¿Cómo es posible que a los gerentes se nos acabe el tiempo y sin embargo a los empleados se les termine el trabajo?
¿Por qué esto no lo supe antes?
Esto ocurre porque en el mundo de la empresa hay una frase, inocente de entrada, incluso bien intencionada, que si la asumes es una trampa mortal.
¿Cuál es esa frase?
"JEFE, TENEMOS UN PROBLEMA" (tu posible historia…)
Si aceptas esa frase, lo que estás presuponiendo es que "ese problema" (tenemos un problema) ¡es de los dos!
Y claro, te pones con tu empleado, te lo explica…
Tú, como gerente de tu empresa, tienes información suficiente para hacerte una idea del problema; pero no tienes todos los datos para tomar una decisión…
Pero si le dices: "Déjame, que lo piense" ¡el problema de tu empleado acaba de colocarse en tu espalda! y se acaba de convertir en "tu problema".
Si esto sucede así durante toda tu semana, cada día unos cuantos "Jefe, tenemos un problema", llega el viernes por la tarde y estás absolutamente cargado, agobiado, de problemas que en realidad, no son tuyos, pero "te los han colocado".
Y te quedas sin fin de semana…
¿Qué hacer ante esta situación? ¿Cómo solucionarlo?
Necesitas cambiar de mentalidad.
Pasar de pensar como autoempleado a actuar como el gerente que realmente eres de tu empresa.
Y con esta nueva mentalidad devolver el problema a su legítimo propietario: tu empleado.
Esta frase la he repètido mucho a lo largo de mi vida laboral. La aprendi y la he puesto en practica permanentemente y dice lo siguiente:
"Si vienes con un problema, ven también con una solución, de lo contrario pensaré, que tú eres parte del problema".
¡Fantástico!
No debes permitir que tus empleados te vayan cargando con "sus problemas" y no traigan ninguna alternativa o solución ¡se acabó!
Si quieres hacer crecer tu empresa y que sea más rentable, no te puedes "dejar enredar con problemas que no son tuyos".
Por supuesto, le podrás dar criterios a tu empleado, podrás discutir el problema, analizar las posibles alternativas (tienes "que educar a tus empleados"), pero cuando salgan de la puerta de tu despacho, "el problema se irá con él" y por supuesto tendrá que solucionarlo él.
¿Deberias cambiar de mentalidad?
Trabaja menos, Dirige más: cómo hacer que tu empresa trabaje para ti y no tú para ella.
¡Éxitos!
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