Cuáles son las fases del emprendimiento multiespecie?

Hoy vengo con otro artículo sobre emprendimiento en el sector multiespecie, porque creo firmemente que los negocios multiespecie éticos, sostenibles y respetuosos son la base para lograr avanzar con la revolución multiespecie hacia una sociedad verdaderamente inclusiva con los otros animales y las familias multiespecie.

Cuando hablamos de emprendimiento, muchas veces parece que todo esté mezclado:

las redes sociales, el marketing, las ventas, los clientes, las finanzas, tu primer curso online, tus clases grupales…Tooodo…buff

Hemos de ser conscientes que todos los negocios avanzan por una serie de etapas, y que compararnos con las personas que llevan negocios que están en etapas más avanzadas no es sano ni productivo.

En todos los negocios hay unas fases y junto a mi compañera Marta Calcerrada, CEO de Rumbo Canino, decidimos poner orden en las fases de desarrollo de un negocio en el sector multiespecie. Como verás, todo se queda en el sector. Incluidos los nombres de las fases.

Te las cuento aquí:


La Gestación



Esta fase es la primera por la que todo proyecto debería pasar. Consiste en la preparación de tu futuro negocio alineada con tu forma de ser, estar y querer vivir tu vida.

Este proceso de maceración, esta gestación empieza cuando sabes que quieres dedicarte al sector multiespecie, pero quizás no sabes en qué exactamente, ni, sobre todo, el cómo hacerlo.

La idea de la gestación es sentar las bases para poder empezar a convertir tu sueño en tu negocio.

¿Qué se trabaja en esta fase?

De todo. No entraré a contártelo en este artículo porque da para hablar durante semanas.

Pero, básicamente, en la gestación desarrollamos las bases de, primero, tu propio conocimiento, para saber qué tienes para aportar al sector, y a tu vida.

A partir de ahí, empezamos a sentar bases de las diferentes ideas que te surjan, escoges una y toca empezar a alinearla con tu estilo de vida deseado.

Esa visión personal te va a servir de brújula para escoger tu idea de negocio y para no perderte en el futuro.

Una vez identificada esa idea general, toca acabar de definirla, para convertirla en un verdadero negocio con el que ganarte la vida, en base a las diferentes áreas: finanzas y fiscalidad, mentalidad, aportación de valor, marketing, ventas, producto o servicio, etc.

Y una vez tenemos la idea bien definida, y estamos bastante seguros de que esto es lo que se alinea con nosotr@s mism@s, pasamos a la siguiente fase.

Recuerda: no has de casarte con esta idea de por vida. Puedes probar con la que más te convenza ahora mismo, pero más adelante cambiar. Es totalmente válido, y ya conocerás mejor el proceso.


El Alumbramiento



Una vez tienes la idea de negocio definida y las bases asentadas al mínimo viable (otro día hablaremos de este concepto), llega el “parto”.

El alumbramiento es esta fase en la que empezamos a hacer girar la rueda del negocio. Llegan los primeros clientes, las primeras ventas, empiezas a ayudar a las primeras familias multiespecie.

Sabes lo que tienes que ir haciendo, pero no tienes claro el cómo, y muchas veces te comparas con referentes que están más avanzados que tú, de manera que intentas metodologías, pruebas herramientas, te complicas con cosas que realmente no te corresponden.

En esta fase lo único importante y urgente es que empieces a analizar y entender cómo puede funcionar tu sistema: comprender cuál es tu primer servicio o producto que realmente funciona, y la primera captación de clientes, para poder empezar a acompañar a familias multiespecie mientras empiezas a vivir de tu negocio.

Si ya te encuentras en fases más avanzadas puede que te haga falta revisar algunas de las bases que vemos en el alumbramiento: desde las bases de la estrategia y tu cliente ideal, propuesta de valor, plan de contenidos estratégico, productividad, finanzas o incluso tu modelo fiscal y legal.

Una vez tenemos las primeras familias con las que trabajar, pasamos a la siguiente fase.


La Infancia



Aquí tu negocio ya es un pequeño mamífero empezando a disfrutar de la vida con cierta autonomía, y conociendo el mundo.

En la infancia ya tienes ventas, te han ido surgiendo familias multiespecie a las que ayudar… Pero todavía no has validado tu metodología de trabajo ni has consolidado la manera de captar de forma recurrente a tus clientes.

Tampoco tienes del todo claro si tu cliente está realmente satisfecho con el trabajo que estáis haciendo o no.

Así que, si tienes tu negocio dando sus primeros pasitos hacia el mundo, hace falta que pongas foco aquí.

En la infancia ya empezamos a pedir testimonios y feedback a las familias multiespecie a las que acompañamos, y empezamos a manejar las bases del marketing y la venta, la escalera de valor, la comunicación más estratégica… Todo para poder llegar mejor a esas familias ideales con las que queremos trabajar, y a las que ya vamos sabiendo que ayudamos de verdad.

La clave aquí es tener claro cuál es tu metodología de comunicación y captación de clientes estrella, y validar el trabajo que haces con las familias a través de todo su feedback y sus resultados.

La satisfacción es clave para que puedas seguir girando la rueda del negocio.


La Adolescencia



Como buen adolescente, tu negocio ahora mismo está en un punto de efervescencia muy bonito, pero muy peligroso.

Es como una olla a presión.

Tienes mucho mucho trabajo, o esa es tu sensación. No paras, lo haces todo tú y empiezas a estar cansad@, porque lo haces todo paso a paso una y otra vez, sin sistemas ni ningún proceso ni automatización.

Tienes un problema enorme con la productividad, porque aunque no paras de trabajar, el dinero tampoco es abundante y los días se te pasan entre tarea y tarea, sin descanso.

De hecho, tienes ganas de parar, sí, pero no sabes cómo hacerlo sin dejar de facturar… Y eso es peligroso, porque tienes que pagar tus impuestos y tus facturas igualmente, factures o no factures.

Pero… Si no paras, tu cuerpo un día te dirá basta y te frenará en seco.

Te estoy poniendo el ejemplo extremo, pero no es, para nada, irreal. Nos ha pasado a much@s emprendedor@s, y es muy peligroso no escuchar ni prevenir.

Y esta fase es la que muchos negocios no superan, por puro agotamiento.

¿Cómo evitar llegar hasta ese punto?

Poniendo orden. Empezando a sistematizar y documentar cada tarea que haces. Ver qué procesos puedes dejar automatizados, y empezar a delegar pequeñas tareas y responsabilidades a una persona a la que puedas contratar por horas o proyectos. Y seguir tu planificación, sin ir por encima de tus posibilidades.

¡Verás qué palanca hace tu negocio cuando puedas empezar a mirar más allá!

Eso sí, no te olvides de tu prioridad como especialista en tu nicho: la satisfacción del cliente y los buenos resultados con las familias multiespecie.


La Juventud



Ahora que ya no vas tan “a lo loco” como en la adolescencia, entramos en la etapa adulta.

La primera fase de la etapa adulta, la juventud, nos acerca a nuestro objetivo, pero es más larga de lo que a priori podría parecer. Y esto también podría desanimarnos.

En la Juventud, aunque hayas empezado a delegar, sientes que estás a punto de morir de éxito, porque tienes mucho trabajo, pero no llegas a todo, aunque ya hayas empezado a delegar.

El dinero, aquí sí que empieza a ser abundante. Pero no te queda espacio para tu vida personal (o no tanta como querrías tener).

Puede que tu vida personal y profesional no estén en equilibrio, y que tengas ciertos conflictos internos a nivel existencial.

¿De verdad el emprendimiento es eso? ¿Emprendí para esto? Me gusta mucho lo que hago, pero estoy cansad@… Y un sinfín de pensamientos de este estilo.

Aquí hace falta trabajar mucho tu mentalidad. Porque esta fase es muy larga, y porque la mentalidad te puede ayudar a llegar a la Madurez de tu negocio, o literalmente morir de éxito, quemarte y querer dejar ese proyecto que iniciaste con tanta ilusión.

Necesitas afianzar a tu equipo, delegar verdaderamente responsabilidades y tener claro cuáles son tus áreas de especialización, para poner foco allí, en esas responsabilidades.

Necesitas empezar a ganar un poco de tiempo y libertad.

Y todo eso parece muy atractivo, sí, pero se hace a base de documentar procesos y sistematizar t-o-d-o lo que hagas, para poder automatizar al máximo esos sistemas.

Además, necesitas tener tus finanzas muy claras para poder empezar a ver la proyección de futuro y rentabilidad de cada área de tu negocio, tanto para ti como para tu equipo.

Cuando lo tengas, conseguirás tu primer sueldo (que sabes que vas a recibir de forma recurrente) y, ahora sí, pasaremos a la última fase.


La Madurez



A esta fase se llega, como te decía antes, cuando consigues tu primer sueldo.

Tú trabajas para tu empresa, no te quedas con lo que sobra de lo que se factura, porque entonces te aseguro que tu vida personal se va a ver bastante mermada.

Ya tienes las bases. Ahora quieres escalar, o abrir nuevas líneas de negocio, pero no sabes cómo hacerlo sin perder el estilo de vida que has ido consiguiendo.

Toca mantener la estabilidad en la línea de negocio que has creado y desarrollado hasta la madurez.

No te confíes, porque es muy probable que, si has hecho las cosas bien, estés incluso un poco aburrid@.

Puedes superar este aburrimiento yendo hacia tu zona de genialidad (de la cual hablaremos otro día), y especializarte en diferentes áreas o abrir alguna línea de negocio nueva que realmente te apetezca abrir, sin perder todo lo construido.

Recuerda que querer ir siempre a más está bien si es algo que realmente encaja con tu visión personal y profesional.

Si no es así, cuidado, porque puedes volver a sentir que te quemas y pierdes todo lo que has ido evolucionando.

La madurez trata de llevar tu negocio hacia donde tú quieras, para mantener ese estilo de vida ideal al que llegaste.

No se trata de ir hacia donde te digan los demás, que en esta etapa surgen muchos gurús queriendo guiarte hacia nuevos negocios, ahora que dispones de tiempo y dinero.

Se trata de tener muy claro lo que encaja contigo, y que puedas ir revisando las bases poco a poco a medida que sientes que lo quieres hacer cuadra más con tu estilo de vida ideal.

Es un juego… Y un juego divertido.


Detalles importantes:



Recuerda que emprender no es fácil. Tampoco es para todo el mundo. Puede ser que prefieras ser, lo que se llama, intraemprendedor (estar en el equipo de un emprendedor y llevar una de sus líneas de negocio, con iniciativa propia, pero con la seguridad de tener un respaldo).

Otra cosa importante a tener en cuenta es que el ritmo de desarrollo del negocio depende mucho de ti. De cómo quieres trabajar, y cómo quieres tu estilo de vida ideal.

No depende de lo que te digan los demás, y la madurez la alcanzarás en 2 – 3 – 5 o incluso más años, si prefieres ir más lento y constante.

¡Está bien! Todo está bien, si cuadra contigo.

También es válido querer tener el negocio del tamaño que a ti, y solo a ti, te sea cómodo y viable. No tod@s hemos de construir una macro-empresa, sino que muchas veces puedes mantener tu proyecto a la escala que te convenga por tu estilo de vida.

Porque si tú lo que quieres es tener un equipo de máximo 3 personas, quizás el día que llegues a tener 20, te agotes y decidas cerrar. Y no porque no te guste el negocio, sino porque quizás no has hecho caso a tu vocecita interior, ésa que te decía que tú querías trabajar con poca gente, y a un ritmo quizás más tranquilo a nivel social.

En los negocios, si algo prima, es la libertad.

Nadie, repito, nadie puede decirte hacia dónde debes tirar. Pueden orientarte, aconsejarte, desbloquear tus dudas, pero no decirte hacia dónde sí y hacia dónde no puedes ir con tu negocio.

Porque es tu negocio, y es tu vida. Así que siéntete libre de acompañar a las familias multiespecie encajándolo al máximo con tu estilo de vida ideal, dejándote ayudar, pero con la libertad de decidir hacia dónde quieres ir de verdad.


Y disfruta del camino de formar parte con tu proyecto de la revolución multiespecie.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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