“Hay dos modos de afrontar las dificultades: cambias las dificultades o te cambias a ti, para hacerles frente” – Phyllis Battome.
Aprende que nunca te harás fuerte si desistes, y que tiene más valor enfrentar, antes que renunciar. De ti depende cómo quieres que te reconozcan, como una persona de triunfos o de derrotas. Hoy, no hay otro día, sino hoy, donde comiences a dejar huellas positivas, antes que dejar lastimas y negatividad. Por eso, te regalamos este artículo, para armarte de valor y tomar las riendas de tu futuro, porque dependes de nadie más que de ti. Más que pensamientos, son las acciones las que te llevarán a cumplir tus sueños.
1. Busca el lado positivo de la situación
Deja de lado la ansiedad y aprende que todo en la vida tiene solución. El primer problema a aquello que no es un verdadero problema, es tu predisposición, eso es lo que te impide continuar. Pero, qué tan malo puede llegar a ser aquello que ¡ni siquiera ha pasado! La presencia de pensamientos negativos impedirá que logres aquello que te ha puesto la vida. Entonces, llénate da valor y premedita tus acciones, siempre, pensando que será bueno lo que sucederá.
Ahora bien, si te ha ido mal, aprende que debes añadir eso a tu lista errores que no volverás a cometer. Mejor, has adquirido experiencia, la cual puedes transmitir a los demás e impedir que pase nuevamente. Pero, antes que te vaya bien o mal, solo lo sabrás si te atreves a vencer tus miedos. Si desistes, no solo desconocerás cuánto pudiste haber logrado, sino decepcionarás a personas que esperaban mucho de ti. De nuevo, ¡positivismo!, eso antes que todo, sumado a seguridad y confianza en ti.
2. Prioriza tus tareas y objetivos
Así reconocerás en qué nivel se encuentra cada uno y cumplirás con los mismos. Cuando esto no sucede, acumulas una serie de obligaciones a las que no puedes darles frente, o al menos el suficiente. Entonces, lo más probable es que cada tarea quede, ya sea inconclusa, o peor, olvidada (crasos errores). Acude a una libreta de apuntes, recordatorios en tu celular, una pizarra o entre otras herramientas. Allí, anota las tareas para determinado día, hora, lugar y recursos, con lo cual sabrás administrar eficazmente tu tiempo.
3. No descuides tu salud
Entre tanta ocupación diaria, es primordial que cuides tu salud, no solo física, sino emocional, mental, espiritual, etc. Está científicamente comprobado que al culparte, agotas tu fuerza de voluntad para enfrentar el presente y recibir nuevos retos. Además, vivir en constante conflicto contigo por lo que hayas hecho o dejado de hacer, dificulta el razonamiento. Así que, toma un pequeño espacio del día para meditar, donde olvides lo males del pasado y abras tu mente al futuro. De esta manera estarás posibilitando crear nuevas filosofías de vida que te fortalecerán.
4. Siempre, la mejor actitud
Para antes de cualquier acción, aprende que debes tener buena actitud para comenzar, mantenerte y finalizar. Si no cuentas con una buena actitud, los caminos serán complejos de atravesar. Hazte a la idea que existen millones de posibilidades, pero pocas, o tan solo una oportunidad para alcanzar las metas. Valora el papel que te ha dado la vida ante ese proyecto, ante ese objetivo, ante ese fin y abre tu mente a ir por ello con buena actitud. Recuerda, esta es la única llave que te ayudará abrir las puertas, de lo contrario, quédate afuera.
5. Después de la tormenta, llega la calma
Para finalizar, ten por seguro que el dolor es temporal, pero la satisfacción del deber logrado será para siempre. No des tiempo a restar valor a lo que viviste, date tiempo para disfrutar lo que has luchado. Sí, la recompensa la obtendrás al sobrepasar las turbulencias, de lo contrario solo quedarán tristezas. Aprende que hay alguien esperando mucho de ti, y a esa persona le debes tu mejor imagen. Aprende que para alguien, eres un referente, una guía, una motivación; esa persona eres tú.