Señales de que necesitas parar (y poner orden en tu vida

¿Eres capaz de identificar y de prevenir cuando te pasas de la raya y necesitas aflojar el ritmo? Antes de llegar a los síntomas severos de ansiedad y estrés, pon el freno y reevalúa tus prioridades y tus rutinas.


Vamos tan deprisa que no notamos las señales, eso es normal. Es normal también que, notándolas, no las atendamos, porque para ello toca hacer un espacio, dedicar un tiempo que no tenemos, un dinero que no tenemos y una energía que, adivina, tampoco tenemos. Sin embargo, es necesario que aprendamos a identificar cuando toca parar y ordenar.

Estamos muy acostumbradas a detenernos y hacer balance, en diciembre, por ejemplo. O detenernos y mirarlo todo con perspectiva, en vacaciones, por ejemplo. ¿Pero alguna vez paramos en mitad de la rutina? ¿A mitad de curso? ¿Cuando ya está todo rodando? ¿Abrimos espacios para la conexión con nuestras necesidades cuando no tenemos el tiempo para ello? Es más, ¿sabemos cuándo necesitamos abrir estos espacios?
Señales de que necesitas parar

Cada una de nosotras emite señales muy personales, solo tenemos que fijarnos en lo variados que son, sin ir más lejos, los síntomas del estrés: dolores de cabeza, eccemas, estreñimiento, etc. Cada una de nosotras emite unas señales y solo nosotras podemos entrenarnos para saber leerlas.

Ahora, si tuviera que concretar unas pocas señales, más generales, que suelen repetirse y que son, sin duda, un aviso urgente de que necesitamos parar y poner orden de verdad, serían estas:


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Tienes tantas cosas pendientes que ni siquiera sabes cuántas o cuáles son

Tu mente tiene en primer plano lo que vas a hacer hoy, sabes si tienes alguna cita médica o a qué hora recoges al niño del colegio o qué cosas tienes que comprar cuando vuelvas del trabajo.

Como no es posible para ella tener en primer plano demasiada información, probablemente hay un segundo plano e, incluso, un tercero que lista cada día todas las cosas que tienes en hacer en el próximo mes. Tú no te das cuenta, pero tu mente está sobrecargada de tareas pendientes.

¿Alguna vez has sentido esto de tengo tantas cosas en vuelo que ni siquiera sé cuáles son? A mí me pasa muy a menudo en el trabajo y, cuando me doy cuenta que estoy así, sé que ha llegado el momento de parar y poner orden.

Agenda en mano, libreta, cuaderno, calendario. Revisa qué tienes pendiente y apúntalo, sácalo de ti, dile a Google que te lo recuerde más adelante, subráyalo en la agenda. Ponlo donde quieras, pero que sea en un lugar diferente a tu mente.

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Te sientes llena, con la necesidad de soltar

Cuando empezamos a sentir agobio, ganas de terminar algún proyecto, antojos de hacer limpieza general en casa, de revisar armarios, incluso de cancelar planes, ha llegado el momento de parar y poner orden, de verdad.

Algunos momentos del año son más propensos a este tipo de sensaciones, por ejemplo en otoño es normal tener ganas de soltar y en primavera de querer terminar los proyectos comenzamos.

No te ignores, abre el espacio para atenderte. Programa un día de limpieza general, deshazte de todo lo que no quieras tener contigo. Cancela los planes o los proyectos que no quepan en tu agenda y date el gusto de no hacer. Te lo vas a agradecer.

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Te apetece hacer cosas nuevas, pero “no tienes tiempo”, “no tienes energía” o “no tienes dinero”

Los recursos que necesitamos invertir para hacer algo siempre son tiempo, dinero y energía. Y, obviamente, son las excusas que más nos repetimos cuando nos planteamos la posibilidad de hacer algo nuevo, retomar algo que nos gusta o programar ciertas cosas que necesitamos.

Quieres apuntarte al gimnasio, pero no tienes tiempo. Te gustaría salir más en familia, a dar un paseo en naturaleza, visitar museos, etc., pero no tienes energía. Quieres invertir en tu desarrollo personal o salud mental, pero no tienes dinero.

Para y pon orden. ¿Seguro que no tienes tiempo, dinero o energía para estas cosas?

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Llevas tiempo dándole vueltas a algo y no terminas de ir a por ello

Muy relacionado con el punto anterior, si no terminas de ir a por algo que quieres, es porque no te has ofrecido el espacio y el silencio necesarios para analizar con calma qué quieres, para qué lo quieres y cómo puedes conseguirlo.

Cuando paras y pones orden en este tipo de situaciones, lo normal es avanzar en alguna dirección. O bien decides ir a por ello porque compruebas que sí puedes, aunque tengas dudas; o decides pasar página y soltar la idea, porque te das cuenta de que no cabe en ningún sitio.

Hay algunas personas que llegan a la escuela con esta historia “llevo meses pensando en apuntarme y no había dado el paso por miedo a no tener tiempo para ello y no aprovecharlo”. Otras personas cuentan que lo que les frena en primer lugar es la incertidumbre de no saber cómo es o qué van a encontrar (pese a que conocen los temas que trato, saben que es el lugar donde encontrar mi podcast, etc.).

Para poder dar un paso así o tomar cualquier otra decisión en la vida, necesitamos parar, poner orden a los pensamientos, valorar pros y contras, decidir y ejecutar.

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Síntomas de estrés y ansiedad, con mayor o menor intensidad

Otra señal de que necesitamos parar y poner orden es experimentar síntomas de estrés y ansiedad. Bien es cierto que cuando estos síntomas son intensos, o nos inhabilitan, no tenemos más remedio que atenderlos y nos toca parar, pero la mayoría de las veces no son tan graves como para necesitar poner el foco sobre ellos y esto es un verdadero problema.

Nos cuesta conciliar el sueño por la noche, tenemos presión en el pecho, sentimos nerviosismo todo el día, se nos quita el apetito o tendemos a comer de más para calmarnos, quizás tienes los músculos rígidos, dolores leves de cabeza y como nada de esto nos detiene, no paramos.

Parar y poner orden ante los síntomas de estrés y ansiedad es fundamental para recuperar la calidad de vida, cuidar nuestra salud y evitar, por supuesto, que vayan a más.

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Llegas a pensar que es imposible vivir slow o mantener la conexión espiritual a largo plazo

Cuando recibo algún comentario de alguien que me expone que es imposible vivir slow, que no se puede mantener la conexión espiritual a largo plazo o que asumen que las personas que vivimos despacio lo hacemos porque no tenemos nada que hacer, lo percibo como una señal clara de que le vendría muy bien parar y poner orden.

Piénsalo de este modo. Tu vida está muy llena, no tienes tiempo para nada, te cuesta invertir en autocuidado físico o mental, no sabes lo que es el silencio y tienes claro que es imposible hacer algo al respecto. ¿Crees que yo no pensaba lo mismo antes de hacerme responsable de mi vida?

Es normal que se vea todo oscuro cuando se está en medio de una tormenta. Si te acercas mucho una foto tampoco puedes ver quién sale en ella. Parar y poner orden nos permite tomar distancia, observar a nuestro alrededor y ver mucho más claramente qué podemos hacer para vivir más despacio.

Yo no tengo nada de especial, solo que paro y pongo orden muy a menudo.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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