Las Zonas Azules son las que cuentan con más número de personas que superan los 100 años de edad. ¿Cuáles son y qué enseñanzas podemos sacar?
Las claves de la vida eterna son todavía un misterio, pero en cambio lo son cada vez menos los secretos de la longevidad. Llegar a centenario es cada vez más habitual en muchos países. Sin embargo, algunas regiones concretas del planeta la cifra de quienes superan los 100 años, gozando de buena salud, es especialmente llamativa.
Se trata de las llamadas Zonas Azules, que fascinan desde hace tiempo a los demógrafos: Okinawa, en Japón; las islas de Cerdeña, en Italia, e Icaria, en Grecia; la península de Nicoya, en Costa Rica, y Loma Linda, en California. Un estudio capitaneado por el investigador norteamericano Dan Buettner las identificó hace años como las regiones del mundo donde la población es más longeva y tiene mayor calidad de vida. ¿Por qué no aprender de ellos e incorporar a nuestro día a día sus saludables hábitos?
Un factor clave es la alimentación, ya que además del clima benigno y de ciertos factores genéticos, una de las cosas que se descubrió que tienen en común estas zonas tan dispares entre sí es su dieta. Si quieres copiar su fórmula, limita la ingesta de carne a dos veces por semana, incorpora los frutos secos a tus menús, exilia al pan blanco de tu mesa y bebe cinco o seis vasos de agua diarios.
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Apuesta por la regla del 80%
La palabra clave en cuanto a los consejos nutricionales que podemos extraer de las Zonas Azules es moderación. Sus habitantes no son vegetarianos ni abstemios, pero sin renunciar a nada, sí saben evitar los excesos. En Okinawa aplican la regla del 80%, sencilla pero de lo más efectiva: consiste simplemente en dejar de comer cuando a uno le falta aproximadamente un 20% del estómago por llenar.
En las cinco regiones azules, además, se consumen muchas legumbres y poca carne, en especial muy poco cerdo, y beben vino con las comidas.
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No pares quieto
La fórmula de las Zonas Azules va mucho más allá del tema nutricional: implica también un día a día repleto de actividad física, que no deja lugar para perder horas sentado. Cuidan de su huerto, caminan y se embarcan en múltiples actividades manuales que implican movimiento físico, no de alto impacto pero sí constante. Resumiendo, la idea sería no parar quietos.
Otras claves parecen ser el tiempo que dedican a disfrutar de la familia y el estar integrados socialmente.
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Busca tu Ikigai
Envuelto en un profundo misticismo y en una cultura espiritual que bebe de las religiones chinas, del budismo y del sintoísmo japonés, el archipiélago de Okinawa, con sus serenos paisajes y su gastronomía armoniosa y healthy, es un destino que siempre invita a la meditación y al autoconocimiento. Y es que esta es la tierra del Ikagi, que podría traducirse como 'razón de ser', un concepto según el cual cada uno de nosotros debe invertir tiempo en tener claro qué quiere conseguir y cómo. El objetivo es identificar aquello en lo que se es bueno, proporciona placer y aporta algo. Si encuentras tu Ikagi, incrementarás tu autoestima y tu salud.
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Potencia las relaciones personales
Toda Italia es un brindis a la buena vida y los placeres terrenales. Una de sus islas más bellas, Cerdeña, cuenta con el mayor número de hombres centenarios del mundo, y se cree que uno de los grandes secretos para ello es la sociabilidad. Sus habitantes dedican un tiempo a diario a las relaciones sociales, a compartir espacio de ocio en común con otras personas, a charlar y a relajarse.
Como en el resto de las Zonas Azules, en esta isla mediterránea la vida personal es lo principal; las familias suelen tener a los progenitores ancianos cerca, cuentan con parejas estables y dedican mucho tiempo a sus hijos. Invierte en relaciones sociales y charlas distendidas y priorizan la vida familiar. Te ayudará a mantener el equilibrio emocional y a evitar el tan dañino estrés.
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Combate el estrés como parte de tu rutina
No debe sorprender a nadie que del país que fue cuna de la filosofía podamos extraer enseñanzas vitales. En la isla de Icaria, repleta de paisajes escarpados, casitas blancas y olivos centenarios, la gente no solo vive más sino que lo hace mejor: cuenta con unas bajísimas tasas de enfermedades mentales. Según los demógrafos que han estudiado este fenómeno, una de las causas es el tiempo diario que los habitantes de la isla dedican al relax, en concreto, a la siesta.
Si bien no todos podemos concedernos ese lujo entre semana, sí que imponernos media hora de aislar el cerebro de las ocupaciones diarias puede tener el mismo efecto. Y es que combatir el estrés es para los habitantes de las Zonas Azules parte de su rutina y son muy constantes en su día a día para mantenerlas. Ya sea como el rato que se dedica en las islas japonesas cada día a la meditación o a la siesta en las griegas, la cuestión es que te organices para incluir cada día un rato a dar un descanso al cerebro.
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Realiza actividad física moderada
Bañada por el Pacífico, la península más grande de Costa Rica, Nicoya, es un paraíso de playas aisladas y salvajes que concentra el índice de mortalidad en mediana edad más bajo del planeta. ¿Cómo lo logran? Se atribuye, entre otras causas, al hábito de mantener una buena forma física, pero no a base de grandes esfuerzos ni deportes especialmente intensos, cuyos índices de práctica no varían respecto a las medias mundiales.
La fórmula es mantenerse muy activos a base de realizar tareas cotidianas, priorizar los desplazamientos a pie o en bicicleta y ocuparse en actividades físicas, por ejemplo, el bricolaje o cuidar del jardín. Incorporarlas al día a día reduce drásticamente las tasas de mortalidad en la población de mediana edad. Olvídate del coche y opta por moverte, subir escaleras y buscar hobbies que requieran mucho movimiento. Ello te ayudará a cuidarte.
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Trata tu cuerpo como un templo
Diez años más de media viven los habitantes de la soleada Loma Linda que sus compatriotas norteamericanos. La población de esta localidad Californiana, ubicada a 100 km de Los Angeles, está formada en gran parte por adventistas y sigue la recomendación de esta iglesia de tratar al cuerpo "como un templo". Ello se traduce básicamente en olvidarnos del alcohol, el tabaco y la carne, y apostar por una dieta en la que destaca la gran cantidad de frutos secos que consumen a diario y la tendencia a ingerir mucha más agua que la media nacional.
Como en el resto de Zonas Azules, destaca también la práctica regular de reservar un tiempo para el relax, en este caso, íntegramente todos los sábados, y de terminar cada día con un largo paseo por entornos naturales. Destaca también, en las cinco regiones, la gran interactuación que tienen con los otros miembros de su comunidad, hasta tal punto que en Okinawa existen incluso los ‘moai’, grupos de cinco amigos que se comprometen con los otros para cuidarse durante toda la vida. Fortalecer tus círculos sociales te ayudará sin duda a cuidar tu equilibrio y te dará serenidad.