Por lo visto, es una luna especialmente especial.
La luna rosa, según algunas tradiciones.
Aunque seguirá siendo blanca.
Yo, por mi parte, me siento distinteciéndome
Supongo que no existe el verbo distinteciarse
Somos esto o somos distintos
Pero no recogemos una palabra intermedia que hable del proceso
Y aquello de cambiar está tan usado ya…
Hoy, prefiero distinteciar: proceso de transformarse en algo distinto.
Me suena tintineante.
Me gusta.
¿Cuáles son los síntomas?
Una íntima conexión conmigo mismo
¿Qué he hecho para que se genere este movimiento?
Vivir.
Pero dime las técnicas…
Me encanta esta parte.
La veo en mí.
Mi mente tratando de aprenderse los trucos para llegar a algún lugar.
Dime las técnicas.
¡Dímelas!
Di-me las téc-ni-cas…
Imaginemos que hay alguna técnica.
Cuando la oigas, tienes dos opciones:
No practicarla y culparte por lo vago o vaga que eres.
Practicarla y tratar de convertirte en mí.
Es como elegir entre lo malo y lo peor.
¿Me puedes decir qué técnica utiliza la luna para ser luna?
Te imaginas que fuera al sol y le dijera ¡Cuéntame cuál es tu técnica para brillar!
Y el sol en plan…
Pues mira… me concentro en mi centro… ahí siento una luz… y comienzo a expandirla… se producen explosiones en mi interior… las permito… a medida que lo hago, esa luz va rompiendo todas las capas externas que la contienen… y entonces empiezo a brillar… el fuego se produce… y la luz aparece…
Y la luna:
¡Qué guay! Voy a intentarlo yo también.
Y se concentra…
Y lucha…
Y empuja bien hacia su interior imaginando las explosiones… olvidándose de que es perfecta. De que tan solo tiene que ser luna, reflejar la luz del sol y brillar a su manera.
Finalmente, se cansa de intentarlo tanto y de conseguir tan poco.
Y acaba tirada viendo Netflix en el sillón.
Y el resto nos perdemos la luna, porque ya no está.
Es más fácil...
Tan solo ser... y vivir...
Para mí, esto se consigue a través de la paz.
Estar en paz con nosotros mismos es el primer paso para empezar a escucharnos y para empezar a descubrir quiénes somos.
Ahí es donde podemos empezar a ser a nuestra manera.
Ahí es donde podemos empezar a vivir nuestra vida -la nuestra, no la del sol ni la de la luna-