Todo el mundo ha experimentado esta sensación, si te preguntas qué es el miedo, aquí te lo explicamos:
Es un sentimiento de desconfianza que nos hace creer que va a suceder algo desagradable o negativo, es la angustia ante un peligro real o imaginario, también podría ser considerado como un estímulo amenazador.
Lo podemos considerar como algo útil si es necesario escapar, mantenernos alerta y a salvo, hablando del sentido positivo del miedo, pero también existe el miedo que nos paraliza, que nos hace creer que tenemos que defendernos de algo.
El miedo puede ser también irracional o patológico, éste se ha creado con base en experiencias propias o ajenas (heredadas), quedando guardadas en nuestra información genética y en nuestro inconsciente.
Cuando se presenta de este modo se convierte en una barrera que se interpone en el desarrollo de la vida normal de una persona.
Los trastornos suelen tener como origen el miedo. Nos damos cuenta de que estamos invadidos de miedo patológico porque provoca sentimientos de ansiedad, angustia, agresividad, y/o pensamientos negativos.
El miedo se manifiesta tanto a nivel mental, como físico y emocional, por lo tanto, es parte natural del ser humano.
Conseguir escuchar el miedo nos ayuda a mejorar, ya que nos impulsa a salir de nuestra zona de confort, construir confianza y nos volvemos más fuertes. Además comprendemos lo que tiene para decirnos, permitiéndonos transformarlo y transformarnos. Te compartimos 5 puntos por los cuales puedes considerar al miedo cómo un gran aliado :
1. Es un instinto de supervivencia.
Ante una situación de riesgo, nuestro cerebro manda la señal que activa el sistema de respuesta primitivo, manifestándose a través de las hormonas del estrés, lo que provoca la aceleración del ritmo cardiaco y la respiración, a fin de que el organismo responda ante la emergencia, ya sea huyendo o preparándose para la lucha, por lo que podemos decir que el miedo puede ser en primera instancia quien nos mantiene con vida.
2. Autoanálisis.
El miedo tiene un origen específico, normalmente asociado con el cúmulo de programaciones de malestar que se encuentran en nosotros, grabados en la información que está ubicada en el ADN, dentro de nuestras células.
Al salir a la luz, cuando el miedo se hace presente, es una excelente oportunidad para ver y conocer la información de malestar al que nos estamos enfrentando para poder trascenderlo y acogerlo desde lo positivo que nos presenta.
3. Es un gran motivador.
El miedo a no tener, a no ser, al no reconocimiento, nos motiva a superarnos, a ir más allá de nuestros límites para obtener crecimiento personal.
4. Nos deja un gran aprendizaje.
Cuando tenemos una mala experiencia que nos ha dejado una consecuencia desagradable, al presentarse de nuevo o tener indicios de una situación similar, el miedo se puede presentar como señal de alerta para no cometer el mismo ‘error’.
5. Tenemos conciencia del presente.
El miedo puede estar ligado al pasado por alguna experiencia previa o bien a la preocupación de que en el futuro no se den los resultados esperados, sin embargo el miedo lo estás experimentando en el momento presente, por lo que creamos conciencia para modificar y trascender la información de ese miedo.
Si es por un pensamiento a futuro, podemos enfocarnos en tomar las acciones necesarias para acercarnos a los resultados óptimos esperados para mitigar ese temor, lo cual nos conecta con el presente en ambos casos.
El miedo es una emoción que nos hace sencillamente humanos, y considerarlo un aliado para nuestro aprendizaje, es la mejor manera de utilizarlos en nuestro beneficio y evolución.