ser universales. En el caso de la felicidad, aunque suene a tópico, no existen las deferencias políticas o culturales. Todos deseamos de la misma manera ese momento placentero que consigue empoderarnos. Así, a nivel global y en coincidencia con el ámbito español, lo que genera más felicidad es:La salud y el bienestar físico es la principal fuente de felicidad para el 55% de los encuestados.

En el segundo puesto, con un 49% encontramos la relación con su cónyuge o pareja, a la misma altura que la felicidad que aportan los hijos (49%).

Sentir que su vida tiene un sentido es la cuarta fuente de felicidad para el 48%;
Por último, las condiciones de vida (agua, comida, vivienda...) lo es para el 45%.

La salud física y mental se sitúa como la mayor fuente de felicidad para 6 de cada 10 españoles.

Por el contrario, las cosas que menos felices hacen a los españoles son la idea de mudarse a otro país (7%), el tiempo invertido en redes sociales (9%), el bienestar religioso o espiritual (14%) o el ser reconocido como una persona exitosa (24%).

Pero, aunque nos encontramos en un momento de transición, de crisis en sí misma, hay cosas que no han cambiado. Los pequeños placeres continúan estando al alcance de nuestra mano. Un café caliente, una canción que suena desde el fondo de la casa o esa conversación con amigos y familiares que se alarga tranquilamente.

Esa es también la felicidad más clandestina y sincera. Una manera práctica de alejarnos, como ya explicamos la semana pasada, de esas preocupaciones que alteran nuestro bienestar emocional.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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