Se llama “negging” y está considerada la peor técnica para ligar

Hacer un halago hiriente es lo último que debes hacer si quieres despertar el interés de alguien. El “negging” representa una forma de abuso y de masculinidad tóxica que, bajo el disfraz de un comentario simpático, enmascara un intento de manipulación consciente o inconsciente.


“Estás muy bien para la edad que tienes”. “Vas muy guapa, ¡me encanta tu pijama!”. “Pensaba que adelgazarías más estas vacaciones”. “Eres casi tan divertida como mi ex”. Estas y muchas otras son frases que ejemplifican a la perfección un hábito tóxico a la hora de demostrar interés hacia otra persona. Se llama negging, y el término viene de la contracción de las palabras inglesas negative complimenting, es decir, un cumplido disfrazado de halago, y representa una de las peores formas que existen para ligar.

El motivo es obvio: lo que provocaremos burlándonos de alguien no es que caiga rendido a nuestros pies, sino más bien al contrario, ya que generaremos un rechazo absolutamente justificado. De manera que, si la otra persona tiene una autoestima fuerte, no dudará en alejarse de nosotros. Pero, si se queda, habremos puesto una conducta tóxica en la base base de nuestra nueva relación.
Por qué algunos hombres practican el negging

Los psicólogos y expertos en relaciones de pareja consideran que esta pésima técnica de seducción representa un signo de masculinidad tóxica y una forma obvia de intento de manipulación. Y es que, detrás de ella, se esconde la intención de minar la autoestima de la otra persona para intentar generar dependencia y sumisión hacia el emisor.

El negging es una forma de abuso y de masculinidad tóxica que oculta la baja autoestima de su autor

De hecho, se trata de un comportamiento que practican mayoritariamente algunos hombres heterosexuales que, de forma consciente o inconsciente, consideran a la mujer como un objeto de deseo y de sometimiento. Menospreciándola “simpáticamente”, creen que conseguirán llamar su atención, hacerla sentir inferior y erigirse como más inteligentes, más fuertes o mejores en cualquier campo, lo que la mantendrá enganchada a esa relación. Es decir, el supuesto mecanismo que despierta en la mujer es el de sentirse más insegura y, por tanto, intentar adaptarse al gusto y expectativas del otro para conseguir su aprobación. En definitiva, una trampa de sometimiento.

Otra causa que explica el negging es la frustración acumulada por no conseguir seducir a esa persona o establecer el tipo de relación que se desea, o bien porque uno mismo no acepta la atracción que siente hacia ella. El resultado de esta mala gestión emocional se plasma pues en una conducta fastidiosa, que representa un intento insano de dar salida a esa frustración o negación interna.

Sin embargo, son estos hombres que practican el negging los que, en realidad, tienen baja autoestima, son más inseguros y no son capaces de flirtear de ninguna otra manera más saludable y más efectiva.

El negging también puede responder a la frustración por no seducir a alguien

Una problemática con la que, por falta de experiencia y por malos referentes de masculinidad, a menudo se encuentran muchos adolescentes en sus primeras citas o relaciones, pero que deben encender las alarmas de todos aquellos que las presencien. Sin embargo, y pese a considerarse una práctica del todo infantil e inmadura, muchos de ellos siguen utilizándola en la edad adulta, aun sin ser conscientes del rechazo, la humillación y las emociones negativas que generan en las mujeres que las reciben.

Además, no solo se trata de una práctica utilizada para ligar y flirtear, sino que muchos hombres la utilizan también en entornos familiares, entre amigos o con compañeras de trabajo. A menudo, disfrazada de “mucha confianza” y de bromas pesadas a las que se debería poner fin.

Cómo responder cuando te hacen negging

Lamentablemente, y por mucho que te guste esa persona, lo mejor que puedes hacer si eres víctima de negging es alejarte de ella. Al igual que pasa con cualquier tipo de relación o de comportamiento tóxico, no se trata de que “aprendas a gestionar” estos piropos insultantes o que no les des “tanta importancia”, sino que entiendas los problemas que se esconden y seas capaz de protegerte de forma rápida y eficaz. Recuerda que dedicar energía a intentar mejorar tu relación con una persona con comportamientos tóxicos que no te respeta es extremadamente drenante y agotador, y que no suele merecer la pena. El trabajo de mejora, en todo caso, debe hacerlo él y no es, en ningún caso, responsabilidad tuya.

Si se trata de un amigo, de un familiar o de un compañero de trabajo con el que debas seguir relacionándote, puedes responder asertivamente al comentario en cuestión y explicar con claridad y contundencia tu punto de vista: puedes decirle que el comentario no tiene gracia y que no quieres que te trate así.

Si la respuesta es negativa y te dice que estás exagerando o que esto no ha pasado, abandona la discusión y aléjate. Negar tus emociones o vivencias es otro tipo de manipulación que no debes tolerar.

Si, en cambio, ves que la persona se ha quedado sorprendida pero no niega tu vivencia, puedes explicarle que este tipo de comentarios te hacen daño porque son una forma de menosprecio, y ponerle como ejemplo otras formas verdaderamente más simpáticas, amables y cariñosas de relacionarse y de flirtear.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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