Muchas personas se hacen esta pregunta y son pocos los que logran llevar a cabo una actividad distinta a la actual que les permita generar ingresos adicionales. Y esto suele pasar porque la mayoría de las personas tienen miedo a fracasar, miedo a no tener un ingreso seguro, miedo a la opinión de las demás personas, y un sinnúmero de inseguridades que salen al proyectar un camino distinto al que ya es conocido o seguro.
Son personas que prefieren no cambiar la seguridad que les genera un empleo, por el miedo a lo desconocido, que es lo que a muchos les genera pensar en emprender.
Se nos vendió la idea de ir a lo seguro, a la fija: empléate y mes a mes recibe un ingreso. Pero si lo analizas, ninguna de las personas que logran tener altos ingresos mensuales lo han logrado siendo empleados y si lo han logrado, puede que sean personas del área comercial o que en sus contratos tienen un pago en comisiones. Pero esto en realidad es un porcentaje muy, muy bajo de la población que, aún siendo empleados, pueden llegar a tener altos ingresos generados solo por su actividad laboral.
No sé si sabías, pero alrededor de un 95% de la población a nivel mundial, por no decir que es más, se distribuye el 5% del dinero y tan solo un 5 % o menos de la población a nivel mundial, se distribuyen el 95% del dinero restante. Ten la plena seguridad de que este 5% de población que recibe altos ingresos, no son empleados, son empresarios que hacen que la actividad en el mundo se mueva, se active. Son seguramente los que hacen que hoy cada uno lleve dinero y comida a sus hogares, son personas que dan empleo a un sinnúmero de personas y de familias.
¿Y qué hace que esta brecha sea tan marcada?
La educación tradicional, la información que brindan los padres o cuidadores a sus hijos, la información que día a día se refleja en los distintos medios de comunicación, que lo único que busca es distraer y mantener a la gente solo viendo problemas, dificultades, pero nada de eso hará que su situación cambie o mejore. Tus creencias, tu manera de ver la vida, el cómo se nos asoció y se nos ancló a muchos que el empleo es la única manera de salir adelante.
Pensar en lo seguro limita nuestras capacidades, limita nuestro nivel de servicio, limita nuestro potencial para que cada día seamos nuestra mejor versión.
Hoy muchos solo piensan en: “A mí que me paguen un ingreso mensual, que ojalá me toque trabajar pocas horas y listo, no necesito más”. Este enfoque solo te limita a ver más allá.
Un camino seguro nadie te lo puede garantizar, solo tú y nadie más que tú puede hacer que tu vida cambie de manera radical. Si trabajas en tu mente, en tu actitud, en ver soluciones y no problemas, son cosas que marcarán una gran diferencia en tus resultados.
Así que, si hoy decides emprender algo nuevo, mi recomendación es que lo intentes. Nada puedes perder, pero antes de hacerlo, ten en cuenta lo siguiente:No dejes tu actividad actual, dispón una parte de tu día para pensar en qué puedes emprender o hacer sin que afecte lo que hoy haces.
Hagas lo que hagas, enfócate en ser el mejor, en brindar un beneficio o una solución real a tu cliente.
Dedica tiempo a leer y educarte en eso que deseas hacer, mínimo 20 minutos al día. Esto te permitirá adquirir nuevas técnicas que puedas implementar y llevar a la práctica con tu huella personal.
Empieza a conocer y relacionarte con personas que tengan los resultados que deseas. Valida que sean personas con tus principios y valores y aprende de ellos, ya que si, de entre todas las personas que te rodean, eres la que más sabe, allí no estás aprendiendo. Siempre rodéate de personas que tengan cada vez mejores resultados que los tuyos para que de ellos aprendas. Es supremamente importante que te rodees de personas que tengan una increíble energía. Los entornos harán que salgas adelante o que te estanques.
Piensa en grande, no limites tu capacidad de hacer las cosas lo mejor posible, para que te permita llegar a miles de personas.
Deja de pensar que para emprender necesitas dinero. Abre tu mente a ver un sinnúmero de opciones o maneras de lograrlo. Una muy buena idea de negocio llamará la atención de las personas que vean su potencial y podrán poner el capital que necesitas.
No evites equivocarte, ten presente que si un resultado no es satisfactorio, pues ya es una increíble oportunidad para mejorar en eso que antes no sabías, pero que hoy sí sabes. Evitar el error limita el avance y para emprender es necesario transitar la vida e ir viendo qué oportunidades de mejora hay.
Asesórate por personas que ya lo hayan logrado, no dejes que una persona que nunca lo haya hecho te desanime. Ten en cuenta que esa persona solo quiere que vayas por un camino seguro, pero recuerda, nadie podrá asegurarte nada en la vida, si te enfocas en dar lo mejor, no tengas miedo en disponerte a recibir lo mejor.
Y si al revisar estas pequeñas recomendaciones ya te estás preguntando:
¿Pero en qué momento hago todo esto?
Pues la respuesta es que si no estás dispuesto a hacerlo, nadie más lo hará por ti.
Y es muy probable que mientras transites este nuevo camino, debas cambiar muchas creencias o pensamientos limitantes que te impiden avanzar, pero si lo haces, descubrirás cosas increíbles. Si pensamos que la única forma de hacer las cosas es como hoy las hacemos, estaremos con los ojos vendados y limitados eternamente. Este cambio solo depende de ti.
Inténtalo, no pierdes nada y puedes aprender, construir y lograr mucho si te decides a hacerlo.
Recuerda que si necesitas mejorar tus finanzas personales, tener una mejor relación con el dinero, reemplazar las creencias que limitan tu crecimiento financiero, aprender a administrar y a generar nuevas fuentes de ingresos o liberar tus deudas, puedes agendar una consulta personalizada.
De mi parte, solo te deseo lo mejor en todo aquello que desees emprender o hacer.