¿Son diferentes los cerebros de las personas creativas al del resto de los mortales?
Anteriormente, se creía que la inteligencia era el factor cognitivo más intrínsecamente ligado a la creatividad, y que a mayor CI (cociente intelectual), mayor propensión a desempeñarse de manera eficaz en tareas que involucrasen la creación y la imaginación. Sin embargo, un estudio realizado en la década de 1960 por el investigador Frank X. Barron, de la Universidad de Berkeley, llegó a conclusiones interesantes, y es que no parece haber un vínculo de trascendencia entre el cociente intelectual de un individuo y su potencial creativo, sino que todo parece girar en torno a conexiones neuronales y características singulares que hacen del cerebro de ciertas personas un auténtico oasis de imaginación y capacidad artística.
Para la realización del estudio, Barron contó con la participación de matemáticos, arquitectos, físicos y escritores de la talla de Truman Capote y William Carlos Williams. Los miembros del experimento convivieron durante días dentro del campus de la Universidad de Berkeley y fueron sujetos a entrevistas y pruebas psicológicas para determinar patrones de conducta específicos y distintivos entre este tipo de personas (altamente creativas) y el resto de la población.
“La creatividad requiere algo de eso que Albert Einstein llamó <>”.
Frank X. Barron
Cinco cosas que diferencian a los cerebros creativos del resto
Son propensos a la contradicción
“Debo ser una neurótica”, decía hace unos años la escritora Sylvia Plath, “porque muy a menudo resulta que quiero una cosa y otra completamente opuesta al mismo tiempo”.
Según las investigaciones de Frank X. Barron, los cerebros creativos se caracterizan por ser capaces de alcanzar una amplitud de pensamiento e interrelación de ideas tan compleja que a menudo se encuentran en medio de una encrucijada: por un lado, a nivel emocional, encaran un evento desde un ángulo concreto mientras que, a nivel cognitivo, acaparan el mismo asunto desde un enfoque totalmente distinto.
Esto se debe a que las personas creativas suelen estar mucho más conectadas con su mundo interior que el individuo promedio, lo que les facilita explorar dentro de sí mismos y entrar en contacto con los polos extremos de su personalidad.
Suelen ser más sensibles
Al manejar un “grado superior” de contacto consigo mismas, las personas creativas tienden a internalizar y comprender con mayor facilidad los estados de ánimo y procesos emocionales de los demás, lo que les convierte en “focos receptivos” (es decir, individuos con una alta sensibilidad).
De hecho, la investigación de Barron sugiere que la compasión es una cualidad particularmente desarrollada entre las personas creativas debido al modo en que funcionan las conexiones neuronales asociadas con la imaginación y los procesos sociales.
Tienden a manejar el pensamiento divergente
Mientras que las personas con pensamiento convergente presentan dificultades al momento de resolver problemas que rebasan su “sistema lógico predefinido” (personas esencialmente racionalistas), los individuos con pensamiento divergente se caracterizan por considerar múltiples opciones al hallarse frente a una toma de decisión.
En este aspecto, las personas creativas con frecuencia exploran todas las alternativas posibles y no sólo la más evidente, una cualidad que les permite superar obstáculos con mayor destreza y evadir la baja tolerancia a la frustración.
Presentan menor resistencia a los cambios de paradigma
O dicho de otra forma: suelen ser personas mucho menos “cuadriculadas” que el individuo promedio, lo que significa que son sistemas abiertos y dispuestos a recibir información valiosa y enriquecerse a partir de los estímulos externos.
Dado que se trata de personas que suelen moverse a lo largo de un amplio espectro de ideas y posibilidades, no les cuesta demasiado ser espontáneas ni incorporar estilos de pensamiento distintos a su esquema personal.
Poseen una peculiar capacidad de abstracción
La abstracción es el ejercicio mental (y artístico) que nos permite concentrar por completo nuestra atención en una idea, objeto o evento específico de la realidad y descomponerlo analíticamente en conceptos individuales.
Puesta en práctica por las personas creativas, la abstracción hace posible dirigir todos los sentidos a la concreción de una tarea o bien a la reflexión profunda de un tema.
Puede que sea por esto que los escritores y artistas parecen estar siempre extraviados, sumergidos en la tela de sus mundos secretos.