La asexualidad se define como el hecho de no sentir atracción sexual hacia otros. Sin embargo, esto no siempre es así y las personas asexuales también pueden disfrutar de su sexualidad. Aunque todavía faltan más investigaciones para que podamos afirmar que tenemos datos concluyentes, un estudio realizado en 2004 consideró que el 1% de la población británica es asexual.
Asexualidad: personas que no necesitan el sexo para vivir
Si buscas asexualidad en Internet te darás cuenta de que los artículos más amplios y en profundidad sobre este tema se han escrito mayoritariamente en los últimos diez años.
Todavía no existe acuerdo entre la comunidad científica en un tema clave: ¿la asexualidad es una orientación sexual? Para algunos psicólogos, sí; para otros, no.
Además, la asexualidad ha ganado mucha visibilidad en la última década precisamente porque las personas asexuales están poco a poco perdiendo el miedo a mostrarse públicamente. Crece la conciencia de que ser asexual no es un problema y cada vez son más los que plantan cara a la estigmatización.
Hoy queremos contarte algunos detalles muy interesantes acerca de la asexualidad que seguramente no sabías y te van a sorprender.
Pero ¿qué es exactamente la asexualidad?
No encontramos una definición única, aunque sí es cierto que existe un consenso amplio sobre a qué podríamos llamar asexualidad. Tal y como explica la sexóloga María Victoria Ramírez Crespo:
La asexualidad se caracteriza porque la persona no siente atracción sexual hacia otros, o bien sólo siente esta atracción sexual hacia otras personas en condiciones muy determinadas.
Por esta definición, el conjunto de las personas asexuales, así como Ramírez Crespo, reivindican que la asexualidad sí es una orientación sexual.
¿Cuál es la incidencia de la asexualidad en la población mundial?
Existe todavía poca información al respecto. Es más, el hecho de que la asexualidad haya ganado visibilidad en los últimos años hace que la cantidad de estudios e investigaciones sobre el tema no sea lo suficientemente grande como para tener datos detallados de su presencia fuera de los países occidentales, ni sobre los mecanismos psicológicos y biológicos que pueden ayudar a entenderlo mejor.
¿Conoces o recuerdas la escala de Kinsey? Sí, ese estudio de los años 40 que se hizo muy famoso en la época (y lo sigue siendo) porque clasificaba a los individuos de 0 a 6 según su orientación, siendo 0 exclusivamente heterosexual y 6 exclusivamente homosexual. Pues bien, Kinsey también incluyó una categoría que llamó “X” para individuos sin contacto o reacciones socio-sexuales”.
Con el paso del tiempo aparecieron nuevos estudios, más acordes con los nuevos tiempos, hasta el punto de que el investigador canadiense Anthony Bogaert exploró en 2004 el grupo demográfico asexual en una serie de estudios. La investigación de Bogaert indicó que el 1% de la población británica era asexual, aunque estudios posteriores cuestionan esta cifra.
¿Cómo siente una persona asexual?
Al contrario de lo que podamos creer, las personas asexuales sienten de la misma manera que las personas que no lo son. Por cierto, ¿sabías que las personas que no son asexuales se llaman alosexuales? Pues bien, si pensamos en las personas asexuales, su vida está cargada de rasgos y peculiaridades igual como podríamos encontrar en cualquier otra persona.
Rompamos algunos estereotipos:
Las personas asexuales sí pueden desear y excitarse sexualmente, aunque es cierto que “suele ser frecuente que experimenten en menor medida el deseo o la excitación sexual en relación con las personas alosexuales”, como puntualiza la sexóloga Ramírez Crespo.
Las personas asexuales tienen una idea clara de lo que es el romanticismo y pueden experimentarlo en mayor o menor medida.
Las personas asexuales se enamoran.
Como norma general, las personas asexuales sienten menor interés por tener relaciones sexuales con otras personas.
Algunas personas asexuales se masturban y otras no.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, algunas personas asexuales sí son sexualmente activas.
¿Existen diferentes niveles o grados de asexualidad?
Así es. No existe un único nivel de asexualidad. Cada individuo que se define como asexual puede situarse en un espacio diferenciado de lo que llamaríamos el espectro asexual.
Vayamos por partes.
Gris-asexualidad
Este concepto define, según nos ofrece Wikipedia, un área gris “en la que una persona solo puede experimentar atracción sexual en ocasiones”.
“las fronteras entre la asexualidad y la sexualidad, donde los pacientes experimentan atracción sexual alguna vez, pero de bajo impulso sexual sin llegar a querer llevarlo a la práctica o en muy pocas ocasiones”.
Demisexualidad
Dentro del espectro de la asexualidad, otra variante común es la de la demisexualidad, que se da cuando los individuos que habitualmente no experimentan una atracción sexual establecen una fuerte conexión emocional, (normalmente de tipo romántica) y entonces empiezan a sentir deseo sexual por el otro.
Cabe destacar que estas personas, aunque se autodefinen como asexuales, sí pueden acabar teniendo una vida sexual activa si terminan conociendo a la persona “adecuada”. Según la psicóloga Maribí Pereira esto ocurre porque “ya no experimentan atracción sexual primaria (apariencia del otro), pero sí atracción sexual secundaria (conexión normalmente romántica o de cercanía de dos personas en una relación)”.
Las personas demisexuales suelen necesitar mucha comunicación con el otro para sentirse cómodos explicando qué desean y qué no. Esa comunicación también les sirve para rebajar las expectativas de las parejas sexuales, que pueden llegar a sentirse de alguna manera engañados al no tener todo el sexo que quisieran.
Precisamente como para las personas asexuales las otras personas no son “inductores” del deseo o la excitación por su cuerpo físico, éste llega de otras maneras, como la comunicación que comentábamos antes, las caricias, la ternura e incluso las fantasías.